Capítulo 3

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Felix debía haberse quedado dormido. No había querido hacerlo, porque la conversación que había tenido con Changbin apenas había comenzado antes de dormirse. Se dio la vuelta y se estiró, notando que este no estaba en la cama. Cuando giró hacia el otro lado, lo vio a parado en el balcón.

Y estaba completamente desnudo.

¡Buen señor! Su trasero tuvo que haber sido esculpido, porque estaba bellamente acampanado y musculoso, y tuvo que morderse el labio inferior para evitar gemir. Si tan solo pudiera grabar la imagen en su mente, la de Changbin parado en el balcón de madera desnudo, las hojas crujiendo un poco más allá de él, el sol se levantaba y creaba sombras claras que perfeccionaban su silueta.

Cerró los ojos cuando este se giró. No quería que el tipo lo atrapara devorando su cuerpo desnudo. Eso sería grosero, y no quería que Changbin lo hiciera ir a casa por ser grosero. A él le gustaba, la tranquilidad, el aire acondicionado y el dormitorio de Changbin eran simplemente deslumbrantes.

Pero, sobre todo, le gustaba el hombre que estaba desnudo afuera.

—¿Quieres café?

Abrió un ojo. —¿Cómo sabías que estaba despierto? — Changbin estaba frente a él, y tuvo un buen vistazo de su polla.

Y qué bonita y gruesa belleza era. Cerró su ojo, diciéndose que no se pusiera duro, pero era imposible no hacerlo.

—Escuché tu patrón de respiración cambiar.

Abrió los ojos. —¿Puedes oírme respirar?

Con un asentimiento, Changbin se sentó en el borde de la cama. —También puedo oler tus emociones.

Este se había sentado junto a su cabeza, por lo que le estaba mirando el trasero. Se mordió el labio inferior, mientras giraba la cabeza, sintiendo que su rostro se incendiaba. Excepto en Internet, nunca antes había visto a un hombre desnudo. Y Changbin era todo hombre, intimidándolo, mientras intentaba pensar en una excusa para salir de la habitación.

—¿Desayuno? —Le preguntó.

Esa sería la razón perfecta para salir de allí. Se sentó, pasándose la mano por la mejilla, deseando que el calor en su rostro se fuera. —Déjame secar mis zapatos, entonces podemos...

—La bandeja está sobre la mesa. —Changbin se puso de pie y caminó más allá de él, mostrando su hermosa polla de nuevo. ¿Cómo no había notado la bandeja sobre la mesa, o el suculento aroma de las salchichas?

Porque has estado demasiado ocupado revisando su salchicha.

Con la comida en la habitación, eso significaba que todavía estaba atrapado con el Sr. Desnudo. —Tengo que ir a ver a Pops.

—Lo verifiqué antes de traer el desayuno. —Changbin quitó las tapas de los platos. El vapor se levantó de los huevos y las papas fritas, haciendo que oliera el maravilloso aroma. —Disfruta viendo la televisión en la sala de estar.

—¿Bajaste las escaleras desnudo? —La idea lo hizo querer desnudar sus dientes romos. La reacción lo sorprendió. ¿Fue porque eran compañeros? ¿Era por eso que quería noquear a todos los que habían visto la espalda desnuda de Changbin?

Una sonrisa se dibujó en la cara de este, como si supiera que estaba celoso y le gustaba. —No, llevaba ropa. Me di una ducha después de regresar a la habitación. Me gusta secarme al aire.

Sus ojos se posaron de inmediato en la ingle de Changbin. La polla del hombre estaba medio dura. Apartó los ojos y se concentró en una interesante pieza de cuerda colgando de una rasgadura en la rodilla de sus jeans.

Changbin (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora