章节 五

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—Dr

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—Dr. Wang, ¿Realmente se va a llevar todo eso?

Un Wang Yibo con el ceño fruncido se apareció de entre los pasillos del supermercado, con un montón de cosas que Xiao Zhan catáloga como innecesarias en los brazos, metiéndolos de un sólo tirón al carrito. —¿Por qué sigues llamándome de esa manera?

El pelinegro sonrió ligeramente, negando con la cabeza. —Es mi superior, después de todo.

—También somos amigos, Xiao Xiao.— Wang Yibo pudo ver desde su lugar como Xiao Zhan enrojeció, caminando detrás de él para ocultar de tal manera su vergüenza, que claramente ya había notado. Pero el otro no tenía porque saberlo.

. . .

Xiao Zhan tenía un completo lío formado en su mente. Estaba preocupado con la ausencia que había tenido la noche anterior en el bar donde trabajaba.

El lugar tenía una buena paga cada fin de semana, lo suficiente para juntar rápido el costo de su cirugía si lo mezclaba con la paga del restaurant donde trabajaba durante el día. Pero ahora que no había asistido una noche, tenía miedo de que su jefe le descontara su paga. El hombre era un completo monstruo tacaño.

No tenía reunido más de la mitad del dinero de la cirugía, y ya faltaban dos semanas para el día programado de realizarse.

Decir que estaba angustiado era poco, más bien estaba por entrar en pánico por aquello. Pero el hecho de que ahora mismo estuviera al lado de Wang Yibo, mientras cocinaba lo hacía olvidarse de esa emoción negativa para ser reemplazada por un sentimiento que no podía decifrar.

Además, el hecho de ser llamado por este mismo como "Xiao Xiao", sin razón alguna aparente, hacía parecer que su estómago tenía cosquillas adentro, y sus corazadas estabas érraticas. Aparte de esto, por algún motivo ese apodo le recordaba tanto a una situación ya vivida. Pero no podía recodar de dónde, o qué era esa sensación nostálgica que sentía cada que era llamado de tal manera por su salvador.

Xiao Zhan movía los ojos de un lado a otro, intentando buscar una salida a esa sensación bochornosa que poco a poco se volvía cada vez más fuerte. —Si puedo preguntar, ¿Por qué su casa es tan grande si vive solo?

Wang Yibo estaba demasiado ocupado acomodando las compras en los estantes al igual que tratando de no perder la cordura por estar cerca de Xiao Zhan. —Dil-Jie la elegió.

—¿Dil-Jie?

El médico hizo un sonido de afirmación, aún sin mirar al chico. —Mi hermana mayor, Dilraba.— Respondió simple, mirando finalmente a Xiao Zhan. Se dió cuenta de tal manera que éste se había quedado completamente quieto en su lugar, con las manos hechas puños sobre la barra y con los ojos cerrados con fuerza. —¿Estás bien?

Xiao Zhan asintió con rígidez, haciendo ademán con la mano una vez que el dolor en su cabeza se disipó. —Sí, gracias, Ge.— En ese preciso momento, Zhan se volvió un tomate en cuanto se dió cuenta de la manera en que se había referido a Wang Yibo. —Yo no...

Hello, Little Happiness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora