13.

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El timbre de la puerta de entrada sonó, Katsuki no abrió e Izuku sacó la llave que tenía guardada en su bolsillo. Entró sin hacer ruido, dejó las flores sobre la mesita del living, fue a revisar la cocina, y vió que había un desastre.

“¿Qué pasó aquí?”

Katsuki siempre mantenía su hogar limpio y en orden, al contrario de como se ve ahora.

La situación era desconcertante.

Continuó buscando al cenizo, ya enfrente de la habitación de este, dudó por un largo segundo si tocar antes de entrar, no quería espantarlo si entraba así nada más.

Sobre todo por el cómo se veía ahora.

–Kacchan, soy yo, Izuku. -dijo después de tocar dos veces la puerta.

No había ni un solo sonido del otro lado.

“¿Estará en clases?”

Había algo que le decía que no era así.

“Calma, estás siendo paranoico, eso es todo. No va a pasar nada.” se forzó a abrir la puerta.

La cama estaba vacía. Sin dudas alguien había estado ahí antes, las sábanas desordenadas lo dejaban en claro.

Sin embargo, aquello solo hizo sentir más inquieto.

¿Por qué sentía esa opresión en su pecho?

No podía fingir más. Algo andaba mal.

Comenzó a sudar frío, miró hacia el cuarto de baño, la puerta estaba cerrada como siempre, tampoco no había nada diferente en ella, pero a él le causó un temor terrible el solo verla.

Tragó saliva antes de intentar moverse, como si sus piernas no quisieran llegar a esa habitación.

–¿Kacchan? -llamó casi en un susurro.

Posó su mano en la perilla, giró y abrió lentamente la puerta blanca sin entrar al lugar, cuando estaba lo suficiente abierta como para ver adentro, su corazón se alborotó.

~~


~~

[Jueves por la mañana.]

Después de quedar inconsciente a causa de un golpe proporcionado por su “hermano mayor” Chrono, Izuku despertó dentro de un lugar parecido a una celda de prisión.

La diferencia era que no había alguien más ahí, además de él.

Adentro de la celda podía verse un pequeño y delgado futón, y un sanitario estilo japonés, nada más que eso.

–¿Dónde estoy? -preguntó en voz alta cuando abrió los ojos.

–Que bueno que despertaste, tu castigo tiene que comenzar pronto, no tengo todo el día para ti, ¿Lo sabes?

–¿Nii..san? -su voz tembló.

–Primero hay que darte un baño. ¿Cuándo fue la última vez que te bañaste? Apestas a sangre y sudor. -le dijo Chrono levantándose de aquella silla que estaba enfrente de la celda. –Oi, tráeme la manguera. -ordenó a la otra persona que se encontraba con él.

–¿Nii-san...? ¿Qué hago aquí? -intentó reincorporarse ya que el frío suelo le comenzaba a calar en la piel.

“Me duele todo.” se quejó, volviendo a caer al suelo. “No puedo acordarme mucho de ayer... Yo estaba con aquel chico y... luego... ¿Qué pasó? ...No lo recuerdo.”

Definitivamente mío [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora