Reencontrar-te, Amar-te y Renovar-te. ©

Capítulo II: Amor.

Debes de tener a alguien que dé todo por ti, te lo diga, lo demuestre, en privado como en público.
La persona que sea para ti, lo más probable es que “rompa” los esquemas que tenías sobre el amor y las parejas. Es esa que te va a ayudar en lo que esté a su alcance, que te impulsará a mejorar como persona, y te va a querer tal como seas. Obvio no faltarán problemas, pero ambos serán capaces de solucionarlos, la cosa es así: Juntos contra el problema, no el uno contra el otro.

Al igual que uno mismo debe comprometerse a depositar amor, tranquilidad hacia la otra persona.
En el amor como en otras cosas que te propones, trata de voluntad y decisiones.
El dejar ir también es amor, es tanto amor propio, como amor para la otra persona.
Es dañino forzar las cosas cuando ya se ha demostrado que no van bien, por más que nos hayamos encariñado mucho con alguien.
Debemos dejar ir con suavidad algo o alguien, así como entras en la vida de una persona, o sales, cierra la puerta con cariño; y agradece todo lo vivido, descarta lo que no fue tan bueno.
Perdona a las otra persona por su faltas, perdónate a ti si fallaste, pídele perdón a ella.
Si tú no fallaste, quédate tranquil@, no debes nada.
Es mejor no volver a los lugares antiguos donde estuviste, si eso acabó, fue por algo. Lo que pasa y no, siempre esconde una razón.
Así que si estás pasando por “un duelo” de ruptura, experimenta eso, no te prohibas sentir nostalgia, pero no te subestimes ni dejes tu autoestima por algo que actualmente ya no está.