Capítulo 6 -No sé como decirselo a los demás.

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Una luz que pasaba a través de la ventana hasta mis ojos me despertó. Me encontraba en la cama de Sebastian, al lado de el, estábamos los dos desnudos, dándonos la espalda; me dí media vuelta y lo ví dormido. Se ve tan lindo dormido. -pensé. Lo miré con ternura, le quise acariciar la mejilla pero temía despertarlo, asi que sólo lo abracé y me acurruqué a el.

Buenos días, bebé -me dijo entre bostezos.

Buenos días -me aparté unos centímetros de el y le di un beso en la mejilla a la vez que le sonreía.

Me acarició la mejilla - ¿Qué quieres desayunar? -preguntó con una voz dulce.

Me quedé unos segundos pensando- unas tostadas con un café estarían de lujo.

Bien -se levantó y se puso los boxers- iré a preparar el desayuno, si quieres darte una ducha, el baño está aquí en la puerta de la izquierda.

Está bien -sonreí hasta que se fué a preparar el desayuno. Cogí mi ropa, que estaba tirada en el suelo, y fuí directo al baño a darme una pequeña ducha de agua caliente.
Después de 5 minutos, salí de la ducha, me puse una toalla en la cintura y peiné mi pelo que se ondulaba con el agua. Me dirigí a la mesa del salón que ya estaba preparada con unas tostadas untadas en mantequilla/mermelada, una taza de café y unas piezas de fruta, las cuales me encantaban. Sebastian salió de la cocina con su taza de café en la mano y me miró picaramente a la vez que se mordía su labio inferior.

Dios nene, cómo me pones. -Dijo mirándome de los pies a la cabeza.
Preferí no decir nada, sólo me limité a sonreir de medio lado y a sentarme a disfrutar del desayuno que se veía con una pinta deliciosa. Estuvimos en silencio todo el desayuno, hasta que una noticia de la tele nos llamó la atención.
"El FBI ha localizado la ciudad en la que se encuentra el famoso violador Abdiel, que violó a varias personas y, entre ellas, niñas de 15,16 y 17 años, en Londres. Más información en el telediario de las 2".
Miré a Sebastian de reojo y este me devolvió la mirada.

Tranquilo, no me pasará nada -le dije tranquilo.

Aún así, no te separarás de mi. ¿Entendido?

Te recuerdo que estoy prometido.

Ya, lo sé. -dijo desanimado.

-suspiré- lo siento...

Déjala.

¡¿Qué?! No puedo hacer eso...-desvié la mirada.

Hablaré con tu tía, si te quiere respetará tu opinión.

N-no hace falta -le volví a mirar- ya pensaré como decirselo.

Te quiero. -dijo triste sin mirarme.

-Noté como mi corazón se salía de mi pecho- y yo. -dije para luego terminar el café, las tostadas y seguir viendo la tele.
Recogí el desayuno y fregué los platos mientras Sebastian se duchaba y se vestía para irse a trabajar al restaurante.

Me voy, adiós -dijo gritando desde la puerta.

Adiós -respondí sin hacerle caso desde la cocina. Noté que me estiraban de la parte de atrás de la toalla, era Sebastian.

Ponte algo, no vaya a ser que te resfríes.

Si me resfrío tendrás que cuidarme tu, asi que me da igual.

No lo digo solo por eso, ponte algo o acabarás sin toalla. -noté el bulto de su pantalón contra mi.

Vete a trabajar, llegarás tarde. -dije sin hacerle mucho caso mientras fregaba los platos del desayuno.

Está bien -me dió un beso en el cuello- ten cuidado.

Lo tendré.
Oí la puerta cerrarse, terminé de fregar, me fuí a vestir y llamé a Anna para quedar a comer.
Quedé con ella en el restaurante donde trabaja Sebastian, ella dijo de ir allí, yo solo le asentí sin quejarme. Fuí al restaurante y me quedé en la puerta esperando a Anna veinte minutos.

Siento haberte echo esperar, pero tenía unos asuntos por el camino -dijo a la vez que recuperaba la respiración.

¿Ha pasado algo? -pregunté preocupado.

Ya te contaré...-suspiró- ahora entremos antes de que me ponga a golpear coches.
Asentí, entramos al restaurante y nos sentamos en la mesa de la esquina, por desgracia, no nos atendió Sebastian. Pedimos de comer de primero una rica paella, ya que el restaurante era de comida española, y de segundo ternera.

Es aquí donde trabaja Sebastian, ¿no? -preguntó sonriendo.

Si, ¿por?

Te gusta, ¿cierto?

-me atraganté con la comida- n-no que va.

Uy que no, ¿me dirás lo que hicisteis ayer o se lo pregunto a el?

Espera espera, ¿cómo sabes que estuve ayer con el?

Me lo dijo Elisabeth que te vió y te fuistes con Sebastian. -cruzó las manos apoyando los codos sobre la mesa.- ¿cuándo me lo piensas decir?

-suspiré- está bien...-le conté todo pero el camarero nos interrumpió.

¿Queréis algo de postre? -dijo Sebastian sonriendo.

-lo miré de reojo y me saltaron los colores- y-yo no quiero nada, ¿y tu Anna?

Si, pediré el helado de vainilla. -me lanzó una mirada aguantando la risa.

Tks, está bien.
Me entraron ganas de ir al baño, me levanté y me dirigí a los baños más cercanos, ya que había cuatro, oía a Anna gritar desde la mesa ¡que te diviertas peque!
Me metí en el baño, me lavé la cara y al levantar la mirada en el espejo lo vi, vi a Sebastian detrás mia con una cara pervertida.

-Amor por flores- Yaoi Sebasciel. (SIN ACABAR, FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora