Reencontrar-te, Amar-te y Renovar-te. ©

Capítulo III: Madurez.

Es la capacidad de ser tu mejor versión en la circunstancia que te encuentres. Muchas personas aplican esto en su día a día, las vemos y no nos percatamos que son así.
La madurez emocional muestra el cambio y evolución de cualquier persona, a lo largo de un recorrido interno. Aunque muchas veces es entendible que en el momento de un problema, no pensemos: “Qué bonito que me esté pasando esto” para nada, puedo decir de mi experiencia que muchas veces lo he reprochado, pero un poco después, recuerdo que esto no puede ser eterno, y que debo poner mi grano de arena para que esto de alguna forma asertiva se solucione. Así es como me doy cuenta que es totalmente bueno sentir, pero también decidir y con entera objetividad.
Aunque no está relacionada con la edad, se puede decir que las personas aunque tengan ya cierta edad, no van a tener el mismo grado de madurez. Unas no aprenden de lo que les pasa, otras sí, y saben qué hacer con esa información.
Sin embargo, hay personas que aún no son lo suficientemente mayores y ya tienen un nivel de madurez, pero aún les falta experiencia para vivir distintas situaciones.
Porque existen muchos jóvenes maduros, pero también adultos que carecen de madurez y responsabilidad.
Por eso, aunque muchas veces otras personas no te comprendan, y puedas sentirte mal, recuerda que no todos alcanzan la madurez en el mismo tiempo, ni pasan por las mismas circunstancias o situaciones. No juzguemos y mejor enseñemos un poco.