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- ¡Qué lluvia más intensa! Y tu hermano y Langa salieron sin paraguas, espero que lleguen pronto - comentó Masae mientras miraba por la ventana y terminaba de decorar un pastel.

- Viene a Okinawa a vernos y resulta que se va a pasear con su amigo y nos abandona - dijo Koyomi mientras ayudaba a su madre.

- Pero se veía feliz, y mientras esté así yo soy feliz - respondió Masae con una sonrisa - Papá llegará pronto, pidió permiso para salir más temprano del trabajo, de hecho creo que ya llegó, acabo de escuchar el sonido de su automóvil.

El padre de Reki entró rápidamente mientras se secaba, el corto trayecto de la bajada del auto a la puerta lo dejó empapado.

- ¡Cariño! Te demoraste poco.

- No había mucho tráfico hoy ¿Y dónde está mi hijo? Quiero darle un gran abrazo.

- Salió con su amigo Langa y aún no vuelve - respondió Koyomi.

- ¡Papi! - las gemelas corrieron y saltaron sobre su padre.

- ¡Mis princesas! ¿Cómo se han comportado hoy?

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- ¡Mis princesas! ¿Cómo se han comportado hoy?

- Bien papá ¿Sabes? Hoy llegó mi hermanito Reki y vino con su novio Langa - dijo Nanaka.

- Y ambos salieron a pasear tomados de la mano - agregó Chihiro mirando a Nanaka y riendo con maldad.

- ¡Langa es sólo su amigo tontas! Reki no volverá a tener pareja en su vida - dijo Koyomi furiosa.

- Hija... No trates así a tus hermanas, entiendo tu posición pero tu hermano tiene todo el derecho a rehacer su vida y tener pareja - le dijo Masae.

- ¡Ya llegaron! - gritaron las gemelas, quienes miraban por la ventana.

- Deben venir empapados, les traeré unas toallas - Masae corrió a buscarlas.

Ambos entraron corriendo mientras reían y se intentaban secar sin éxito.

- ¡Reki! ¡Langa! Dios están muy mojados, tengan estas toallas y sequensé.

- Gracias señora Kyan - agradeció Langa, mientras se secaba y a la vez secaba a Reki. Masae los miraba con ternura y sonriendo.

- ¡Hijo! - el padre de Reki apareció en el pasillo.

- ¡Papá! - Reki corrió y abrazó a su padre.

- ¡Vaya Reki! Te ves muy bien, estoy feliz de verte así.

- Gracias papá, ven te presento a mi amigo Langa - Reki acercó a su padre dónde el canadiense, Langa lo saludó educamente mientras su padre lo examinaba de pies a cabeza con mirada asesina.

Mientras cenaban, hablaban alegremente en la mesa.

- Hijo, debes venir más seguido a Okinawa, nos tenías abandonados - reclamó su madre.

𝚃𝚒𝚖𝚎𝚠𝚘𝚛𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora