Definitivamente mío [Finalizada]

Diferente. [12]

–Chrono, ¿Dónde está Izuku? Ya debería de haber llegado, ni siquiera ha respondido los mensajes.

–A mi tampoco me responde... Pero no te preocupes, Kai, ya sabes cómo es él. Lo más probable es que esté con... ¿Cómo se llama su novio?

–Katsuki. -Dijo, tomando asiento. –Siempre está hablando de él, no entiendo cómo se te puede olvidar.

–Bueno, eso es porque no le pongo atención a esos temas. Tengo que hacerme cargo del trabajo importante.

–¿Estás tratando de insinuar algo, Chrono?

–No. Iré a esperarlo en la entrada. -avisó, saliendo de la “oficina”.

Caminó hasta llegar al principio de las escaleras, viendo desde arriba si podía encontrar a Izuku entre la gente que estaba en el burdel. Sacó su teléfono intentando llamar al peliverde, pero este no respondía. No quería preocuparse, pues sabía de sobra que Izuku podía defenderse bien; tampoco pensaba que Tomura pudiera hacerle algo.

Suspiró cansado, de alguna forma siempre tenía que lidiar con diferentes cosas y la mayoría de estas, no le correspondían.

Bajó las escaleras decidiendo ir a buscarlo, solo para estar seguro.

“Ya vuelvo.” le escribió un mensaje a Kai.

“Cuando lo encuentres patéalo por mi.” fue la respuesta que recibió.

Subió a su coche y volvió a marcar el número del menor, como seguía sin respuesta, buscó entre sus contactos a alguien a quien realmente no quería tener que hablarle.

Dabi.

–¿Bueno? -se escuchó en la otra línea.

–¿Sabes dónde está Izuku? -le preguntó.

–...No.

–¿En serio?

–¿Dudas de mi, socio?

Hari pudo sentir como el otro sonreía detrás del teléfono, cosa que le molestó.

–No soy tu socio. Si ves a Izuku dile que me marque lo más pronto posible. -colgó.

~

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–Era Chrono, dijo que le llamaras.

–¿Para qué?

–¿Y yo qué sé? -le robó el cigarro de la boca a el peliverde.

–Maldición. -golpeó molesto el suelo con su pie.

–No me interesa mentir a la gente por mi bien, pero... si Chrono se entera que estás aquí conmigo va a molestarse. Prefiero evitar problemas, tampoco quiero que Tomura se enoje. -admite Dabi con madurez.

–Está por llegar, no tardaré mucho. -el celular de Katsuki que Izuku aún llevaba consigo, sonó. -Sí, ya estoy aquí. -respondió, levantándose de la llanta donde estaba sentado. –Tranquilo, solo será entre tú y yo... Te digo que él no tiene nada que ver, si tienes miedo entonces no vengas. -retó. Irritado, caminó hacia afuera de aquel taller abandonado. –Recuerda que vas a ayudarme después. -antes de irse le dijo a Dabi, quien seguía sentado en la otra llanta, justo a lado de dónde él estuvo.