Tύ ereѕ мι deвιlιdαd© |KTH| >>+18

~Capítulo 21~

2/2✨

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Esto solo es una advertencia.
Disfruta de la lectura.♥️✨
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Parpadeé un par de veces y sentí algo duro contra mis caderas, me ardió el rostro al pensar lo que sería y sentí el cuerpo entero arder por completo, Taehyung también emanaba calor a través de sus ropas. 

—Taehyung... —iba a hablar pero me giró muy rápido sobre mi sitio y quedé frente a él. 

Mi corazón se subió a mi garganta al mirarlo de frente y el pelinegro tenía la respiración pesada, nuestros torsos se tocaban y mi respiración comenzaba a acelerarse. 

—Oh Sujin— mencionó mi nombre con un tono grave y apreté mi interior. 

Subió su mano a mi mejilla y elevó mi rostro, su tacto me quemó el área que toco y ya no podía pensar en nada más que en sus labios entreabiertos delante mía. Al diablo la tarea, pensé. 

—Taehyung— su nombre salió de mis labios entre un suspiró lleno de deseo. 

Se quejó ante mí voz y humedecido sus labios con su lengua para por fin unir nuestras bocas en un beso húmedo. Cerré los ojos y devoré sus labios justo como él hacía con los míos, con urgencia y desesperación, como si nunca antes lo hubiéramos hecho.

Puso su otra mano en mi cintura y acarició con pesadez toda el área hasta llegar a mi espalda baja, la mano que estaba en mi mejilla pasó de inmediato a mi nuca e hizo presión para profundizar más nuestro beso. Sentía que el aire me faltaba pero no me quería separar, llevé mis manos a sus caderas y gimió contra mi boca al tocarlo. 

—Quiero quitarte la ropa— dijo entre suspiros sobre mis labios y apreté mis manos en sus caderas—, más bien quiero arrancarla. 

Aquello provocó que abriera los ojos y me separé de él, suspiré jadeante para poder llenar mis pulmones de aire y a Taehyung le brillaban los ojos. Su pecho subía y bajaba rápidamente, hizo presión en mi nuca para acercar de nuevo nuestras bocas pero me detuve. 

—Vamos a la cama— dije jadeante y me sonrió de lado travieso.

No dijo nada y me jaló con fuerza detrás suyo, nos detuvimos delante de su cama y mi corazón golpeaba duramente mi pecho. Me dolía pero de una buena forma. 

Me quité las sandalias junto con mis calcetines sin dejar de mirarlo y relamí mis labios para humedecerlos, me jaló un poco para estamparme contra su cuerpo, mi mano quedó atrapada entre su pecho y el mío. 

—Una vez continuemos no me quiero detener— dijo con voz grave y mirándome directo a los ojos—, ¿me entendí? 

Mi respiración se aceleró en respuesta y bajé la vista a sus labios, pasó la lengua lentamente por ellos y mi vientre se contrajo. Asentí lentamente y colocó una mano en mi cadera, mi cuerpo tembló y elevó un poco mi blusa para tocar directamente mi piel. 

—Ve a aquel cajón y trae lo que esté ahí adentro— me señaló con sus ojos y lo miré confundida. 

¿No iba a seguir con lo nuestro? Fui hacía el pequeño mueble y lo abrí confundida pero abrí la boca al ver que había un par de condones encima de todo lo demás. Suspiré jadeante y tomé uno temerosa, cerré el cajón y lo miré de nuevo con una sonrisa ladina. 

Tenía su pantalón desabrochado y ya no tenía la playera puesta, inhale mucho aire pues la imagen me excitó. Creo que eso se quedará muy grabado en mi mente.