章节 二十六

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Desde la partida de Wang ZhuoCheng ya se había cumplido el medio año, tiempo en el que Liu HaiKuan no mejoró ni siquiera un pequeño ápice, tampoco poniendo de su parte para dejar ir al otro

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Desde la partida de Wang ZhuoCheng ya se había cumplido el medio año, tiempo en el que Liu HaiKuan no mejoró ni siquiera un pequeño ápice, tampoco poniendo de su parte para dejar ir al otro.

Sabía que seguir amándolo era algo pérdido, puesto que en su mente ya tenía la idea de que ZhuoCheng no regresaría. Pero, a pesar de ellol, no quería olvídarse de él. Algo en su profundidad le hacía hacer que no lo dejara.

Como de costumbre, con su rostro estóico y extenuante como los últimos meses, rondaba por la sala principal de ZhuTing, cerca de la entrada. Todo parecía indicar que la tranquilidad reciente que tenía el Hospital no dudaría demasiado, puesto que desde dentro pudo ver como llegaban las ambulancias respectivas, bajando de esta un par de camillas.

No obstante, hubo una que llamó su atención, dado que esta portaba a un chico completamente manchado de sangre y en evidente estado de inconsciencia, mientras que los otros se notaban menos heridos. Incluso estaban despiertos.

Frunció el ceño, siguiendo con la mirada dicha camilla. No pudo aguantar, empezó a seguirla a paso menor que los de urgencias, escuchando con atención a las enfermeras que daban la información a Dilraba —.Fue herido por dos balas en el abdomen, tal pareciera que su hígado ha sido dañado. También presenta sangrado excesivo y daños en distintas partes del cuerpo por grandes cantidades de golpes.

La superior corrió más rápido detrás de la camilla, aún sin percatarse de su presencia  atrás, prosiguiendo con su evaluación en el jóven —. Cirugía instantánea y transfusión de sangre. Ha pérdido demasiada, puede fallecer ¡Rápido!

La enfermera llamaba aquí y allá a más personal para la próxima operación, hablándole por último a Dilmurat otra vez. —Dra. ¿Cuál es el nombre y edad del paciente?

Dil Jie miró al azabache en la camilla, herido y en riesgo de morirse. No era necesario un expediente con su información, lo conocía bien. Estuvo por hablar. Sin embargo, al momento en que estuvieron frente al área aséptica, listos para entrar, dió un paso atrás, cosa que le permitió a HaiKuan tener acceso con la vista al paciente.

—Cheng...

Dilraba se giró, estando ya desesperada. Ella, al notar que Liu HaiKuan estaba al borde de ponerse a llorar, algo que era lógico, y lo comprendía, se interpuso en el camino, bloqueándole el paso —.Ahora no. Él está grave; haré todo lo que esté en mis manos.

—Jie, tienes que salvarlo— súplico, agarrando los hombros de la superior con fuerza —. Sálvalo, por favor.

Liu HaiKuan pudo sentirse levemente aliviado ante el asentimiento de Dilraba, seguido de apurarse, seguido del demás personal a entrar al quirófano.

Se suponía que debería odiar a ZhuoCheng, tal como personas ajenas se lo habían dicho, pero él simplemente nunca pudo hacerlo y no sabía el por qué, pues con todo lo que el menor había hecho para con él era una buena razón para tomarle rencor. Pero no. Nunca pudo sentirlo; ahora mucho menos.

Hello, Little Happiness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora