13. Recuerdos dentro de un pastel.

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"Es la primera vez que Sirena se enfada conmigo.
Nuestra amistad siempre ha sido sincera, nunca antes nos hemos reprochado uno al otro. Siempre hemos sido fieles a querer hacer feliz al otro, sin importar nada más.
Desde que ella se fue ayer corriendo no la he vuelto a ver y hoy no ha venido al lago.
Es la primera vez que me deja solo, la primera vez desde que nos conocemos que decide no venir.
A veces al tener siete años como los que tenemos no piensas lo que vas a decir, la inocencia nos gana y esto fue lo que me pasó a mí. Tan solo le dije que siempre había sido más feliz con una amiga que tuve en la escuela, con Lia, eso parece que no le gustó y ahora no quiere volver a ser esa Sirena que surca los mares junto a mí".

A veces los recuerdos del pasado definen tu presente. En el pasado tuve ese enfado con Sirena a causa de terceras personas y, en la actualidad, me pasa lo mismo. Tengo a Eva enfadada por preferir a Julia, por apostar por mi relación antes que por un desliz. Supongo que lidiar con dos relaciones a la vez, tanto de amistad como del amor, nunca ha sido mi fuerte, siempre he acabado mal parado ante todas estas situaciones.

"Ayer estuve toda la tarde preparando una tarta para Sirena. Hoy se la llevaré al campo donde ella siempre suele estar cuando no está conmigo, cuando decide salir de casa y tomar aire fresco. Cuando necesita un desahogo de su casa.
En ella he dibujado una sirena, por lo tanto, nada puede salir mal. La tarta es su comida favorita y las sirenas su devoción. Tengo todas las apuestas a mi favor y así solo me puedo ganar su perdón."

Otro pastel es lo que tengo en mis manos esta vez. Si la otra vez me sirvió ahora no dudo en que también.
Otra sirena está dibujada en él, pero ahora no porque las sirenas sean la devoción de Eva, sino porque me acuerdo que su película favorita de Disney es la Sirenita, así que nada puede ir mal.
Hace cerca de 15 años, Sirena no se lo pudo comer porque era intolerante a la lactosa, pero aún así me perdonó. Ahora solo espero que, esta vez, espero que sí que se puedan comer mi pastel de las disculpas.

Mía que lleva dos días conmigo y Julia puesto que llamaron a Samantha para un trabajo, le ha hecho un dibujo a Eva.
Esta vez la ha dibujado a lo grande y he podido notar en él el sentimiento de culpa que guarda la pequeña dentro. Sé que aunque tenga cuatro años se siente culpable de la situación, sé que se arrepiente de no querer quedarse con Eva. Mía tiene cuatro años, pero tiene una madurez para detectar los sentimientos y las situaciones que no propio de la edad, ella es consciente de que la situación merece arreglarse por eso a puesto todo su empeño en ello.

- Hugo ¿crees que Eva me perdonará?- me pregunta inquieta ante todo lo que pueda pasar.

-¿Por qué no iba ha hacerlo, pequeña?

-Porque seguro que ha estado muy triste por mi culpa. Le dije cosas muy feas, me fui de su casa sin decirle adiós y eso a ella no le gusta. Ya no me querrá, Hugo.

-Claro que te querrá, Mía. Mira, ¿ves este pastel de aquí? es mágico. Cuando yo era pequeño conseguí que mi amiga me perdonara con un pastel como este.- Mira pastel con detenimiento, como si algo le fallara en él.

-Esta sirena no es como Eva, ella no tiene los ojos verdes, los tiene azules.

Es la segunda vez que Mía dice que Eva tiene los ojos azules; la primera vez pensé que se equivocaba por el simple hecho de la edad, pero una segunda vez ya no me pasa por alto.
Con los días me doy cuenta que algo me oculta, la chica de ojos verdes guarda una personalidad dentro de si que me oculta, no se muestra como es ante mí. Calla muchos secretos e intimidades, otorga mil cosas imposibles de descifrar pero que estoy seguro que Mía me está ayudando a descubrir quien es Eva en verdad. Ella, sin quererlo, me descifra todas esas cosas que Eva no hace, simplemente, con su inocencia habla sin quererlo.

-¿Por qué dices que son azules, Mía?- le pregunto intentando descifrar por qué ahora sus ojos son bicolor.

-Porque lo son, pero ahora juega con ellos no sé por qué.- Asiento aturdido ante todos los pensamientos que me vienen a la mente, pero la respuesta a todo esto solo me la puede dar Eva y aquí en mi casa no será.

-¿Vamos?

-Vamos.

"El campo está muy cerca del lago, por eso nunca me pierdo cuando quiero ir a buscarla. Sirena este camino muchas veces al día bajo mi atenta mirada. Cuando quedamos generalmente no viene de su casa, siempre las veo aparecer por el camino que la lleva al campo lleno de girasoles.
Lo recorro con cuidado de no tropezar y tirar el pastel que puede ser mi salvación, el pastel que puede ayudarme a recuperar a una amiga o perderla para siempre.

Mientras me acerco ya la veo a ella allí, contemplando todo el paisaje de su alrededor. Intento que no ve vea, pero es en vano ya que al momento se gira como si notara mi presencia llegar.

-¿Qué haces aquí? Estoy enfadada contigo, vete con Lia.

-Vengo a pedirte perdón, y te he traído una tarta. A ella nunca le he hecho una.

Sirena se acerca para ver la tarta que llevo en mis manos. Puedo ver como se le iluminan los ojos cuando ve la sirena que hay dibujada en él.
Me mira y sonríe. Gracias a eso intuyo que todo irá bien, que obtendré un perdón por su parte y que volveremos a los reyes de los mares mientras los surcamos.

-¡Me encanta, Hugo!  Te perdono, pero no me lo podré comer, soy intolerante a la lactosa y seguro que lleva leche.

Es la primera vez que oigo la palabra lactosa en mi vocabulario y es la primera vez que veo que alguien no se puede comer un pastel, por eso a veces pienso que Sirena puede ser una sirena de verdad.

-Puedo hacerte otro si quieres.

-No hace falta, ya me has demostrado que eres un amigo de verdad."

Andamos con Mía todo el camino para llegar a casa de Eva donde esperemos que esté. Espero que no se haya ido, que no haya decidido abandonar la que es su vida por mi culpa.
Tengo la esperanza de que siga aquí esperando a que em cualquier momento llamemos a su puerta como la vamos ha hacer, esperando nuestras disculpas más sinceras que pronto le van a llegar en forma de pastel, de dibujos y de palabras dichas des del corazón.

-¿Crees que le gustará el pastel, Mía?

-No, Eva es inolterante a la lactosa.

En ese momento me pare en seco en medio la calle. La historia se repite, otro pastel que no será comido por culpa de la lactosa.
Un pastel será de perdón que solo podrá ser mirado.
Sirena y Eva para mi tienen algo en común: la lactosa, pero según Mía tienen dos: la lactosa y los ojos azules.

Miro el pastel y veo la sirene en él, otra cosa en común: la Sirenita.
La película favorita de Sirena era la sirenita, y la de Eva la misma.

Ahora mismo podría pensar que Eva es Sirena, que es esa niña que jugaba conmigo de pequeño, esa niña de ojos azules que se hacía la loca conmigo y que la locura llenaba nuestros corazones.
Esa sería la teoría más simple, la que querría que fuera real, pero quizás solo es el destino que me está hablando.
Quizás el destino me está diciendo que pronto encontraré a Sirena y estoy seguro que Mía me llevará hasta ella porque desde que ella ha llegado a mi vida la noto más cerca cada día que pasa.

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⏰ Terakhir diperbarui: Dec 05, 2021 ⏰

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