~Capítulo 5~

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~🖤~


Nos sobresaltamos al escuchar el sonido de un claxon, busqué con la mirada a quien nos había interrumpido y el profesor Kim estaba detrás de nosotros aún dentro de su auto. Mi cara se ruborizó cuando nuestros ojos se encontraron y solo volteé por naturaleza hacía otro lado. 

—¿No debería de estar en el aula señorita Su?— tragué en seco al escucharlo alzar la voz.

Tenía razón, hacía dos minutos que sonó el timbre y yo aún seguía aquí parada. A nada de que Jimin me besara.

—Nos vemos, Jimin— susurre apenada y salí dando zancadas hacia la universidad. 

¿Jimin iba a besarme? Negué avergonzada y me tomé de las mejillas algo tímida, y yo ni siquiera me inmute. ¡Demonios! Lo peor es que el profesor Kim presenció todo. ¡Qué pena! 

—Un momento— me detuve en seco y fruncí el ceño. 

¿Qué hacía el profesor aún en su auto? A él le molesta la impuntualidad y el timbre ya había sonado, nunca antes había llegado tarde.

Visualice mi edificio y retome de nuevo mis pasos, espero que el profesor no vaya a pensar lo peor de mi, soy la mejor de su clase y así quiero permanecer.

Entre a mi aula sin mirar a nadie y me senté en mi lugar habitual de siempre, tal parece que Lily aún no ha llegado, dejé caer la cabeza en el escritorio y un suspiró se me escapó, mi cabeza va estar ocupada todo el fin de semana, lo bueno es que no veo a Jimin hasta el lunes pero parece que voy a pensar en él estos días. Sentí la cara arder y alguien tomó asiento a mi lado. 

—¿Por qué llegas tarde Lily?— pregunté al tiempo que levantaba la mirada. 

Me sentí apenada al ver que no era mi mejor amiga, sino un chico pelinegro con una gran apariencia, me miró y me sentí nerviosa de que nuestros ojos se cruzaran. 

—L-lo siento, te confundí— dije apenada y regresé la cabeza al escritorio. 

¿Por qué se sentó a mi lado? El aula es muy grande y hay muchos asientos vacíos, nadie se sienta al lado de alguien que no conoce. Y menos si es nuevo.

—Buenos días alumnos, disculpen la demora— el profesor Kim entró al aula. 

Yo sentía pena de levantar la mirada y que nuestros ojos se encontraran. ¡Aquella situación fue bochornosa!

—Bueno chicos, el día de hoy vamos a ver cómo se confecciona una prenda íntima, llámese lencería— aquello me hizo levantar la vista de golpe.

¿En serio dijo eso? Al momento de levantar mi vista me sorprendí de que el profesor Kim me estuviera viendo, tal y como lo pensé. Evité su mirada y saqué un cuaderno de mi bolsa. 

—¿Alguien puede mencionarme una prenda íntima?— preguntó al aire y raramente todos estaban atentos hoy. 

—Un sostén— dijo una chica levantando la mano. 

—Bien, ¿alguien más?— miró a todos y al final se detuvo en mí. 

—Una tanga— dijo un joven de adelante. 

—Excelente, ¿quién más?

—Un liguero— dijo el joven a mi lado y el maestro se sorprendió. 

—Buena, buena— hizo un ademán con la cabeza—, ¿algo más señorita Su?— los ojos del profesor Kim se detuvieron en mi. 

Tragué en seco y comencé a ponerme nerviosa de que no saliera nada de mi boca, y todo es culpa de lo que sucedió con Jimin. Miré a mi escritorio y vi que el chico había escrito algo en su libreta y me lo estaba mostrando, ¿medias? Abrí los ojos al entender. 

Tύ ereѕ мι deвιlιdαd© |KTH| >>+18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora