Omicron, el Comandante del Caos (Un fanfic de Percy Jackson) Traducción

Capítulo 14

[Descargo de responsabilidad: Nada es mío, yo solo traduzco. La historia es de annabeth1213 y PJ pertenece al tío Rick.]

[Disclaimer: None of this is mine, I just translate]

Este capítulo va dedicado a __makkitha_011__ por ser la primera en contestar correctamente a la pregunta, básicamente, Percy amenazó al guardia con sacar el Rayo Maestro.

Percy POV

—Sí, creo que deberías decirles quién eres.

—¿Pero y si están enojadas conmigo? —me preguntó Luke con una mirada preocupada en su rostro.

Suspiré. —No están enojadas contigo. Moriste como un héroe. Sólo deberías decirles.

—Bien. Les diré.

Ambos sabíamos que Luke tenía que decirles pronto a Annabeth y Thalía quién es. Eventualmente lo descubrirán por sí mismas y estarían muy molestas si lo descubrieran antes de que les dijera. Y no quisiera estar a unos cuántos kilómetros alrededor de esas dos cuando pasara... pero probablemente sería el que las detuviera de matarlo.

—¿Estás lista para esta misión? —le pregunté a Silena mientras nos acercábamos a la colina donde nos íbamos a encontrar con los otros miembros de la misión. Sólo éramos yo, Sigma y Lambda de los soldados con Thalía, Nico y Annabeth.

Silena me dio una mirada preocupada. —Todavía no entiendo por qué me elegiste a mí. No soy una peleadora tan buena.

—Esta misión es toda sobre diplomacia. Tenemos que conseguir que los romanos nos ayuden de alguna manera, lo que ya es de por si imposible, así que alguien con embruja-habla es siempre alguien bueno de tener.

—Bueno, haré lo mejor que pueda. Nos vas a transportar, ¿verdad?

Me encogí ante eso. —No lo sé, espero tener suficiente energía para un portal.

—¡Será mejor que sí! No voy a caminar todo el camino. Me recuerda demasiado de los entrenamientos que te gusta hacernos hacer.

Sonreí burlonamente ante la opinión de Luke de mis métodos de enseñanza. Puede que me haya divertido un poco demasiado decidiendo cuán lejos correríamos como calentamiento todos los días...

—¿Así que cómo vamos a llegar al campamento romano? —dijo una voz demandante detrás nuestro. Sonreí al darme cuenta de que era Thalía, con Nico arrastrándose cerca detrás de ella.

—Bueno, creo que vamos a caminar todo el camino. Mis soldados pueden manejarlo. Sólo no estoy seguro de que ustedes puedan mantener el paso, —dije, tratando de mantener mi tono sin emociones y fallando miserablemente.

Me estudió con sus intensos ojos azules. —No hay forma de que hagas al pobre Aliento Muerto caminar todo el camino. No creo que lo logre, —respondió, dándose cuenta de que estaba molestándolos y decidiendo unirse a mi contra Nico, como solíamos hacer.

—¡También podría lograrlo! —gritó Nico indignado, por un minuto sondando como lo hacía la primera vez que lo conocí, es decir, como un molesto niño obsesionado con la Mitomagia.

Miré a Thalía, aun manteniendo un rostro serio y sentí como si ella pudiera en realidad ver en mis ojos verdemar debajo de mi capucha. Entonces el momento pasó, y estábamos rodando en el suelo por la risa, riendo histéricamente de la respuesta infantil de Nico.

—¿En serio, Ómicron? —preguntó Luke, rodando los ojos—. Habría pensado que la inmortalidad te haría más maduro que esto para ahora, pero supongo que algunas personas nunca crecen. No creía eso hasta ahora.