Amigos, parte 2. [9]

448 26 1
                                    

–“Dile a Chrono que puede irse a casa” eso fue lo que dijo.

–¿Pero qué pasa con mi hermana? ¿Ella también puede regresar conmigo? -le preguntó el peliblanco a el guardaespaldas personal de Shigaraki, Mr Compress.

Tomura Shigaraki había tenido un ataque que lo llevó al hospital, lugar donde se ha quedado los últimos días, y según palabras de su doctor, deberá quedarse un tiempo más.

Mr Compress había estado con él todo este tiempo, pero el peliceleste le pidió un favor.

Compress regresó a el hogar al que servía para cumplir con lo que se le había ordenado que hiciera, lo cual era hablar con el amigo y socio de su jefe, Chrono, para informarle que podía dejar la vivienda.

–No, aún no está permitido. -Explica con calma. –Una vez que aniki regrese, ella podrá irse.

–¿Y eso cuándo es? -pregunta inconforme.

–...Tampoco lo sabemos. -admite. –Pero quizá esta semana sea la última que esté en el hospital. -dice rápido en un intento de que el peliblanco ceda.

–¿No hay forma en que pueda quedarme aquí con ella? -insistió Chrono.

–No puede. Usted sabe cómo funcionan los negocios, estaba aquí por órdenes del joven jefe, pero si él ha dicho que se vaya, tiene que irse. El jefe vendrá de visita, sería una ofensa el que usted siga aquí por deseo propio.

–...Lo sé. -Responde intranquilo. –Pero no es por deseo propio. ¡Ella es mi hermana! Para otros es solo la empleada de la limpieza en la familia, ¡No tiene nada que ver con nuestros negocios! Son ustedes quienes no lo entienden. -dijo mirándolo diferente a lo usual, su mirada había cambiado.

Mr Compress lo sintió como una amenaza, sin embargo no podía hacer nada sin la aprobación de Shigaraki, cualquiera de los dos Shigaraki.

–Regresaré mañana, por supuesto que usted ya no estará para ese entonces. -Advirtió por última vez, levantándose de la mesa donde habían estado conversando y después salió de esa habitación, dando por finalizada la disputa.

–Mierda. -Exclamó Chrono lleno de impotencia golpeando la mesa de madera con su puño cerrado. Sacó su celular del bolsillo de su pantalón llamando a alguien. –Kai... -murmuró dudoso.

–Har- Chrono. -se corrigió. –¿Qué pasa?

–Solo me aseguraba que fueras tú.

–¿Quién más podría ser? -por el tono en su voz, parecía estar sonriendo mientras preguntaba. –¿Estás bien? Actúas algo raro y tampoco suenas como de costumbre. ¿Sucedió algo con Tomura?

–No realmente. -Ignora la primera pregunta al no querer mentir, ni preocupar de más a el castaño. –Él está mejorando, quizá en una semana regrese a casa.

–Ya veo. -dice escondiendo su alivio, y vuelve a interrogar. –¿Entonces qué pasó? ¿Necesitas que vaya a verte?

–...Hatsu tiene que quedarse. -confiesa algo triste.

Nunca decían el nombre de su hermana, ni siquiera a el propio Shigaraki se lo dijeron.

Ella también tenía un nuevo nombre asignado por el padre de Chisaki, pero para Hari, ella siempre sería Hatsu.

En ese momento no pudo evitar decir su nombre, sentía algo en su corazón, algo que lo inquietaba.

Quién sabe, podría solo estar siendo paranoico y sobreprotector.

Después de hablar por un largo rato con Kai, se calmó un poco. Regresó a la habitación a dónde se había estado quedando para recoger sus cosas.
Fue a la habitación de su hermana para también despedirse de ella, le pidió que se mantuviera en aquel lugar y que no saliera a menos de que fuera necesario.

Definitivamente mío [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora