章节 二十三

670 102 15
                                    

Xiao Zhan había conocido a Wang Yibo siendo este tan arisco con las personas, incluso aún lo seguía siendo con gente ajena, puesto que estando con él se volvía tan frágil y cariñoso que lo hacia delirar de ternura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Xiao Zhan había conocido a Wang Yibo siendo este tan arisco con las personas, incluso aún lo seguía siendo con gente ajena, puesto que estando con él se volvía tan frágil y cariñoso que lo hacia delirar de ternura. Como en los momentos actuales.

Ya habían desayunado y hecho otras cosas, pero no tenían las ganas suficientes para hacer más, por lo que ambos estaban en la cama, haciendo realmente nada. Él viendo cosas irrelevantes en su celular, mientras que Yibo tenía su mentón sobre su barriguita de ahora casi cuatro meses, pero sin ponerle todo el peso de este, dándole besitos.

De pronto, el celular de Lao Wang, el cuál no estaba siendo utilizado sonó, interrumpiendo el momento tranquilo por el que pasaban. Se incorporó, alcanzando el artefacto para atender. Su interna, quién no se hizo esperar a decir todo, sin darle oportunidad de hablar. Al finalizar de formular todo, abrió los ojos de más, levantándose con apuro de la cama. —¿Qué? Estaré ahí pronto, estabiliza bien al paciente. Iré enseguida.

Xiao Zhan se incorporó de igual manera, siguiéndolo con la mirada por toda la extensión del cuarto. —¿Pasó algo?

Estando de un lado a otro con apuro, respondió. Pausó un momento para hacerlo. —Hoy sólo hay internos y pasantes en el área, pero algo pasó con uno de los pacientes en vigilancia. No es tan grave.

Una vez terminado de hacer todo lo necesario, se encaminó a la puerta principal siendo seguido por el pelinegro. —Iré en la tarde para llevarte comida, hoy no tengo trabajo, ¿Puedo?

—Por supuesto— contestó, besando rápido la frente de su menor,— lamento esto, ¿crees estar bien?— Cuándo recibió un melifluo de afirmación por parte del otro, asintió. —Cuídate bien ¿De acuerdo?

Xiao Zhan ya no tiene oportunidad de decir algo más, pues el castaño le dió un último beso en los labios, yendo con rápidez al coche para enseguida arrancar. Sólo atinó cruzarse de brazos en el marco de la puerta. Hizó una mueca de incrédulidad por la preocupación extremista de su novio.

Después, entró nuevamente a la casa, cerrando la puerta detrás de sí en cuanto su estómago gruñe. Puso una de sus manos sobre su panza, regañando falsamente en su dirección. —Ugh, mi niño. Siempre quieres estar comiendo ¿No?

. . .

Tomando como excusa mental a su bebé, Xiao Zhan terminó por acabarse una gran caja de galletas, las cuales Wang Yibo le había advertido que no comiera demasiadas. Bueno, claramente no lo escucharía.

Cuando pensó que ya todo el desastre que había causado antes estaba nulo, se decidió por empezar a hacer lo prometido para Lao Wang. Más, antes de que pudiera ir a la cocina, a su vista quedaron el par de bolsas de basura que por alguna razón su contrario no había sacado. Se mofó, mentalizando que ya después le regañaría, pero por el momento era él quien debía hacerlo.

Hello, Little Happiness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora