CHANGING BONDS

Capítulo 4: B&D, Bed and Dinner

Harry echó un vistazo a su nueva habitación y quiso jadear; nunca había dormido en un lugar tan glamuroso. Ni siquiera cuando había viajado con Sirius y Remus, y su habitación en Grimmauld Place ciertamente palidecía en comparación. Actualmente se encontraban en la zona de la sala de estar; las paredes eran de color azul intenso, adornadas con blanco, y había unos cuantos cuadros colgados. Justo enfrente, mirando al oeste, estaba la puerta del balcón; era del mismo estilo que las ventanas del frente, sólo que más ancha y alta. En el lado derecho de la sala había una enorme chimenea con largas librerías a ambos lados y un sofá delante. Había dos grupos de sofás y sillones, uno en el centro de la sala con dos sillones, y el otro en la esquina sureste con cuatro sillones. Una pequeña zona de estudio, separada del resto de la habitación por dos grandes plantas en maceta, estaba situada en una esquina junto al balcón.
-Vaya-, respiró Harry, incapaz de contener el jadeo, aunque probablemente le hiciera parecer un completo imbécil.

-Es impresionante, ¿verdad?- sonrió Lucius, aparentemente un poco divertido por el asombro de Harry.

-Sí, lo es. Pero, ¿por qué es tan grande?- Harry miró a su alrededor con asombro.

-Hay cuatro habitaciones para los hijos del Jefe de la Casa, cinco si se cuenta también la habitación del Heredero Aparente. Una para los niños mayores de once años, otra para los menores de once años, y lo mismo para las niñas. Como Narcissa y yo no tenemos más hijos, las habitaciones están ahora vacías, pero si tuviéramos niños mayores de once años, también vivirían en esta habitación-.

-¿Así que el heredero es el único que tiene una habitación propia?-.

-Sí, eso es correcto-.

-Supongo que eso tiene sentido-. Harry estaba interesado en esto; después de todo, era la historia de su nueva familia.

-La mayoría se casaba, o al menos se comprometía, a los dieciocho años, pero si había varios hijos era posible que los mayores de edad tuvieran su propia habitación antes de mudarse a otro lugar-.

-Oh, eso es bastante fascinante. ¿Hay muchas costumbres así en tu familia?-.

-Nuestra familia-, señaló Lucius, -y sí, hay bastantes, demasiadas para enseñarlas en una tarde. Y además, aún no hemos terminado la visita a tu habitación-.

Lucius dirigió a Harry hacia una puerta situada en el lado izquierdo de la habitación y, a través de ella, a un gran dormitorio con todas las paredes cubiertas por un mural que representaba un bosque, por lo que parecía que se encontraba en un claro. Desde aquí también se podía acceder al balcón, y las ventanas seguían siendo las mismas, de estilo algo gótico. Junto a la pared opuesta a la puerta del balcón, había una cama de cuatro postes con colgaduras de color verde oscuro y una mesita de noche y una puerta a ambos lados y un arcón al final. Parecía que el dormitorio estaba situado en una especie de rincón de la casa, ya que también había ventanas en la pared opuesta a la puerta. A la derecha de la puerta, había una librería y un sillón de aspecto cómodo sobre una alfombra oscura y rojiza, y a la izquierda, un tocador. En la esquina suroeste había un diván, un sillón y una mesa de centro.

Esas puertas conducen a un vestidor y a un baño. Te aconsejo que te sientas como en casa y te familiarices con tu nuevo entorno. Un elfo doméstico te recogerá para la cena-. Con esas palabras, Lord Malfoy se marchó, acompañándose del silencioso movimiento de su túnica.

Harry se quedó allí, en medio de su enorme habitación, completamente aturdido y sin saber qué hacer a continuación. Sin embargo, al cabo de unos instantes, sacudió la cabeza y se dirigió a la puerta más cercana, que casualmente conducía al baño. Harry había visto los baños de algunos hoteles de lujo, pero éste los dejaba en evidencia. Además de los elementos habituales, como una cesta y un lavabo, había una bañera hundida y un acuario lleno de plantas exóticas y peces de colores brillantes. El color de los azulejos variaba del azul al turquesa y casi al verde, y los colores se mezclaban formando extraños dibujos.