Omicron, el Comandante del Caos (Un fanfic de Percy Jackson) Traducción

Capítulo 7

[Disclamer: Nada es mío, yo solo traduzco]

[Disclaimer: None of this is mine, I just translate]

Nico POV

Entré en el portal detrás de Annabeth y Omicron, y de repente estaba de pie en la colina Mestiza. Annabeth se veía como si fuera a matar al comandante por arrastrarla a través del portal, pero agarré sus brazos detrás de su espalda y le dije que se calmara. Cuando se ponía así, solo el resto de los Siete (excepto Nick), Quirón o Thalia podían tranquilizarla. O a veces ese campista inmortal de Atenea...

Sí, soy parte de los Siete. Los Siete somos: yo, Annabeth, Jason, Piper, Leo, Hazel, y Nick. De acuerdo con Rachel, Nick remplazó a Percy y yo tomé el lugar de Frank después de que él murió en las Puertas de la Muerte. Él es el que se quedó atrás para cerrarlas. Todavía me siento culpable sobre eso... quiero decir, si hubiera sobrevivido, le habrían dado la inmortalidad en lugar de a mí. De cualquier forma, el único otro campista inmortal es ese raro campista de Atenea, Alec. Algo siempre se sintió raro sobre él.

Bajamos la colina hacia las cabañas, y estaba feliz de que no hubiera cambiado mucho en los pasados trescientos años. Teníamos todas las otras cabañas que habían sido agregadas después del deseo de Percy, pero esa era realmente la única diferencia de cuando lo vi por primera vez. Aún el mismo viejo Campamento Mestizo, lo que es una cosa muy, muy buena si me preguntan.

Todos los otros campistas corrieron hacia nosotros, curiosos sobre los doce recién venidos. Uno de los doce parecía estar particularmente interesado en mí, pero lo ignoré.

—¡Campistas! —gritó Nick. Por supuesto, tenía que ser el que les dijera a todos lo que estaba pasando. Supongo que es su trabajo, pero le gustaba sonar más inteligente que todos los demás—. Caos ha decidido que es necesario enviarnos ayuda, la cual estoy seguro de que no necesitamos, pero lo mejor será que lo aceptemos por ahora. Podemos mostrarles que su ayuda no es requerida, porque todas nuestras habilidades como campistas seguramente superaran las de ellos (con esto se refería a él solamente), y también que ganaremos esta guerra fácilmente.

Estaba a punto de hablar y hundir su ego, cuando naturalmente Annabeth me ganó. —Nick, sabes que esta será la guerra más difícil que hemos enfrentado. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir, ¡deberías superarlo y aceptarlo!

—¡Soy el director de este campamento y me tratarás con respeto! ¿Quieres ser exiliada durante algunos años más? Yo...

—Sí, estoy seguro de que esto es muy fascinante, —interrumpió Omicron—, pero como estaremos trabajando juntos en el futuro próximo, creo que debería hacer lo que la Srita Chase sugirió. —Dijo futuro próximo como si fuera una broma el usar esa palabra, y algunos soldados parecían divertidos por ello.

—Ni siquiera sabemos si podemos confiar en ustedes, —añadió Nick.

—Nick... —empezó Quirón, pero Omicron solo sacudió la mano hacia él—. Si supieras quienes son algunos de nosotros, ¿eso te ayudaría?

Nick parecía a punto de discutir, pero supongo que estaba tan curioso como el resto de nosotros, porque solo asintió.

—¿A lo mejor a los Olímpicos les gustaría unírsenos? —gritó Omicron hacia el cielo, y todos aparecieron en un destello de luz, luciendo un poco confundidos.

Omicron se giró y parecía que estaba silenciosamente preguntándoles algo a cada uno, y cuando acabó, se giró, satisfecho. —Siete de nosotros se revelarán. El resto podría hacerlo en algún punto del futuro, pero nos preocuparemos de eso más tarde. —Entonces les hizo un gesto a tres de ellos; el que tenía un forro dorado en su capa, el que tenía el blanco, y el último con azul obscuro.