«Tenemos que hablar, no podemos esperar más tiempo.» Siento como los acontecimientos me pisan los talones y tengo que apresurarme para poder hablar con Aksel.
—Tenemos que irnos cuanto antes.
Me paseo infinitas veces por mi habitación hasta que la puerta es golpeada con suavidad antes de abrirse.
—Joen. — Digo al verlo en la puerta.
—Supe que madre quiere casarte a toda costa con Kjeldsen.
—Si.
—¿Y que vas a hacer con él señor Von Tier?
—No lo sé, realmente no lo sé. — Por un momento me siento culpable de seguir guardando silencio y por la otra no sé como afectara a Joen, el enterarse de que madre propicio todo el encuentro que tuvo con Jovanka, a la salida de la casa de Jensen.
—¿Tu que harías? — Pregunto casi sin pensar.
Ambos nos quedamos sumidos en el más absoluto silencio y creo que mi pregunta deja a Joen, sin palabras pues ni yo misma sé con certeza que es lo que debo hacer o como debo reaccionar.
—Creo que tengo que irme, mañana tendré que ir con nuestro padre a la tienda.
—Lo siento lo dije sin pensar. — Me disculpo rápidamente pero él, solo me ve con algo que distingo como ternura para dejar la habitación.
«¿Soy capaz de irme y dejarlo todo?» Paso la noche en vela y por más intentos que hago para dormir, mi mente viaja a toda marcha por las posibilidades, el no ver a Dagny nunca más, ni a Igna, que tantas veces me ha consolado por los retos de madre, mi hermano y mi padre. Realmente reconozco en medio de la noche que no extrañaría tanto a mi madre, pues el último tiempo he podido conocerla realmente y siento algo de resquemor por su actitud e intensiones y padre siempre se ha dejado llevar por ella. Aburrida de la cama, pongo una silla frente a las ventanas que dan hacia las afueras de mi balcón y me acomodo para mirar el amanecer que ya se asoma.
—Kira. — Me giro rápidamente al oír mi nombre y ahí esta Joen.
—¿Cuando entraste?, no te escuche.
—¿Sabes que haría yo...?, lucharía, lucharía con todas mis fuerzas y si creyera que mi destino esta con esa persona que tanto amo, dejaría todo por ella. Las cosas no se dieron con Jovanka, porque quizás no fue nuestro momento pero si tu sientes que él señor Von Tier, es él hombre con el que vas a ser feliz, ve por él y no te arrepientas, es mejor arrepentirse de algo que hiciste a que pienses toda la vida que hubiese pasado si hubieras tenido valor, si lo hubieras dejado todo.
Joen, toma mis manos entre las suyas, las aprieta un poco antes de soltarme y marcharse por donde llego. Pestañeo consecutivas veces, siento una opresión en mi pecho de saber algo que quizás lo animaría a dejarnos e ir en busca de esa persona que lo haría realmente feliz. «Le falta valor.» Pienso al recordar las palabras de Dika. Me apresuro a abrir mi puerta y caminar rápidamente por el pasillo para encontrar a Joen, pero no lo veo, desciendo las escaleras y por la ventana alcanzo a divisar como se sube a la calesa con mi padre para ir al mercadillo.
—Tengo que decirle.
Vuelvo a mi habitación y como si alguien me persiguiera comienzo a vestirme, dejo mi camisón a un lado. «Tengo que hablar con Aksel. » y recambio mi ropa por algo más apropiado para moverme con avidez. Vuelvo a descender las escaleras hasta a la base de la escalera donde me apresuro en llegar a la puerta hasta que Caryn, aparece por el costado.
—¿Donde va señorita?
—A casa de Dagny. — Miento.
—¿Le dijo ya a su madre?
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DAEMONIUM. El Alma de Dios será mía
RomanceAksel, necesita un alma especial que le permita formar su propia legión de demonios por esto sube a la tierra para encontrar el alma perfecta. La señorita Kira Blixen, es una muchacha como cualquier otra hasta que él demonio encuentra en ella lo qu...