Izuku estaba acostumbrado a la vida en Yuuei, un pueblo cuya tierra desbordaba magia en el viento de su "eterno otoño".
Y estaba bien.
Él era parte del secreto más grande que la magia de su eterno otoño podría esconder, él era parte de la manada T...
I've been running through the jungle I've been running with the wolves To get to you, to get to you
He estado corriendo a través de la selva, he estado corriendo con los lobos para llegar a ti, llegar a ti.
— Wolves (Selena Gomez)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasó en la madrugada.
Izuku abrió los ojos de golpe porque los lazos estaban removiéndose, pero no era una sensación mala. Se incorporó lentamente, encontrando a Denki también sentado sobre la colchoneta en el suelo y se alivió de que Kota estuviera tan exhausto por la sesión de tatuajes que no se despertó.
El rubio le sonrió con complicidad, el tirón en sus lazos había sido tan dramático que incluso Izuku pudo jurar que sintió los resquicios del orgasmo de Shoto.
Shoto y Hanta ahora eran compañeros oficiales, con todas las de la ley.
— Amigo. — Musitó Denki quedito — A veces me gustaría no saber cuándo mis amigos están cogiendo.
— Oye, Denki.
— ¿Sí?
— Está haciendo un poco más de frío, ven aquí, compartamos la cama.
El rubio lo miró de hito en hito, finalmente suspiró despacio levantándose y acompañando a Izuku en la cama individual en la que apenas y cabían a pesar de que ambos eran relativamente pequeños.
— No quiero que Katsuki me mate cuando note tu olor en mí, Izuku. — Le reprochó mientras se acurrucaban juntos.
— No lo hará, me encargaré de eso.
Ambos suspiraron sin verdaderas intenciones de dormir.
— Sho lo hace ver tan fácil. — Musitó Izuku y Denki acomodó su cabeza sobre el pecho del brujo.
— El asunto de los compañeros siempre es intimidante... no puedo ni imaginar lo que es ser el compañero de un Alfa, Izuku.
Izuku también se acurrucó con Denki, pasando su brazo sobre la cadera del rubio, abrazar a un lobo siempre era reconfortante, era como sentir a la manada entera.
— Denki... — Musitó pasando su mano por la espalda del lobo — No debes dormir con el binder.
El lobo suspiró.
— Katsuki no me deja usarlo mientras trabajamos, dame un respiro.
— ¿Es por Kota y por mí?
Denki hundió su rostro en el pecho de Izuku.
— Lo lamento. — Suspiró despacio sobre la coronilla de Denki.
