Capítulo 21

501 49 7
                                    

Desperté mágicamente sintiéndome mejor, Peter no estaba a mi lado, agarré mi teléfono y eran las doce del mediodía, había dormido un montón.
Otra vez me di una ducha, todavía me sentía rara, cansada, como si el sueño no hubiese sido reparador.
Desayuné tostadas con dulce, café con leche y me quedé leyendo un libro que me había regalado por mi casamiento Candela, era una historia romántica, ella sí era una persona así, no sé porqué se le ocurrió que iba a querer leer algo así sabiendo que hace poco había roto con Úrsula.
El libro no era malo, empecé a reconocer varias cosas de la protagonista en mi, lo cual me alertó, nerviosa dejé de leer, me puse a poner la casa en orden, limpiar, después decidí sentarme a estudiar, a hacer la tarea de la clase de inglés, me concentré mucho en eso.
Por la tarde para mala fortuna mía se apareció mi mamá.
-¡Merienda de madre e hija!-me sonrió.
Odiaba con todo mi ser que ella hiciera como si nada hubiese pasado, me comprometí aún sin nacer, aún cuando estaba en su panza, prácticamente desde que se enteró que estaba embarazada, si algún día tengo un hijo (lo cual lo veo poco probable porque tengo cero instinto maternal) no pienso hacer como ella, no se porqué papá la apoyó en esa decisión, sé que él cuando empezó a verme infeliz, cuando vio mi cara cuando me lo comunicaron se arrepintió, pero la cosa ya estaba hecha, ambos le habían dado su palabra a los papás de Peter, por eso no le tengo rencor a mi papá, si bien nunca se disculpó me demuestra siempre que puedo contar con él.
Tuve que dejar pasar a mi mamá, había traído el budín de limón que me había en la infancia, mi favorito.
-¡Pero que ordenado está todo! Vos no eras así... Eras un desastre-eso le llamó la atención.
-La gente crece mamá-le respondí de mala gana.
-Te hizo bien casarte, te está haciendo madurar más rápido
Si bien era cierto la fulminé mal con la mirada, quería echarla de mi casa.
-Sin comentarios, ¿comemos rápido, tomamos el té y después te vas? Tengo.. Tengo que cocinar para hoy a la noche-inventé.
-¿Vos? ¿Cocinar?-se rió en mi cara- vamos a tomar el té, pero no me apures chiquita, que soy tú mamá, lo quieras o no
Ella salió directamente al jardín dejándome sola, yo tuve que preparar el agua caliente, las tazas, agarrar la caja con los saquitos de té y traer algunas tostadas con mermeladas, mamá no me ayudó nada, solo aportó con el budín.
Tomar te seguro iba a hacerme bien, todavía me sentía algo revuelta, comí una porción de su budín y recién ahí fui consciente del hambre que había acumulado, solo había almorzado ensalada.
Me comí medio budín, mientras mi mamá me hablaba de su vida, sus proyectos, siempre me pareció injusto que ella pudiera hacer de todo pero yo no.
Otra vez se me revolvió el estómago, me puse de pie y corrí hacia el baño, estaba harta, harta de sentirme pésimo.
Mamá se dio cuenta de que no volvía y se quedó atrás de la puerta.
-¿Estas bien Lali?
-¿Podes irte ahora?-salí del baño después de lavarme la cara, estaba pálida y de mal humor, le perdí la paciencia- me siento del orto, no tengo ánimo para seguir escuchándote
-¡No me eleves el tono de voz!-ella elevó sus cejas retándome como si tuviera cinco años.
Me puse tan nerviosa que otra vez me agarraron nauseas, mamá entró atrás mío y me sostuvo el pelo, empecé a sentir calor, me sentía débil, vulnerable.
-Lali.. La..-mi mamá volvió a hablarme- ¿no estarás embarazada?... Jamás creí que iba a tener que preguntártelo, jamás creí que te acostarías con Peter.. Pero es algo obvio mi amor-me atreví a mirarla a los ojos, los míos se pusieron llorosos, quería que se fuera de mi casa- ¿no queres que te compre un test?
-Mamá...-tomé aire y solté un suspiro tratando de encontrar algo de calma, pero me era imposible-¿podes dejarme en paz? Necesito descansar, no quiero seguir escuchándote decir locuras, por lo menos por hoy ya me hartaste
Ella me miró algo rara, ¿se había puesto mal?
-Lali.. Anda a una clínica, se reconocer cuando veo a una persona embarazada.. Te noté algo decaída hoy, no tenías la misma energía de siempre, ni para discutir conmigo..-suspiró- bueno, me voy.. ¡Cuidate eh! Y por las dudas dejá el vino, dejá el alcohol
La acompañé a la puerta y se la cerré en la cara, automáticamente me puse a llorar, me sentía sobrepasada.
La locura que había imaginado mi mamá realmente era una locura, nunca, nunca deseé tener un hijo, nunca estuvo en mis planes, cuando era chica no jugaba con los bebés de plástico, odiaba que mis amigas siempre quisieran jugar a la "mamá y el papá", Eugenia era fan de ese juego, yo en cambio siempre jugaba a ser veterinaria, siempre me incliné más por los animales.
Me recosté para dormir una siesta, me explotaba el cerebro más o menos, tenía varios pensamientos y estaba mareada.
Cerré mis ojos para intentar hallar calma.

Escuché un ruido fuerte y me sobresalté, me desperté, Peter había entrado y se le había caído algo pesado.
-Se rompió-se lamento, me acerqué y lo miré- mi viejo tocadiscos
-¿Pasaste por lo de tus papás?
-Pasé por..-hizo una pausa- lo de un amigo, lo había dejado ahí hace mucho tiempo, y bueno, me lo devolvió, pero al parecer murió.. Se rompió
Él se agachó y lo miró, soltó un suspiro y lo dejó sobre la mesa.
-¿Te sentís mejor? Perdón, no te escribí ni nada hoy...- extendió sus brazos y me abrazó.
-Yo...-no sabía que responderle- más o menos, pero ya voy a estar bien-asentí con la cabeza- estuve comiendo sano, así que voy a estar bien
-¡Hoy nada de vino eh!-me retó y elevó sus cejas.
-Está bien papito..-por poco me infarto cuando fui consciente de la palabra que usé, quería morirme, igual, seguro la "sospecha" de lo que piensa mi mamá no es real.
-¿Pedimos delivery hoy? Estoy cansado para cocinar; y bueno, vos tampoco te sentís muy bien que digamos..
Terminé asintiendo con la cabeza.
-Bueno... Igual pienso comer comida de hospital, pollo con calabaza-solté un suspiro sintiéndome algo desanimada, que poco entusiasmo me daba comer eso.
Peter me hizo una caricia en la cara y besó una de mis mejillas.
-No te había saludado, estuve con muchas cosas, distraído y..
-No me debes explicaciones-negué con la cabeza, yo también besó su mejilla- ahora estamos a mano-esbocé una pequeña sonrisa.
Pedimos comida y nos pusimos a hablar de distintas cosas, Peter me preguntó de que trataba el libro que estaba leyendo.
-Es la típica novela romántica cliché, odio las novelas cliché, pero como me lo regaló Cande decidí darle una oportunidad-solté un suspiro.
-Vos... ¿Sos romántica cuando estas enamorada?-me miró con curiosidad, Peter me tomó por sorpresa.
-Odio... Odio tener que admitírtelo, pero sí-asentí con la cabeza.
Él se rió.
-Yo lo soy... Y no me da vergüenza decirlo, si hay amor.. Me gusta demostrarlo... En todo.. En el día a día... Los momentos.. Con gestos-esbozó una pequeña sonrisa- no.. No te cierres al amor cuando nos divorciemos, sé que atrás de la chica salvaje, rebelde y peleadora podes dar mucho amor... Cuando queres sos dulce... Muy dulce..-él se me quedó mirándome firmemente a los ojos y eso me intimidó.
Cierto, íbamos a divorciarnos.
-No... No me siento del todo bien, mejor me voy a descansar..-quise levantar los platos pero Peter me lo impidió.
-Dejá, yo lo hago
Le agradecí y busqué mi pijama, me metí en la cama sintiéndome superada, todo estaba superándome.
Peter llegó al cabo de un rato y me hice la dormida, ¿cuando empezó a pasar que empezamos a dormir juntos sin tener sexo? Como si fuéramos un matrimonio real.
Sentí caricias en mi pelo, después escuché que Peter suspiró, se acomodó bien para dormir a mi lado.

Indeseado despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora