~Capítulo 25~

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~💙~



Pasé la lengua por mis labios sintiéndome incómoda, tenía la boca demasiado seca y sentía mi cabeza pesada. ¿Qué demonios pasó anoche?

Abrí mis ojos con dificultad y sentí mi presión bajar al verme en un cuarto que no reconozco, miré mi cuerpo de inmediato y se me fue el aire al verme vestida con una camiseta negra de hombre. ¿Qué demonios pasó anoche? Me pregunté de nuevo mirando a mi alrededor. 

Me puse de pie algo desesperada y sintiendo mi corazón subirse a mi garganta por el terror, miré mi ropa doblada sobre un pequeño mueble y traté de vestirme enseguida con las manos temblando. ¿Por qué no recuerdo nada de anoche? Me sobresalte al escuchar la puerta abrirse y me cubrí el cuerpo con las manos ya que me había retirado la camiseta. Me sorprendí de ver a Kookie en la puerta y cerró los ojos al verme. 

—L-lo siento, no era mi intención entrar a espiar— me relajé de no estar con un desconocido. 

Pero, ¿cómo llegué aquí? Aproveche sus ojos cerrados y me vestí de inmediato, casi me caigo al ponerme la falda. 

—Ya puedes abrir los ojos— contesté tímida y nuestros ojos se encontraron. 

Me sonrió tímido y sentí mis mejillas arder, pensándolo a fondo recuerdo que nos vimos ayer antes de perder la conciencia con Yeonjun. ¡Yeonjun! Abrí los ojos de golpe y me acerqué a mi bolsa apresurada, busqué mi celular y tenía varios mensajes. Sentí a Kookie acercarse por mi espalda y lo miré, me miraba algo preocupado. 

—¿Estás bien?— preguntó de manera delicada y me tomó de la espalda. 

Su toque se sintió cálido y le sonreí de inmediato, parece ser que estoy en su casa porque me salvó de Yeonjun. 

—Sí, gracias. Creo que si no te hubieras aparecido anoche otra sería mi situación— dije bajando la mirada. 

Sentí mi pecho estrujarse y como crecía un nudo en mi garganta al pensar en la seriedad del asunto.

Hubiera sido violada y no me habría dado cuenta de nada porque no recuerdo nada de lo que pasó después de que me encontré con Kookie. Mis ojos comenzaron a picar y sentí como el castaño me rodeaba en un cálido abrazo. 

—Tranquila linda— cerré los ojos ante su dulce voz y las lágrimas descendieron por mis mejillas—, no hubiera permitido por nada que te llevarán en tal estado. Fue cosa del destino que estuviera ahí— sonreí ante eso y lo abracé más fuerte. 

La calidez de su cuerpo se sentía confortable y muy agradable. Hundí mi cara en su cuello y dejé salir el sentimiento de culpa, culpa por dejarme llevar y culpa por no darme cuenta antes. 

Sus intenciones fueron demasiado claras. Soy tonta por no darme cuenta.

—Todo está bien Sujin— acarició con cariño mi cabello y solté el llanto. 

—G-gracias Kookie— dije entre sollozos y me separé de él. 

Dejé húmeda su camisa del hombro y me avergoncé un poco de que me viera en tal estado, me limpie las lágrimas restantes y sorbí un poco de mi nariz. 

—No es nada preciosa— me sonrió con ternura y sentí mis mejillas arder. 

Estoy segura que me veo de todo menos preciosa. 

Tύ ereѕ мι deвιlιdαd© |KTH| >>+18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora