Gal y Druig eran amantes eternos a pesar de no decirlo en voz alta, a pesar de que este creía que ella no le correspondía su amor, sin embargo la rubia tenía miedo de herirlo y salir herida ella por lo que jamás intentó algo con él que no fuera más...
Estaban en una montaña. Gal le había pedido a Druig acompañarla hasta ahí pues tenía algo interesante que mostrarle, a lo que él después de ver aquella sonrisa emocionada de la chica, terminó por aceptar.
Gal se puso atrás de Druig y le tapó los ojos con sus dos manos.
-¿Y ahora que está pasando? -artículo sin quejarse con un tono de voz cantarina.
-Es que es una sorpresa y si la ves, ya no lo será más. -respondió simple aún sin quitar sus manos de los ojos del pelinegro.
-Solo no me vayas a tirar -le dice.
-Jamás te dejaría caer. -el muchacho sonrió ante eso. -Ahora cállate y sigue caminando.
Llegaron hasta lo más alto de la montaña dónde irradiaba tanto el sol pero era una vista preciosa sin duda alguna. La ojiazul fue quitando sus manos de poco a poco de los ojos de Druig. Al abrir los ojos se topó con un campo de flores precioso, todas de color rosa, parecía un pequeño paraíso. La rubia al ver la reacción del ojiazul sonrió ampliamente.
-No digas nada, sé que te gusta, solo quiero que lo disfrutes.
-Es que me es necesario decir que es absurdamente hermoso este lugar. ¿Cómo se llama? -cuestionó sin dejar de mirar al frente.
-Yo lo llamo “el paraíso de los vivos" porque los que estamos aquí podemos disfrutarlo, los que ya se fueron nunca lo hicieron.
-Que ingeniosa. -se gira a ella tomándola de la mano para que se quede a su lado. -¿Cuándo descubriste este lugar?
-Desde que llegamos aquí. De hecho lo encontré junto con Sersi y Ajak, espero que no le diga nada a Ikaris porque si es así este lugar será arruinado para siempre.
-Tienes toda la razón. -se quedó atontado mirándola. La chica no dijo nada, también lo miró.
-¿Qué pasa? -se atrevió a preguntar un poco nerviosa.
-Nada, es solo que no importa si estás bajo la luz de la luna o bajo la luz de sol. Tú siempre te ves hermosa. -un pequeño sonrojo se hizo presente en las mejillas de la chica ante las palabras de Druig, ninguno dijo nada. Solo se abrazaron y siguieron disfrutando de la vista de aquel campo lleno de flores rosas bajo la atenta mirada del sol.
𝘼𝘾𝙏𝙐𝘼𝙇𝙄𝘿𝘼𝘿
Gal corre lejos del bosque a donde está toda la multitud. Se percata de la presencia de varios desviantes y a su familia de Eternos combatir con ellos.
Un desviante se da cuenta de su presencia, aprieta sus puños y comienza a golpearlo. El desviante se molesta aún más y va por ella tomándola desprevenida la agarra. Comienza a succionar toda la energía de la rubia, apunto de morir, sus ojos se vuelven blancos, la vida va abandonando poco a poco su cuerpo. Los aldeanos controlados por Druig comienzan a dispararle ocasionando que suelte a Gal y esta caiga al suelo. Kingo termina por matar al desviante.
Druig se acerca corriendo a ella. La carga y la lleva a una choza. Sus compañeros ya han acabado con los desviantes. Todos pasan unos minutos ahí al cuidado de la chica hasta que comienza a despertar. Se remueve incómoda del lugar al ver que todos la observan.
-¿Qué me ha pasado? -pregunta temerosa.
-Casi mueres. -le dice Ikaris. -Un desviante te tomó desprevenida e intentó quitarte la energía. Hace años que no usas tus poderes, debiste quedarte en un lugar seguro. -la rubia lo mira atentamente, cambia su expresión a una confundida.
-¿Disculpa? -ella nunca le contó nada a Ikaris antes, solo Ajak sabía aquello pues le había mandando cientos de cartas. -¿Cómo es que sabes eso? -todos observan a Ikaris esperando respuesta alguna.
-¿No es obvio? -se apresura a hablar Sprite en lugar del castaño.
-Sí -decide cambiar de tema. -Sí, quizás. -se levanta. -¿Dónde están Thena y Gilgamesh? -ninguno de los dos se encuentra en el lugar.
-Gilgamesh murió. -Gal abre la boca para articular algo pero entonces nada sale de esta. Cubre su cara con sus manos y comienza a sollozar. Sersi y Druig se acercan para abrazarla. -Lo lamento, Gigi. -La rubia solo pensó que el rubio no podía ser más hipócrita. Jamás le había dolido nada.
-Debemos irnos de aquí…
Más tarde están en una fogata velando a Gilgamesh. Todos rezan por él. Gal no puede dejar de llorar, Thena está más que destrozada. No es necesario sentirla para darse cuenta de su estado emocional.
Ahora solo les hace falta Phastos y Makkari… El primero es un poco difícil de tratar pues según Druig, a perdido la fe en los humanos.
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