Enséñame a amar (MTUH parte 2)

Capítulo 11

Capítulo 11: No hay salida. 

Una vez Ben me ha dejado en casa, después de pasar toda  la tarde con él, que para mi a  sido algo especial y único, soy su mate, su alma gemela y otra mitad. Solo de pensarlo mi corazón bombea más rápido. 

Mi vida a cambiado de un día para el otro, literalmente, y eso es algo que he de seguir procesando, pues me he enterado de que soy una bruja, como mi madre y mi tía, y que mi hermano y mi padre son híbridos, y que se que estoy en peligro, aunque Ben y mamá me digan que aquí estamos a salvo. Mis visiones nunca fallan y siempre que sueño o las tengo cuando  menos lo espero y se que nada ni nadie podrán salvarnos. 

-¡Lana, Lana!- escucho el grito de Ash desde el comedor- Mira lo que he encontrado debajo de la puerta 

Bajo a la primera planta con el ceño fruncido, cuando llegue con Ben mama se fue a trabajar y me dejo a cargo del pequeño, en lo que acababa de ponerme el pijama, Ash estaba viendo los dibujos. 

-¡Ya voy Ash!- le grito de vuelta- ni te se ocurra abrir la puerta.

Una vez en la puerta, miro al suelo y me encuentro con una carta roja, la cojo y me dirijo a la cocina, no sin antes darle un beso a Ash y cerrar con llave la puerta. 

No me fio da nada ni de nadie y sin abrirla, sé de quién es,  me siento en la silla al lado de la mesa y abro la carta poco a poco, mis manos tiemblan y me sudan. 

"Ten cuidado con  lo que dices, pequeña Lana, porque tu vida será un infierno

                                                                                                                                              K."

Se que es Kilian y sin poder aguantar el nudo en la garganta, las lágrimas resbalan por mi mejilla. Quitándolas con la mano y suspirando me levanto y decido ignorar lo que pone en ella. Me dedico a preparar la cena para el pequeño Ash y acostarlo antes de que venga mamá. Le contaré lo de la carta y lo que Ben me ha contado, aunque deduzco que algo sabe. 

***

-Buenas noches pequeño Ash- le digo al pequeño dándole un beso en la cabeza.

Le apago la luz y me dirijo a mi habitación para pensar en un plan por lo de la carta y las visiones. Se que es capaz de todo, lo conozco y a pesar de a verme enseñado una faceta suya amorosa y bonita, se que en el fondo es igual que su padre. Algo me dice, que se que es verdad, que conocerme no a sido una casualidad  y  más preparada que antes no voy a dejar que les hagan daño a mi familia. 

***

-Lana, Lana..-escucho el susurro de Ash 

Abro los ojos  y me doy cuenta de que me he quedado dormida en la silla del escritorio, levanto la cabeza de la mesa  y lo miro.

-¿que pasa Ash?- pregunto 

-Hay alguien en la casa- dice- he escuchado un ruido en la cocina.

Con las piernas temblando y el corazón acelerado, dejo a Ash en mi habitación y cogiendo un bate, no sé de donde a salido, me dirijo a la cocina. 

Bajo las escaleras poco a poco y rezando porque sea mi madre la que hace ruido en la cocina, al entrar suspiro al ver que era un gato, lo espanto y cierro la puerta de la cocina que da al patio trasero, y voy a revisar que nadie haya entrado pues, la puerta de la cocina la deje cerrada antes de irme a la cama. 

Voy a girarme cuando siento un aliento en mi nuca, la piel se me pone de gallina y se que el momento a llegado. Rezando porque Ash no sufra, cierro los ojos, siento como pone un paño en mi boca y sin decir nada dejo que haga lo que tenga que hacer, pues mi destino y el de mi hermano están escritos y no se puede cambiar.  

-Te tengo. 

Es lo último que escucho antes de cerrar los ojos.