Jeanine había esperado que Cleo hubiera olvidado su loca carrera desde la prisión durante el fin de semana, pero ella la esperó en la puerta del ala, con el rostro serio y los brazos cruzados. Jeanine se acercó a ella como una colegiala traviesa y miró sus zapatos.
—¿Mejor? —Preguntó ella.
—Sí, debo haber estado enfermándome con algo el viernes.
Ella asintió poco convencida, luego abrió la puerta.
—¿Me dirías si Lara hiciera algo?
—No lo hizo.
—Pero si lo hiciera.
—Te lo diría.
Cleo cerró la puerta detrás de ellas, y caminaron por el pasillo uno al lado del otro.
—Maggy estaba agitada después de que te fueras.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Estaba preocupada por ti, pensó que algo podría haber sucedido.
—Hablaré con ella, lo arreglaré.
—Bueno. Es tu primera participante hoy, ¿verdad?
—Sí, Maggy es la participante número uno.
Cuando Maggy entró en la oficina, se detuvo y miró fijamente. Sus ojos estaban enfocados en la parte superior de la blusa de Jeanine, y se aclaró la garganta para llamar su atención.
—Maggy, toma asiento.
Una sonrisa floreció en sus labios, y se apresuró a sentarse y meterse debajo de la mesa.
—¿Qué estamos haciendo hoy?
—Algunas pruebas pequeñas. Empezaremos con los cuestionarios.
Jeanine le pasó a Maggy la prueba de empatía. La hoja estaba llena de escenarios y declaraciones acerca de cómo se sentiría cada persona involucrada y lo que harían a continuación. Jeanine estudió las reacciones faciales de Maggy cuando leyó cada escenario. No hizo una mueca de disgusto, ni hizo una mueca de preocupación. Sonrió a través de cada pregunta sin importar la naturaleza grotesca.
—Hecho, —anunció con orgullo, deslizando el papel sobre la mesa.
—A continuación, te mostraré algunas fotos y todo lo que tienes que decirme es lo que ves o cómo te hacen sentir.
Maggy se movió arriba y abajo en su asiento y asintió. Los símbolos de tinta negra no parecían mucho, pero Maggy los comparó con símbolos de sangre, genitales masculinos, cuchillos y fuego.
Jeanine anotó sus respuestas con una expresión pasiva.
—Para terminar esta sesión, vamos a jugar un juego de asociación de palabras. Digo una palabra, tú dices la primera que te viene a la cabeza, ¿entiendes?
Maggy se limpió el sudor de la frente y se lo puso en la manga.
—Lo tengo.
—Tierra.
—Cenizas.
—Rojo.
—Llama.
—Castigo.
—Dolor.
—Llorar.
—Risa.
Jeanine anotó todas las palabras de Maggy, luego levantó la vista y sonrió.
—¿Lo hice bien?
—Sí, lo hiciste bien. No hay una respuesta incorrecta.
—Oh.
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La Psicópata
RomanceUna psicópata. Una psicóloga. Un estudio. 🏳️🌈 LGBTQI+ Te invito a disfrutar de esta historia, una adaptación que hice para poder disfrutar de esta historia.