Capítulo 4

149 12 2
                                    


Me despierta un pequeño zarandeo acompañado de un ''despiértate, vamos'' Me siento en el sitio y miro al rededor, por un momento había olvidado donde estábamos a pesar de que he tenido pesadillas durante toda la noche sobre esto.

-Espero que alguno de vosotros sepa algo de orientación, para encontrar algo de agua.- Dice Claudius.

-¿Eras el Presentador y no te fijaste nunca en como lo hacían?

-Caesar, querido, tu estabas a mi lado cada año viendo los Juegos, ¿Cuál es tu excusa?

-Solo caminemos.- Responde éste evitando decir que él tampoco se fijó nunca.

Después de caminar durante horas, logramos encontrar un río y rápidamente nos metemos los tres a dentro, el bosque tendrá un montón de bacterias y enfermedades, me sentía tan sucio, al menos esto ayudará un poco. Bebemos agua directamente y luego llenamos la cantimplora.

-Creo que deberíamos de quedarnos por aquí, para así tener el agua cerca.- Planteo.

-Pero si no hay otro río en toda esta zona, los demás pueden venir aquí y recuerdo que solo tenemos una cutre arma de cuerpo a cuerpo, a menos que sepas lanzarla tan bien como Jordan.

Busco alguna zona para escondernos, tal y como hicieron Peeta y Katniss cuando a él le hirieron, pero no hay nada más que árboles y más árboles. Me siento en el suelo, noto el mismo agobio que sentí en la pesadilla la mañana que me metieron en la arena. Quiero volver a mi mansión, con mis sirvientes, mis comidas cada una a su hora, poder tomarme los baños con espuma, cambiarme de ropa, y sobretodo no sentirme perseguido y observado todo el tiempo.

-¿Sigues aquí?- Me pregunta Caesar moviendome un poco.

-Sí, sí, claro, ¿decías?

-Que deberíamos ir hacia la Cornucopia, si se le puede considerar así, quizá no hayan quitado las mochilas de los que murieron y podamos conseguir más armas o alguna cosa. Y sino, puede que alguien aparezca y tengamos que pelear, con suerte ganamos y le quitamos lo que tengan.

-Parece buena idea.

-Pues vamos allá- Dice Cluaudius apareciendo de la nada.

-Yo debería llevar el cuchillo, no sé pelear, Claudius.

-Señor Snow, ¿usted de verdad cree que yo si sé pelear? Con todos mis respetos pero yo quiero salvarme a mi, no pienso darle lo único que puede hacerlo.

-No empecemos una nueva pelea, por favor, mantengámonos cerca, tú- Caesar se gira para mirar a Claudius- Vigila más que ninguno y reacciona rápido, por si tienes que defendernos.

-Sí, por supuesto.

El cielo se empieza a oscurecer cada vez más, no se ve nada. Recuerdo la pesadilla. La oscuridad. Los árboles. La ansiedad vuelve a mi, era justo así todo. ¿He tenido un sueño premonitorio? Trato de respirar hondo. Inspiro... Expiro... Inspiro...

Todo se vuelve negro y noto como me caigo.

----------------------------------------------------------------------

Hola, si os esta gustando votar la historia y comentar:3

Los Juegos del Hambre: El después con Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora