🌼 En Los Ojos De Un Angel 🌼 [En proceso]

🌼Cap. 10🌼

Raquel

Los mareos y los vómitos han aumentado aún más, una de las pocas cosas que no me causan estragos estomacales es el pollo asado, pero ya estoy hastiada de tanto comerlo. Otro punto, el estrés con las tareas, no creí que en la escuela virtual me fueran a sobre poner tantas tareas, termino una y hay otras cinco en espera de ser resueltas.

He tratado de contactar a mamá, pero es perdida de tiempo, no quiero que nuestra última conversación quedará en pelea y bofetada, no es la única en ignorame, he llamado a numerosas primas y tías, todos llegan a buzón de voz.

Sigo culpando la primer noche, de haber usado el maldito preservativo, esto no estaría pasando, mejor aun, si no hubiese cruzado palabra con Elliot, mi vida estaría tal cual anterior a su llegada.

Por mis clases virtuales he conocido un chico, es agradable, lindo, lo máximo que hemos hecho, es videollamada, me ha insistido en que nos veamos físicamente, pero no quiero arriesgarme, así que le invento la excusa de que mis padres no me dan permiso.

5 meses después.

10 de febrero de 2018

Elliot

Raquel tiene 6 meses acabados de cumplir, hoy en la tarde se hará la ecografía para ver el sexo del bebé, estoy demasiado emocionado por saber, pero me aterra al igual. Cada vez falta menos para que nazca y todavía no se cómo sobrellevar el tiempo post parto de Raquel, quien por cierto, últimamente a tenido un humor de perros.

De la nada cambio, dejo de dirigirme la palabra y evita mi presencia a toda costa, primero creí que era causa del estrés ocasionado por la escuela y el embarazo, pero no lo creo, ella actúa de forma natural con mi familia, a excepción de mí, claro está.

Llegó a casa pasado las dos de la tarde, a las 4.30 pm será la cita y como debe ir acompañada, tuvo que aceptar a las malas mi disposición.

Una vez en la sala de espera en el consultorio, trato de evadir el incómodo silencio entre los dos.

- ¿Qué te gustaría que fuera? - suelto repentinamente

- No lo sé, lo que sea.

- Yo quiero una niña, ¿Haz pensado algún nombre?

- No, no lo he pensado.

- ¿Podrías dejar esa actitud tan indiferente y cortante? He estado para tí y así es como me lo pagas.

- Pues lo siento, ¿Si? Es difícil para mí, ¡Aunque, claro! Cómo no eres tú a quien le cambia el cuerpo y se le alborotan las hormonas.

- No dez excusas sin sentido, ¿Acaso crees que no noto que eres así de fría solo conmigo? He visto que eres cálida con todos a excepción de mí, ¿Qué te hice para merecer esto?

- ¿Qué, qué hiciste? - ríe de una forma cínica y sarcástica - Eres el causante de esta situación, llevo en mi vientre a tú hijo, un hijo indeseado que llegó a arruinar vidas, ¿Crees que no extraño mi vida antes de esto, a mamá, a mi familia? Eso no lo piensas ¿Verdad? Solo tienes mente para tu hijo y para tí, el resto que se jodan, ¿No? Desde hace tiempo he maldecido tu aparición en mi vida, he detestado el momento en que empezamos a follar como conejos. Actúo como actúo porque te convertiste en mi verdugo, fuiste el huracán que se llevó mi libertad a cambio de traer al mundo a un niño que no quiero y detesto.

Sus palabras son como dagas de fuego que se me incrustan en el corazón, tiene la osadía de etiquetarme como egoísta y culpable total, como si yo la hubiese obligado a alguna cosa. Apoyo los codos sobre las rodillas y mi cabeza entre las manos, divagando nuevamente sobre sus dolorosas palabras. Eso era... Me cree culpable total de su situación, Dios mío, ilumina me para no dejarla sin ningún apoyo, apenas nazca mi hijo, la alejaré lo más que pueda.