A la mañana siguiente Mayo se despertó con el olor de panqueques recién hechos, una muy linda forma de despertar en realidad, se vistió y para cuando bajó Rius estaba buscando las cosas para el café.
M. Siempre tan madrugador pollo jeje.
R. Mayo, buenos días.- le sonrió dejando las cosas en la barra.
M. Anda, ve a cambiarte, yo me encargo de lo que falta.
R. Pero si solo es el café.
M. Venga, tú sigues en pijama.
Terminó sacándolo de la cocina suavemente para que se fuera a cambiar y él se quedó preparando el café. Desayunaron tranquilos y luego Rius comenzó a repasar lo que aún faltaba, pues iban a tardar con los planos del cuarto nuevo; aún no se les ocurría nada pero faltaban otras cosas más importantes como la ropa y juguetes. Mayo le hizo un chequeo rápido al huevo antes de salir con Rius a otro mapa diferente, ninguno tenía gran noción sobre esos temas pero ya se las arreglarían, o eso querían creer.
Se tardaron horas viendo toda la ropa, incluso le preguntaron varias cosas a algunos de los empleados, tanto se notaba su falta de experiencia que fueron dos personas las que se quedaron con ellos, una chica que aparentemente tenía muchos hermanos y hermanas, y un chico que pronto tendría a su segundo hijo.
R. ¿Qué te parece este? - preguntó alegre mostrándole al androide un mameluco lleno de animalitos de granja, Mayo sonrió, la verdad ya esperaba algo así de él.
M. Seguro se ve lindo
-. Pero en otra talla mejor, eso le quedará hasta que cumpla un año. - el chico se acercó a ver la prenda.- Yo me encargo, no se preocupen, ya vuelvo.
+. Podrían llevarle ropa para después si gustan, hay mucha variedad para escoger. ¿Ya eligieron juguetes?
M. No, la verdad lo primero que pensamos fue ropa
+. Mmm...yo hubiera pensado primero en comida jeje... En un momento vamos a ello, tengo amigos que también son aves así que puedo recomendarles varios alimentos y preparaciones con semillas
R. ¿Semillas? ¿Tan pequeño?
M. ¿No basta con leche al menos unos meses?
+. Pues es medio pollo así que...bueno... a menos de que usted sí sea humano...
M. ¿Yo?....¿Por qué importaría si soy-..? ....Oh no...- miró de reojo a Rius y su fuerte sonrojo solo confirmó lo que temía que pensaba la chica.- N-no, no es mío, p-pero supongo que si es..medio humano...- se aclaró la garganta tratando de controlarse, aunque tenía un sutil sonrojo en las mejillas.
+. Oh...ups jeje. Lo siento, me hice ideas yo solita. Pero bien, es bueno saberlo, le puedo recomendar más variedad de alimentos si es medio humano.
Interrumpieron esa charla cuando el chico llegó con varios juegos de ropa, para toda ocasión y de gran variedad de colores y diseños. Luego de ello siguieron con la comida y la chica incluso aceptó darle su número de teléfono a Rius cuando éste se lo pidió por si en algún momento tenían preguntas, se notaba que sabía mucho de cuidar niños de muchas especies.
Fueron muy amables, respondían cada duda y además estaban bien informados, les recomendaron marcas, mencionaban características importantes, los ingredientes de algunos productos por la genética del pollo pues podría ser alérgico a algunas cosas. Se quedaron con ambos hasta que la tienda cerró e incluso en la salida los acompañaron ayudando con un par de bolsas. No consiguieron comprar todo obviamente, eso jamás se puede arreglar en un día, pero les agradó la idea de regresar otro día por algunos juguetes y complementos.
Fueron directo a la casa de Mayo para que él guardara todo ya que Rius no tenía un lugar donde ocultar tantas cosas. Rius fue a ver el huevo mientras Mayo metía todo en un cofre y aunque no tardó mucho, cuando fue a buscar al pollo él ya se había dormido en el sofá junto a la incubadora. Se veía adorable, incluso le tomó una foto pero no podía quedarse a dormir ahí, la última vez había hecho su nido y eso lo mantuvo caliente pero esta vez podría enfermar porque no podía dejar la chimenea encendida toda la noche.
M. Rius...venga pollito, despierta, debemos subir.- le movió suave medio despertándolo con algo de trabajo.- Anda, yo me encargo de él.
Rius hizo el ademán de levantarse tras dejar el huevo en manos de Mayo, pero después de que lo dejó en la incubadora asegurándose de que todo estaba en orden, volteó a ver a Rius y éste ya se había vuelto a dormir hecho bolita; estaba muy esponjado, comprensible al comenzar a bajar la temperatura. El menor se acercó y acarició su mejilla en un acto involuntario, sonrió y trató de volver a despertarlo sin éxito, así que no le quedó de otra que cargarlo hasta la habitación de huéspedes, aunque no esperaba que en el camino Rius se acurrucara más en su pecho y lo...¿olfateara?
Sí, había sido un gesto sutil pero al acurrucarse más cerca había dado un profundo suspiro, captando así su esencia y relajándose más al saber que estaba seguro. Mayo ni siquiera se dió cuenta de su propio sonrojo porque su cuerpo reaccionaba a lo que su cabeza sabía; los instintos son curiosos, uno se puede sentir de maravilla con un solo estímulo, como los recuerdos que puede traer el olor a lluvia en un día templado. Pero muy en el fondo Mayo sabía que en el caso de Rius esos instintos se habían intensificado por el huevo y lo normal sería que esa seguridad se la diera...su pareja...
Su mente se justificaba diciendo que esas reacciones se debían a que lo estaba ayudando, pero la química entre ambos ya comenzaba a acentuarse y ninguno podría evitarlo. Tarde o temprano se darían cuenta.
Hizo a un lado esos pensamientos y se concentró en dejar a Rius con cuidado en la cama pero un nuevo problema surgió. Rius estaba aferrado a su ropa, simplemente no quería soltarlo, incluso comenzaba a hacer un puchero cuando sentía que estaba más lejos y a Mayo no se le ocurrió una mejor idea que quitarse la camisa y dejársela como si de un peluche se tratase. La abrió sin mucho esfuerzo y salió de ella por debajo, acomodando al pollo que casi al instante la abrazó con una tenue sonrisa, suspirando de nuevo hecho bolita en la cama, después de eso Mayo simplemente se fue a dormir.
A la mañana siguiente Rius despertó inusualmente feliz y tranquilo, no le molestaba pero era extraño y solo se volvió más raro cuando vio que estaba abrazando la camisa de su amigo. Estaba completamente desconcertado, intentaba recordar algo de la noche anterior pero su último pensamiento consciente era haberle entregado el huevo a Mayo para regresarlo a la incubadora y después acurrucarse en sus brazos... ¡Espera! ¡¿Qué?!
Se puso nervioso por un instante sin saber porqué..no, mentía, claro que sabía la razón, desde lo ocurrido cuando fueron a ver casas no paraba de notar los lindos rasgos que tenía el azabache y trataba de ignorar esos pensamientos cuanto podía pero cada vez era más difícil conseguirlo.
M. Que bien, ya estás despierto.- tenía que aparecer justo en ese instante, claro que si.- El desayuno está listo, baja.
R. M-mayo, buenos días.
M. ..¿Qué pasa? - por supuesto que había notado sus nervios.
R. ¿Es...e-esto es tuyo? - Mayo sonrió divertido al ver la prenda que le mostraba y la tomó, una broma no hacía daño, ¿no?
M. Gracias por devolverla, creí que no la recuperaría después de que me la quitaras anoche.
R. ¿Q-qué?...- Mayo comenzó a reír pero él no podía quitarse el sonrojo que había invadido su cara.- ...D-disculpa, no quería hacerlo, no recuerdo nada...
M. ¿Pollo? -dejó de reír al verlo evadir su mirada avergonzado, no esperaba esa reacción, Rius se lo había tomado en serio.- Hey, estaba bromeando...vine a dejarte a tu habitación y tuve que dejarla porque no la soltabas.
No sabía si eso era mejor o peor, se quedó callado y un silencio incómodo apareció entre ambos. Pasaron un par de minutos que para el pollo se sintieron como horas y finalmente habló diciéndole a Mayo que bajaría enseguida, primero debía tomar una ducha. El androide asintió y bajó tan tranquilo como pudo fingir pero la realidad es que estaba muy confundido por la forma de actuar del mayor; usualmente se reiría, se enojaría, fingiría molestarse o hasta le tiraría una almohada en la cara pero esta vez se lo tomó en serio...¿Por qué?...No había razón alguna para ello...¿O si?...

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Con amor
FanfictionLa vida puede cambiar en tan solo un instante. Él se lo había propuesto, pero no imaginó que las cosas se saldrían de control en una sola noche. Rius deberá aclarar sus sentimientos antes de que el peligro alcance aquella nueva razón que tiene para...