Ep 10: El señor Ollivander

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A las nueve en punto todos estaban listos y la comida servida, cuando sonó el timbre la que abrió fue Freyja, para aliviar la tensión. Regulus se vio obligado a usar un traje negro, que no le desagradaba, pero era incómodo de portar, y al parecer a Sirius le pasaba lo mismo.

Cuando Freyja entró en el salón, donde todos estaban, parecía nerviosa.

-Papá, te presento a los Black -dijo con nerviosismo.

Detrás de ella la figura de un hombre alto, delgado con cabello blanco y ojos pálidos, tenía puesto un traje que con su cara seria y juzgadora lo hacía ver intimidante. Entró al salón y miro con desagrado al resto.

-No me habías contado que eran los Black... -dijo tratando de mantener la calma.

-¿No? Se me debe haber olvidado... -masculló tratando de cambiar de tema.

Luego clavó la vista plateada y perforadora en Sirius

-¿Tu sales con mi hija?

-Si, hola señor... -se presentó Sirius con algo de nerviosismo y le estrechó la mano.

-Bien, será mejor que vayamos todos a la mesa para cenar -Anunció Walburga y los guio a todos hacia el comedor.

Antes de irse Regulus paró a Sirius, que parecía que iba a desmayarse.

-¿Estas bien? -le pregunto, hacia un esfuerzo para no reírse- Parece que te vas a desmayar.

-El señor Ollivander me odia, y además me apretó la mano con fuerza, creo que me rompió el meñique -Explico agarrándose la mano adolorido-, si no consigo ganarmelo nunca podré estar con Terry...

Ambos fueron hacia el comedor y se sentaron en la mesa, Regulus se sentó junto a Sirius, y su madre se sentó junto a Freyja del otro lado. El señor Ollivander y su padre de sentaron en los extremos.

-Es una lástima que su esposa no haya podido venir, ¿se sentía mal? -preguntó su madre con una sonrisa.

-Mi esposa murió hace doce años -Declaró Garrick fríamente-, crié a mi única hija yo solo.

Sirius se golpeó la cabeza contra la mesa y Freyja se tapó la cara con las manos mientras se hundía en su asiento. Era divertido para Regulus ver esa secuencia, no pudo evitar sonreír un poco.

-¡Oh, lo lamento mucho! -se disculpo su madre sorprendida- ¿de qué falleció?

-Tenía una maldición, es de familia, si mi hija tiene una niña, muere a los pocos años -explicó con un deje de impaciencia-, generaciones atrás un pariente que no estaba bien de la cabeza maldijo a las mujeres de la familia de mi esposa, solo pasa con las mujeres, así se aseguraban de mantener el apellido, pero no funcionó y solo lograron que queden pocas personas.

Regulus se sorprendió al igual que sus padres, parecía algo de los que daba de que hablar.

-¿Que hará con el negocio de varitas cuando muera? -preguntó su padre con curiosidad.

-Mi hija hace varitas exquisitas, de hecho, la varita que posee su hijo Regulus la hizo ella -Confesó mirándolo.

Regulus hizo un gesto de sorpresa al igual que sus padres.

-Estoy seguro que el negocio seguirá por muchísimos años -añadió el señor Ollivander con un asentimiento de cabeza-, es por eso que si un matrimonio en mi familia llega a tener una niña, se le enseña al padre a hacer varitas para que le enseñe en un futuro, pero si es un niño, se le enseña al mismo niño y el padre se queda sin el secreto.

Después de la cena que pareció interminable, llegó el postre.

-¿Lo hiciste tu, Frey? -Le preguntó el señor Ollivander a la chica que asintió muy contenta.

-Sirius me ayudo, quería hacerte un regalo -explicó con amabilidad.

El señor Ollivander miró el plató fijamente con desconfianza, y luego murmuró con frialdad:

-Se nota que lo hizo él.

Sirius se encogió de hombros y el señor Ollivander probó el postre, hizo un gesto con algo de desagrado y luego otro de aprobación. Después del postre y una taza de café, Garrick Ollivander se levantó para ya marcharse. Cuándo por fin Freyja cerró la puerta, volvió con una sonrisa y abrazo a Sirius.

-¡No te quiere asesinar y enterrar en mi jardín! -dijo con alegría.

-¿Eso es algo bueno? -pregunto Regulus sorprendido de aquel anunció.

-Viniendo de mi padre, sí -comentó ella con una sonrisa.

Sirius la abrazó con fuerza y al pasar Regulus, pudo escuchar un comentario de él:

-Quiero ver cómo te queda el conjunto negro hoy en la noche...

Sintió un poco de asco y se largó a su habitación para anotar la nueva información que había conseguido de Freyja en su libreta.

La Libreta De Regulus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora