Izuku estaba acostumbrado a la vida en Yuuei, un pueblo cuya tierra desbordaba magia en el viento de su "eterno otoño".
Y estaba bien.
Él era parte del secreto más grande que la magia de su eterno otoño podría esconder, él era parte de la manada T...
Waiting for the night fall for my heart to light up Oh baby, I want you to die for, for you to die for my love
Esperando a que caiga la noche para que mi corazón se encienda oh cariño, quiero que mueras, que mueras por mi amor
— MARINA (Radioactive)
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La visita de los brujos forasteros fue más efímera de lo que a Izuku le hubiese gustado, el lunes llegó con la partida de su maestro y su amigo. Hitoshi y Katsuki se comportaron lo suficiente durante el fin de semana, Izuku no podría decir que son amigos, pero supuso que confiaba en ellos lo suficiente, porque cuando Shota le dijo que lo llamara cuando hubiera problemas, el Alfa de la manada asintió sincero.
Una semana más pasó, llegó la luna llena y volvieron a correr.
El departamento de los Midoriya se convirtió en una segunda casa, Yuuei estaba curioso por conocer a los nuevos integrantes de la familia Todoroki y Katsuki quería que Izuku se mudara con él.
— No te estoy pidiendo que nos apareemos ya, me frustra no sentirte cerca por las noches. — Le dijo Katsuki.
Comprar sets de recámaras nuevas no era ningún impedimento, Shoto y Natsuo lo hicieron en línea antes de que el Alfa quisiera interponer su orgullo tonto.
— Me aseguré de que Shoto no escogiera los muebles para la recámara de Eri. — Le dijo su madre durante el desayuno, Fuyumi y yo nos encargamos de eso.
Había demasiadas cosas pasando al mismo tiempo, apenas estaban recuperando de la última luna llena y debían seguir adelante. Kota estaba respondiendo sorprendentemente bien a los tatuajes, ya habían hecho la mitad de la manga derecha, solo existían enredaderas y las patas de lo que parecían ser conejos también.
— ¿Está bien que duerma con Katsuki?
Su madre lo miró con una ceja levantada.
— Eres el compañero del Alfa, iba a pasar tarde o temprano, cariño... aunque si tú no quieres, siempre puedes decirle que no.
— ¿Qué hay de ti, mamá?
— ¿Yo?
— Sé que tú y All Might se llevan bien.
Su pecho vibró en un calor conocido, su madre había usado su lazo para dejarle bien en claro que se callara, pero ambos rieron cómplices.
— Ya estoy algo vieja para esto de los romances, Izuku.
— No es cierto, mamá...
Ambos se sumieron en un silencio cómodo, el resto de la manada estaba desperdigada por toda la casa, porque habían llegado a un punto en que todos se movían plenamente, porque a pesar de solo haber estado juntos durante tres lunas llenas, podían sentirse con una naturalidad que a Izuku le parecía lógica.
