Xiao Zhan es un inseguro chef de comienzo que sólo busca una salida a la mala vida que lleva. Sin embargo, en esa búsqueda se encuentra con Wang Yibo, el chico con el cual aprenderá que el corazón puede volver a ser reparado para amar.
Wang Yibo es...
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Cuatro meses después.
Por primera vez en su vida de trabajo laboral, Wang Yibo se sentía incómodo en una sesión con una paciente.
No era por verla o tocarla, sino por la actitud de ella, y es que, según lo dicho por Cheng Xiao, su supuesta paciente, sólo quería ser revisada para confirmar sus sospechas de un embarazo, pero que, a pesar de que ya le había dicho que no estaba en espera, ella aún así parecía querer decírle más cosas relacionadas con aquello sólo para mantenerse ahí con él. Por si fuera poco, ella en toda su revisión, no paro de insinuarse.
Reprimió sus ganas de hacer gestos de frustración por la insistencia de la chica. Se giró a ella, entregándole el documento de sus resultados. Después, volvió su vista al computador, comenzando con su trabajo allí, porque, al final, la cita de Cheng Xiao había terminado, y ella se iría pronto.
Sin embargo, se quedó ahí sentada, frente a su escritorio, haciendo sonidos berrinchudos a la par de seguir tratando de quitar plática.
Wang Yibo la miró, apretando sus dientes antes de retar a la mujer. —Señorita, ya le he dado sus resultados. No presenta estar en estado de gestación.
Cheng Xiao puso en sus labios algo parecido a un puchero mal formado. —¡Pero yo...!—No se le permitió terminar, pues alguién más entró a la oficina.
Era la nueva interna del que Lao Wang estaba a cargo de enseñar, Meng ZiYi. Ella inclinó la cabeza en modo de saludo, alzando de igual manera la mano en la que llevaba una carpeta con cantidad de papeles. —Dr. Wang, los expedientes de los pacientes que atenderá pronto estan listos.
Dado a esto, el castaño miró a la otra femina. —Por favor, retírese. Como verá, tengo más personas que atender.
Ella entonces sacó rápidamente su celular, mirando esperanzada al médico a su frente, quien ya no la veía, sino que se había vuelto al computador. —¿Puedo tener su WeChat? Así podría comunicarme con usted si llego a tener síntomas.
—No.— Contestó, alzando la mirada a la interna, la cual aún estaba presente, esperando por sus indicaciones. —Meng ZiYi, brindale el tuyo.— Eventualmente, una vez que la menor asintió, afirmando, se volvió a la otra presente. —Si llegara a tener síntomas, entonces comuníquese con Meng. Ella la atenderá de ahora en adelante si lo requiere.
Cheng Xiao se levantó sin esperar por Meng ZiYi, con el entrecejo contraído de molestía. Azotó casimente los resultados que el castaño le había dado, dejándolos ahí al momento en que salió, marcando el número de su contratista.
Por otro lado, Meng ZiYi soltaba una pequeña risa, ganando una mirada cuestionante de su superior. —Dr. Wang ¿Le avergüenza que lo persigan tanto?
—Es problemático.
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Xiang Tiang esperaba por Cheng Xiao en su lugar de encuentro establecido, ansioso por lo que la joven le diría una vez que llegara. El hombre se aferraba a los absurdos pensares de rencor hacía Wang Yibo, creyendo y manteniendo en su mente las ideas de que este era el culpable de las múltiples acusaciones en su contra, además de haberse divorciado recientemente de Zhao LiYing por los daños causados para con ella.
