~Capítulo 29~

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~💙~

POV NAMJOON

Miraba frustrado la banqueta por donde caminaba, Lily olvidó su medicina en casa y mi madre me obligó a llevarla a la universidad, no quería hacerlo pues ir a la universidad implicaba poder encontrarme con Sujin. 

Desde mi llegada ella me ha estado evitando completamente, y lo sé porque la conozco. Sé muy bien cuando algo le atemoriza. Sus ojos se ponen muy nerviosos y tiende a quedarse quieta por los nervios que la controlan. 

—Hola buenos días— saludé al guardia que estaba en la entrada. 

La otra vez que vine no había nadie. 

—Buenos días. ¿Se le ofrece algo?— preguntó cordial y suspiré. 

—Vine a entregarle unas pastillas a mi hermana, ¿cree que pueda pasar a dárselas?— le mostré el frasco y el guardia solo me dejó pasar. 

—No tarde joven— dijo en cuanto entré y suspiré. 

Miré con detenimiento la universidad y los edificios que había en ella, seguí el camino con el letrero que indicaba artes. 

Pasé un largo año viviendo con mi padre en Estados Unidos, mi inglés mejoró mucho, maduré, crecí y mi modo de ver las cosas también cambió. Siempre estuve pensando en Sujin aún cuando salía con otras chicas en algunas citas, me era imposible no compararla con ellas, nadie le podía llegar a los talones. 

Sujin fue mi primera novia, mi primer beso, mi primera vez y sé qué yo también fui algunas de sus primeras veces. Pensar en ella en este año me hizo ver lo patético que fui cuando fuimos novios, era estupido, me dejaba ir muy rápido por mis amistades y aunque me cueste admitirlo también fui inmaduro. No trate a Sujin como la prioridad que era. 

Cuando me plantee volver lo primero que quería hacer es hablar con ella, verla y abrazarla como lo hacíamos de novios. Me maldije mil veces por haber terminado nuestra relación, me dejé llevar por la situación que enfrentaban nuestros padres. 

—Ella es lo único bueno que he tenido en mi vida— me dije a mi mismo y visualice el edificio. 

Me detuve un momento al ver un par de jóvenes en el camino, fruncí el ceño pues solo veía la espalda de uno ya que me tapaba la vista de la otra persona. 

Seguí caminando y se me aceleró el corazón al ver que la otra persona era Sujin. Sonreí y apresure mi paso, solo iba a saludarla, sé que ella aun no quiere hablar conmigo y no la voy obligar tampoco. 

Estaba a unos cuantos pasos y me sorprendí un poco al ver el semblante triste de Sujin. ¿Qué está pasando? ¿Está llorando? Continué mi camino hacía ellos cuando de pronto el chico volvió a hablar. 

—En verdad lo siento Sujin, perdóname por drogarte— escuchar eso me hizo hervir el cuerpo. 

¿La drogo? Fruncí mi ceño sintiendo la rabia apoderarse de mi cuerpo, Sujin se sorprendió de verme y yo solo me acerque sin dudar al estúpido que se atrevió a eso. 

—Repite lo que dijiste bastardo— mi voz salió muy fría de mis labios. 

El pelinegro se sobresaltó de oírme y me miró asustado. Quería golpearlo y muy fuerte. 

—Y-yo lo siento, me e-estaba disculpando con Sujin— la voz del chico salió toda entrecortada. 

Suspiré frustrado y comencé a hacerme ideas de lo que quería lograr con eso. 

—¿Por qué la drogaste?— me fue imposible no tratar de empujarlo. 

Estaba enojado, ¿cómo demonios se le ocurrió hacer eso? Hice mis manos en un puño y traté de controlar las ganas de tirarle un golpe en la quijada. 

Tύ ereѕ мι deвιlιdαd© |KTH| >>+18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora