Bonus

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Allegra y Paz llegaron a este mundo después de varias horas de trabajo de parto, quería morirme, hice un gran esfuerzo y solo llegó una, faltaba la otra, por suerte Peter me sostuve de la mano todo el tiempo, se que un poco más y lo lastimo, a pesar de todo eso no se alejó de mi, estuvo presente.
Rompí en llanto cuando me mostraron a mis hijas, tan chiquitas, rosaditas, las miré con amor, Peter me miró con ternura después de estar mirándolas a ella, ambos nos dimos cuenta de que estábamos con los ojos llenos de lágrimas.
-Nuestras chiquitas inquietas-él se agachó y besó mi frente.
Inevitablemente sonreí, hoy era un nuevo comienzo, ahora sí éramos una familia, una donde íbamos a luchar para siempre mantenernos unidos.
Cuando me dieron el alta salimos de la clínica y nos subimos al auto, yo me quedé en la parte de atrás entre las dos sillitas de bebés, teniendo miedo de que algo pase, era obvio que iban a surgir nuevos miedos, inseguridades, pero juntos iríamos aprendiendo acerca de este nuevo universo.
Acuné a Paz entre mis brazos una vez después de que llegáramos a nuestra casa, Peter estaba embobado mirando a Allegra.
Nos sonreímos y las dejamos en una cuna, las miramos dormir.
-¿Te diste cuenta? Son muy parecidas a vos-Peter me miró emocionado y me reí.
-Tonto-rodeé su cuello con mis brazos y lo besé.
Juntos nos metimos en la cama, él me hizo caricias en la cara para que me relajara, me sentía muy adolorida, fastidiosa, pero el amor lo puede casi todo, él me mimó y se preocupó por mi hasta que finalmente me dormí.

1 mes...

Toda la casa se llenó de colores, los más cercanos llegaron con el doble de regalos, las princesas de la casa habían crecido un montón en un corto tiempo, era un momento para celebrar la vida, la salud, la familia, básicamente el amor.
Mis hijas pasaron de brazo en brazo sin quejarse, ellas eran muy mimosas, buenas, en eso claramente salieron a Peter, porque mi carácter es bastante particular.
Ellas toman la teta, duermen y son simpáticas, nunca creí que iban a salirme unas hijas tan buenas.
¿Cómo me encuentro en este nuevo rol? Aún asustada, pero poco a poco voy perdiendo miedos, estoy en constante aprendizaje, pero por suerte no estoy sola, tengo al mejor compañero de todos.
Le sonreí a Peter desde lo lejos y él también me sonrió, me dieron a Allegra que medio que se puso a llorar y la calmé hablándole, ella me observaba ahora con calma.
Llegó el momento de la torta, fue algo temprano porque era obvio que Allegra y Paz se iban a quedar dormidas, les cantamos el primer feliz mes y acto seguido empezaron a bostezar, todos se fueron yendo y otra vez con Peter ejercimos el rol de padres, las acunamos hasta que se durmieron.
Últimamente estoy muy emocional, estoy conociéndome de nuevo, soy otra mujer, al principio darme de cuenta de eso me asustó, pero la realidad es que no tiene nada de malo, estoy creciendo, aprendiendo a ser una mejor persona.
Abracé a Peter por la cintura mientras veíamos a nuestras hijas durmiéndose.
-Buen trabajo Lanzani-elevé mis cejas sonriéndole, le despeine el pelito y él se dejó.
-Buen trabajo Mariana Espósito de Lanzani-me molestó solamente porque en otro momento de mi vida hubiese hecho un escándalo por eso.
-Sos tremendo-le mordí la boca y lo besé- ¿ya dormimos? Antes de que se despierten..
Él se rió y asintió con la cabeza.
Nos acostamos, estábamos casi por dormirnos cuando una lloró, lo cual genera que la otra también llore.
Bienvenida al mundo en el cual por siempre voy a tener que estar pendiente de otro ser viviente más.
No me molestó levantarme porque Peter siempre estaba a mi lado en estos casos, él había desarrollado una paciencia infinita, una que admiraba mucho.
-Vamos a dormir La-él me tomó de la mano y nos recostamos- ¿sabes? Hoy te vi, vi todo lo que tenemos en nuestras vidas y volví a reafirmar lo afortunado que soy
Otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Te amo mi amor-se lo susurré en el oído dándole un abrazo.
Finalmente tuvimos tregua, pudimos dormir por un rato largo, pero ahora siendo padres todo había cambiado.

3 años...

Mis hijas empezaron otra año más en el jardín de infantes, no podía creerlo, ¿cuando pasó tanto tiempo?
Obviamente vinieron sus abuelas y abuelos, nos sacamos varias fotos familiares, ellas no entendían nada, pero como son tan genias, sociables y mandadas no lloraron cuando entraron al colegio, las vi irse juntas de la mano hasta donde estaban sus compañeros.
-No me llores La-Peter se burló de mi.
-Vos también estás llorando en tu interior-le sonreí y besé su mejilla.
Cuando estábamos por irnos y volteé la vi a Úrsula, estaba junto a Miguel Angel, ¿qué hacían acá?
-¿Qué hacen acá Peter? ¿Qué sabes?-elevé mis cejas mirándolos en estado de alerta.
-Tuvieron una hija, se llama Alexia-me informó como si nada- no creí que iban a volver para Argentina... No te conté porque es un dato irrelevante Lali, ya ninguno de los dos me importa-suspiró.
-Pero podrías habérmelo contado Peter-lo miré firmemente a los ojos.
-Esta bien, de ahora en más toda cosa que sepa te cuento
Me hizo sentir un poco mal el haberlo puesto en esa situación de tener que contarme todo, pero algo me daba una mala espina, no podía ser casualidad que los dos estén juntos y en el mismo colegio al que iban nuestras hijas.
Cambié mi cara y las saludé con la mano a ellas que nos saludaban de la misma manera, las vi alejarse con su grupo de compañeritos.
Una vez en el auto antes de manejar lo miré a Peter.
-Perdón por haberte hecho un planteo...
-Todo bien Lali, todo bien, te entiendo-soltó un suspiro y asintió con la cabeza.
Sintiéndome rara puse en marcha el auto, iba a dejarlo a Peter al lugar de su trabajo, por suerte le estaba yendo muy bien, cada vez tenía más clientes.
Una vez en mi casa me puse a preparar varias entregas de cosas que me habían encargado, estuve cocinando por mucho tiempo, quería que todo salga genial, así que como me metí tanto en eso por poco me olvido el tener que buscar a mis hijas del jardín.
Cuando fui y esperé a la salida de todos los nenes me la crucé a Úrsula, nos quedamos mirándonos, y recordé que ella siempre quiso hijos, mientras que yo no, pero bueno, ahora las cosas cambiaron.
-Hola-me saludó como si nada-tanto tiempo
-Tanto tiempo...-hice silencio.
-Perdón por.. No sabía que el casamiento al que iba era tu casamiento..-me recordó ese momento del pasado.
-Todo bien, pasaron varios años..-solté un suspiro y asentí con la cabeza- por suerte cada una hizo su camino..
-Sí...-ella se quedó pensativa, la conocía mucho- nunca... Nunca me olvidé de vos Lali, si bien te hice entender que todo estaba bien... Todavía me duele lo que me hiciste
Eso me sorprendió, no podía creer que después de mucho tiempo me haya confesado algo así.
-Yo... Perdón si te lastimé, pero siento que fue todo para mejor-asentí con la cabeza- estamos bien como estamos-cambié de tema.
Salieron mis hijas y las agarré de la mano después de saludarla de manera educada a Úrsula, me escapé de la verdad, no me hacía sentir para nada bien recordar que la había lastimado.
El resto del día estuve algo ida, por la noche pedí pizza porque estaba muy cansada, hice como si nada hubiese pasado, aunque tenía la cabeza en mi pasado, como Peter seguía muy ocupado con cosas del laburo no se dio cuenta.

13 años después...

El tiempo pasó, en el medio de eso varios cumpleaños, festejos, momentos de discusiones, momentos de paz, la vida misma.
Era un día hermoso de verano cuando una de mis hijas se apareció con una amiga nueva que no conocía.
-¡Hola!-las saludé, Allegra me dio un beso, ella siempre era muy amorosa-¿Paz donde está?
-Con el hijo de la tía Cande y Andrés-ella elevó sus cejas insinuándome que por ahí había algo, me reí.
-¿Vos quién sos?-miré a su amiga sonriéndole- yo soy Lali, Mariana pero todos me llaman Lali
-Soy Alexia-me sonrió amablemente, era educada, entonces se me fue el aire, ¿cómo no me di cuenta?
-Mamá nos vamos a preparar que tenemos una fiesta hoy a la noche-Allegra habló acelerada.
-¿A quién le pediste permiso para ir?-salté a la defensiva.
-A papá mamá-me respondió como si fuera obvio, se alejó con Alexia, las dos subieron las escaleras.
Esto no podía ser cierto, de todas las personas en el mundo.. ¡¿Porqué?!
Estaba por ir a llevarles algo para tomar cuando noté que la puerta de la habitación estaba abierta, Allegra le estaba pintando los labios a su amiga, entonces la vi que ella la agarró de la cara y la besó, las dos se rieron porque ahora ambas tenían los labios rojos.
Me alejé, y me quedé pensando en algo, en que si mi hija era feliz yo no tenía porque buscar cosas malas en el pasado, ante todo para mi está su felicidad.
Allegra, Paz y Alexia se fueron junto al único varón del grupo, el hijo de mi amiga Candela, Francisco.
Junto a Peter nos quedamos solos y no sabía por donde empezar.
-Pit...
-Ya sé, descubriste lo de nuestra hija-suspiró, ¿otra vez no me había contado algo?- no tenes porqué preocuparte, es una chica educada.. Úrsula está criándola sola, Miguel la abandonó, se fue atrás de otra "conquista", si Alle es feliz.. No tenemos porque pensar tanto-elevó sus cejas mirándome y asentí con la cabeza- los hijos no tienen porque pagar los errores de los adultos.. Dejá de pensar en el pasado mi amor-Peter me acarició dulcemente la cara- sé que todavía no te perdonas...
-Yo creí en su momento que era lo mejor, pero lastimé mucho a una persona que quería..-después de años hice lo que nunca había hecho, me puse a llorar por el pasado.
-Ya está Lali, el tiempo es sanador, seguro te perdonó, ¿ok?-me miró a los ojos y asentí con la cabeza.
Nos abrazamos fuertemente, él besó reiteradas veces mi frente.
-¿Te gustaría otro bebito?-Peter cambió completamente de tema para hacerme reír y lo logró.
-Sos tan tarado... Pero si te digo que sí, ¿te asustarías?-elevé mis cejas.
Él no se esperaba mi respuesta, lo cual hizo que me riera más.
-¿Posta?-me miró a los ojos y asentí con la cabeza.
-Y cerramos fábrica, estoy siendo muy permisiva, nunca me imaginé con pibes y ahora ya tengo dos-me reí sobre sus labios y se los besé-¿te acordás como se hacen los bebés?
Peter asintió con la cabeza y entrelazó sus manos con las mías antes de besarme nuevamente.
Terminé entre sus brazos, feliz, mientras lo mimaba y me mimaba, juntos seguiríamos aprendiendo de la vida, porque no todo es perfecto, requiere de tener mucha paciencia y que nunca falte amor.

Indeseado despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora