Capitulo 4: Secuestro

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Los rayos del sol entraban por la ventana de la habitación de cierto chico de cabello verde despertandolo poco a poco.

Con pesadez abrió los ojos intentando acostumbrarse a la luz del sol que entraba a su cuarto.

—¿Que hora es? —se pregunto aún medio dormido observando el reloj de su habitación—. Solo son las siete —murmuro para después volver a cerrar los ojos y dormir.

"Toc Toc"

La puerta de su habitación fue tocada dos veces pero Izuku no quería levantarse de la cama así que hizo como si no hubiera escuchado el sonido.

—Midoriya, tenemos que ir a la escuela.

La voz de su buen amigo Shoto se escucho al otro lado de la habitación haciendo que Izuku abriera los ojos como platos.

—¡La escuela! ¡Son las siete! ¡Solo me queda media hora! —grito alarmado saltando de la cama y corriendo a la ducha de su cuarto para asearse.

—por el grito creo que no se había levantado, solo me queda esperar —dijo Shoto sentándose a un lado de la puerta mientras estudiaba un poco en todo lo que se tardaba Izuku—. Leamos un poco sobre la guerra mundial.

Mientras el brócoli en menos de tres minutos se había duchado y ahora se estaba cepillando los dientes y a la vez se estaba poniendo el uniforme de la escuela.

—si no hubiera leído la carta tan noche me hubiera levantado más temprano —se regaño a si mismo mientras preparaba todos los libros que utilizaría ese día.

Algo que detestaba era ponerse la corbata del uniforme, siempre se confundía pero hoy de milagro logro hacer su corbata en el primer intento.

—muy bien, ya estoy listo —dijo para si mismo tomando su mochila no sin antes colocarse un poco de perfume en el cuello, no era de echarse perfume pero hoy lo sentía necesario.

Antes de salir de la habitación observó los cajones de su escritorio donde estaban las seis cartas anónimas que recibió ayer por el día de San Valentín.

—si me hubiera levantado antes a lo mejor hubiera leído una carta pero ya voy tarde, tendré que aguantarme hasta después de clases —dijo aguantando las ganas de leer otra carta.

Soltando un suspiro pesado salió de la habitación donde estaba el traumas esperándolo con su mochila en los hombros.

—no era necesario esperarme —dijo Izuku empezando a caminar junto con su amigo.

—claro que era necesario, recuerda el posible secuestro que tendrás si nadie te está cuidando —recordo Shoto haciendo que un escalofrío pasara por Izuku.

—b-bueno creo que no me vendría mal un poco de compañía —dijo con una sonrisa nerviosa.

Shoto miro con un rostro confundido a Izuku acercandose un poco a él.

—¿Q-que haces? —pregunto confundido.

—¿Perfume? —dijo Shoto levemente sorprendido.

—a-ah b-bueno yo s-solo..... —tartamudeo Izuku avergonzado.

—no te preocupes, ahora que sabes que tienes unas cuantas chicas enamoradas de tí es normal que quieras estar más presentable —dijo con una pequeña sonrisa dándole unas palmadas en la espalda a un avergonzado a Izuku.

—t-tienes razón —dijo apartando la mirada.

Después de esa plática ambos llegaron a la sala de los dormitorios dónde ya no había casi nadie, solo los que les gustaba llegar tarde seguían allí.

Las cartas de IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora