Capítulo -5.2

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A la vez que le desabrochaba los botones, le hacía pequeños chupetones por el cuello haciendo que este se estremeciese y se enganchase a mi espalda. Me quité la camiseta y los pantalones dejandome semi desnudo, sólo me tapaban los boxers que este estiraba para que me los quitase también. Le quité poco a poco la ropa que le faltaba y jugué con sus pezones.

Ngh -gimió Ciel.- p-para por favor.

-No le hice caso, directamente me acerqué a su oido y le susurré- Te quiero, idiota -y comencé a jugar con el lóvulo de su oreja haciendo que este se estremeciese más. Le lamí poco a poco desde su hombligo hasta su pezón derecho el cual jugué nuevamente y mordisqueé.

#Ciel#
Ese "Te quiero, idiota" me puso más nervioso, pero yo también lo queria. Me sentía feliz al tenerlo encima mio, sentía que sólo lo podía tocar yo, que sólo era mio y yo de el, no quería que nadie lo tocase excepto yo.
Sentí un escalofrio por todo mi cuerpo en el momento en que sebastian me lamió todo el pecho y se dirigía a mi punto dévil, los pezones. Empezó a lamerlos y mordisquearlos, me arqueé por maravilla de sensaciones que me hacían gemir de placer; quería más, y el lo sabia, pero me hizo esperar hasta el momento en que el notó mi desesperación en mi rostro, entonces bajó poco a poco su mano mientras jugaba con mis pezones hasta llegar a mi entrada, la cual empezó a dilatar. Dolía mucho, más de lo imaginado, pero era un dolor placentero.

S-sebastian -dije entre gemidos.

¿Hm? -el ya sabía lo que quería, pero preferió que se lo dijese yo.

Ya, metelo entero ¡ahora! -intenté decir sin gemir.
Sebastian sonrió de medio lado, era el momento, sacó los dedos de mi entrada sustituyéndolos por su miembro. Lo fué metiendo poco a poco, primero sólo la punta, y luego entero. Hice una mueca de dolor, pero me gustaba; me agarré a su espalda y le hice unos arañazos del dolor. Podía notar sus testículos chocar contra mis nalgas.

S-seb...-intenté avisarle de que me iba a correr, pero me interrumpió dandome un profundo y tierno beso. Y sin poder avisarle me corrí y nos saltó a los dos en la cara. Este se separó unos milímetros de mis labios para mirar mi leche derramada por nuestro cuerpo, y echó una risita.

Ggh-gemí.

Vaya, que pronto -rió mirando nuestros cuerpos.

No te burles, baka.

No lo hago -cogió un poco de mi leche que había en mi pecho con su dedo índice para luego lamerselo.

¡Baka! ¿¡Qué haces!?

-me miró pervertido y sonrió- Está rico. -y me volvió a besar.
Sacó su miembro de mi entrada, sentí un inmenso vacío, pero sabía que esto no acababa así; acarició lentamente mi pálido pecho para dirigirse a mi miembro, el cual lo agarró y lo movió lentamente, de arriba para abajo y de derecha a izquierda. Me levanté de la cama sentandome en su regazo mientras este meneaba mi miembro sin dejar de darme placer, movía mis caderas al ritmo en que Sebastian lo hacia con mi miembro.
Creo que debería hacer yo algo, soy un maldito uke al que le hacen todo, pues no, yo también haré algo -pensé. Acaricié el pecho de Sebastian y agarré su miembro a la vez que lo movía también. Estaba duro, tanto que a penas lo podía mover, era ancho y largo, tanto que ocupaba un poco más que mis dos manos juntas. En ese momento sólo me concentraba en darle placer a Sebastian, y lo conseguí. Los dos estuvimos gimiendo hasta que me tiré a la cama rendido y caí en un profundo sueño.

-Amor por flores- Yaoi Sebasciel. (SIN ACABAR, FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora