Ep 7: La sinfonía

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Regulus se encontraba en vacaciones en su casa. Estaba anotando unas cosas en la libreta que mostraba el informe de Freyja Ollivander, cuando sintió un ruido estridente en la habitación de arriba, más específicamente en el cuarto de Sirius.

Dejo la libreta sobre la mesita y salió al corredor para ver qué sucedía, al tocar la puerta una voz calmada sonó:

-Pasa y cierra la puerta al entrar.

Regulus entró y los colores de Gryffindor alumbraron sus ojos, le costó un poco entender lo que estaba haciendo su hermano, vio posters muggles de motocicletas, una foto mágica de él y sus amigos, y bastantes fotos de Freyja con él riendo o Sirius cargandola en brazos. En otras solamente estaba ella atandose el cabello largo con ese particular fino lazo negro.

-¿Por que quieres fotos de ella en tu pared? -pregunto observandolas- si en unos días harás lo que haces con las demás chicas.

-Tu no lo entiendes, Reg, eres demasiado joven y estúpido -reflexiono Sirius con calma y una sonrisa-, cuando creces se exploran nuevas puertas, ventanas, horizontes...

-¿Por qué no le dijiste eso a las seis chicas que me presentaste? -replicó astutamente.

-Es que esas eran diferentes, Reg, dime, ¿te cae bien Frey?

-No la conozco lo suficiente como para saberlo, solo le alcancé un libro y vi como se peleaba por ti...

-Cuando la conozcas mejor, sabrás porque todos la quieren -dijo el con una pequeña sonrisa.

Regulus se quedó observando una foto en la que ella estaba sentada en la orilla del lago mientras su largo y rubio cabello oscilaba en el viento.

-Kreacher -Dijo Regulus cuando una hora más tarde estaba en su habitación-, trae la foto de la señorita Freyja del cuarto de Sirius, por favor. Y que nadie se entere.

-Claro, amo Regulus, lo que usted deseé -Dijo Kreacher.

El elfo se desapareció de un chasquido y de otro volvió a aparecer con la foto entre las manos. Regulus agarró la fotografía y la observo sin entender a su hermano, ¿Por qué sentía eso? Era bonita, pero no entendía el porqué de su enamoramiento...

Guardó la fotografía en su libreta y bajo a cenar. A la mañana siguiente se levantó, se vistió y desayunó, después decidió ir a tocar la misma canción que siempre tocaba en el piano.

Llego al salón y se sentó frente a este, abrió las notas y empezó a tocar, siempre perfecto y siempre la misma melodía aburrida. De pronto alguien tocó la puerta y se escuchó una corrida de las escaleras, un golpe como si alguien se hubiera caído, un quejido de Sirius y luego más pasos hacia la puerta. Cuando esta se abrió una extraña luz reflejo la casa, había dejado de tocar y mis dedos habían quedado sobre las teclas del piano. Su madre se había asomado para ver quién era y al saberlo sonrió y se acercó muy contenta a esta, mi padre no se encontraba en casa por lo que no saludó a nadie.

-¿Tuviste un buen viaje, querida? -Le preguntó Walburga cuando Freyja entró a la sala.

-Si, muchas gracias, mi tío abuelo manda saludos -anunció con voz calma.

-Regulus esta en el salón, ven a saludarlo -Dijo su madre.

Regulus frencio el entrecejo y volteó para ver los ojos grandes y verdes miel de Freyja entrar al salón.

-Hola, Reg -Lo saludo alegremente.

-Hola -dijo el secamente y volvio para tocar el piano.

-Déjalo, se debe haber levantando con el pie Izquierdo de la cama -Dijo su madre vacilando un poco- ¿Quieres una taza de té?

-Emm... claro -Dijo ella con voz calmada.

-Kreacher -dijo su madre.

El elfo apareció en medio de la sala sobresaltado a Freyja, que lo miro con un brillo en los ojos y una sonrisa.

-¿Mi ama desea algo? -Pregunto Kreacher, mirándola.

-Haz un té para nuestra invitada, Kreacher -Ordenó su madre.

Kreacher volvió a desaparecer. Regulus volvió a tocar el piano, pero sucedió algo extraño, no sonaba la misma aburrida canción de siempre, si no una melodía más divertida y alegre. Se paró en seco al escucharla.

-¿Te sientes mal, Regulus? -Le preguntó Freyja al ver que había parado de tocar de la nada.

-No... no, solo... me olvidé la letra - mintió confundido.

-¡Vaya que eres tonto, Regulus! ¡llevas tocando esa canción por años y te olvidas la letra! -Exclamó Sirius riendo-, apártate y deja que Frey toqué.

-Emm... claro -Dijo todavía anonadado.

Regulus se levantó y se sentó en una butaca, ¿Era la misma canción que siempre había tocado? ¿Por qué se sentía diferente?, levante la vista y observé como Freyja se sentaba para tocar unos acordes del piano, sorpresivamente tocaba muy bien el instrumento.

Se quedó un poco hipnotizado observandola como tocaba con delicadeza, aunque ella no tenía casi nada de delicada con ese cabello revuelto y ropa desordenada, aveces cuando la veía sentía que miraba a un cavernícola que no sabía adaptaba a la civilización. Kreacher apareció y lo sacó de su ensimismamiento, avanzó unos pasos temblorosos hacia ella y le volcó el té encima de su ropa. Los tres nos levantamos impulsivamente.

-¡Kreacher, compórtate! ¿¡Cómo le tiras el té a nuestra invitada!? -Exclamó Sirius furioso acercándose al elfo, que parecía desesperado por su error.

-Ya, Sirius, no es nada. -lo calmo Freyja con tranquilidad y se acerco a la altura del elfo- Fue solo un accidente, no creo que Kreacher lo haya hecho a propósito, ¿No?

-¡Claro que no, señorita Freyja! ¡Kreacher nunca haría algo así y menos a propósito! -Exclamó el elfo desesperado y empezó a golpearse el rostro con sus manos.

Ella lo tomó de las manos y con una mirada bondadosa y una sonrisa mostrando sus blancos dientes, dijo con calma:

-Esta bien, no te preocupes, fue solo un accidente, no tienes porque lastimarte. No lo hiciste a propósito.

-¡Pero Kreacher no cumplió con su deber de traerle un té a la señorita Freyja!

-Esta bien, puedes traerlo mañana, ahora no tengo ganas. Muchas gracias por disculparte y haberlo intentado -lo calmó con una voz suave.

Tanto Regulus como Sirius quedaron helados por el trato de la joven hacia el elfo, que sonrió agradecido y la miro con los ojos llorosos.

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