27 𝑑𝑒 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑙 𝑑𝑒𝑙 2002
Una mujer estaba a punto de tener a su primer bebé. Se encontraba al lado de ella su marido, quién le daba la mano a la cual ella solo apretaba con fuerza hasta dejarla demasiado roja al tener unas contracciones que le dolía demasiado en ese instante, a lo que los doctores trataban de sacar a la bebé.
-Empuje con más fuerza señora, ya casi lo logramos -Le decía el doctor mientras colocaba sus manos en la parte superior de la cabeza del bebé en la cual todavía se encontraba el resto de su diminuto cuerpo dentro de la mujer a la que estaba atendiendo.
-¡¡Estoy empujando....!! -Le gritaba al doctor hasta que hizo más fuerza y pudo salir su primer bebé.
El doctor la tomaba y la cargaba junto con una manta hasta llevarla dónde sus padres.
La madre de aquella bebé estaba emocionada que hasta le salieron lágrimas y el padre la cargó después y al ver a su hija, se le formó una gran sonrisa.
-La llamaremos Sarah -Le comentaba a su esposa, quién estaba exhausta después del parto.
-Si amor, es nuestra Sarah -Le sonreía.
Una vez al cumplir los 5 años la pequeña Sarah, siempre estaba en casa jugando con sus juguetes, su madre siempre estaba ocupada trabajando en casa debido a que no podía asistir a su empresa a causa de que debía cuidar de su hija y su esposo siempre tenía que viajar por asuntos de trabajos.
Una vez que terminó de trabajar la madre de Sarah, se acercó a su hija para preguntarle algo que había pensado de hace un tiempo.
-Hija
-Dime mami -Dejó sus juguetes a un lado para escuchar atentamente a su madre.
-¿Quisieras visitar a tu padre?
-¡Sii! -Se acercaba a su madre, abrazándola de la emoción que le daba por escuchar aquello.
-Bien, pero no llamaremos a papá, ya que será una sorpresa -Le sonreía mientras ambas prometían no decirle nada para sorprenderlo.
Una vez que el avión aterrizó en Houston, una ciudad de Estados Unidos, la madre y su hija tomaron un taxi hasta llegar al lugar en la cual se hospedaba su esposo en una de las habitaciones que la empresa les habían dado durante este transcurso de trabajo, se acercaron a la recepción y una vez al mostrar sus tarjetas de identificación, la dejaron acceder a la habitación, dándole una llave para entrar a esta.
Una vez en el ascensor, se acercaron hasta llegar a la puerta y la madre la abrió sigilosamente y su hija fue corriendo a buscar a su padre y una vez al llegar al último cuarto que faltaba, con cada paso que daba, se escuchaban gritos provenientes de aquella habitación, a lo que una vez al abrir la puerta, vió a una mujer desnuda en una posición como la de un cachorro sobre la cama y veía como su padre entraba y sacaba su miembro masculino sobre el trasero de aquella chica y cada vez que tiraba el cabello rizado de ella, la mujer gemía más, a lo que su padre al escucharlos, lo motivó para moverse rápidamente hasta satisfacer los placeres que se daban mutuamente.
-¿Papi? -Sarah se quedó inmóvil parada junto a la puerta sin soltar su peluche de felpa que su padre le había regalado en su cumpleaños número 4°.
-Amor, ya llegamo... -La madre se acercó junto a su hija y una vez al ver aquel acto que se presentaba ante sus ojos ahora mismo, le cubrió los ojos a su hija para que no siguiera mirando y la llevó hacia el comedor -Hija, no quiero que te muevas de aquí -A lo que Sarah asintió, quedándose sentada en uno de los asientos que se situaban allí.
Se escuchaban gritos que emanaban de aquella habitación y solo podía distinguir que eran de sus padres, no podía escuchar con claridad lo que estaban hablando hasta que de pronto escuchó:
-¡John! ¿¡Cómo diablos pudiste hacerme esto a mí y a mi hija!? -Gritaba la madre de Sarah histéricamente.
-¡Ay... Rebecca, como si no supieras lo que hago cuando no estoy en casa! ¡No seas estúpida! -Le reclamaba el esposo a su mujer en ese momento.
-¿¡Y esta descarada quién se cree!? -Iba a golpear a la mujer que se estaba terminando de vestir en ese instante, pero su esposo le detuvo el golpe.
-¡No le pegarás! -Le clavaba una mirada fría a los ojos a su mujer que había estado casado durante muchos años y que ahora solo le estorbaba en su vida -¡Tú! ¡Sal de acá! -Miraba a la chica con la que había tenido relaciones sexuales recién, a lo que ella obedientemente asintió y salió del cuarto en el que estaban, dejándolos solos.
Una vez que la mujer de figura esbelta que estaba con un vestido escotado verde y de labios pintados rojos que estaba corrido sobre sus mejillas que seguramente su padre había besado en numerosas veces desde anoche, estaba saliendo hasta toparse con los ojos de aquella niña que simplemente la miraba sin ningún sentimiento.
-¿Y tú que me miras mocosa? -Se dirigió a la niña con aquellas palabras hasta caminar cerca de la puerta de salida -Por culpa tuya y de tu puta madre es que no pude darme un gran acostón como me lo hace todas las noches tu querido padre... -Le decía enfurecida -Dile adiós a la perra a la que llamas "madre" -Y una vez dicho eso, se fue de la habitación hasta llegar al ascensor e irse de ahí.
Sarah, impactada con todo lo que estaba ocurriendo, alcanzó a escuchar a sus padres diciendo las últimas palabras que alcanzó a distinguir.
-¡No me importas tú! ¡¡Ni mucho menos a tu asquerosa hija!! -Le gritaba cada vez más a su esposa quién también enfurecida, le reclama.
-¿¡Con qué así será entonces!? -Indignada le responde -¡Bien! ¡Te puedes coger a todas las putas que veas en la calle o cogerte hasta incluso a tu maldita secretaria que a veces no para de llamar a nuestra casa para preguntar por ti, sobre "supuestos asuntos de trabajos" que realizan en la oficina! ¡Seguramente también te la cogías! ¿¡Pero ahora que importa!? ¡No me vuelvas a dirigir la palabra a menos que sea frente a un jurado para que me pagues las cosas de nuestra hija! ¡¡Porque también es tu hija, por si no lo has olvidado!! -La madre de Sarah salía del cuarto con mucha rabia y tomó la mano de su hija para irse lo más antes posible mientras que su marido caminaba atrás de ellas para decirles lo último.
-¡No me importa que harás o que hagas de hacer! ¡¡Me importa una mierda a ti y mucho menos me importa a esa estúpida hija que tuvimos!! ¡¡Espero no verte nunca más!! -Le gritaba hasta que las vió bajar al ascensor y perderlas de vista a lo que se dirigió a su habitación y como sentía que la mujer a la que estaba teniendo relaciones sexuales no lo había satisfacido del todo, fue directamente al baño.
-Que más da...., ya que se fueron todos, no me queda otra opción... -Sacó su celular de su bolsillo y puso una página de adultos a lo cual empezó a satisfacerse mientras los veía -Esa perra se le olvidó hacerme como lo hace la tipa del video, para la otra se la cobraré -Sonreía maliciosamente mientras seguía con lo suyo.
Sarah lloraba en el taxi mientras su madre estaba de mal humor, le pedía reiteradas veces al taxista para que se apurara en llegar lo más luego posible al aeropuerto y una vez llegado allí, asujetó con fuerza del brazo de su hija a lo que ella se le cayó el peluche de felpa que traía consigo, por lo que su madre no se percató y la siguió tomando a su hija hasta comprar los boletos del avión e irse a su casa para preparar los papeles del divorcio y sacar todo lo relacionado con su esposo de la casa.
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Mi Alma Quebrantada
Narrativa generaleCon cada capítulo que pasa, define cada episodio de la triste historia de aquella chica oculta bajo las sombras, ocultando cada vez sus sentimientos hacia el resto de las personas. ⚠️ADVERTENCIA⚠️ Este relato solo son capítulos de ficción, por lo ta...