La Libreta De Regulus

16- Unas copas de más

-¿Qué planean hacer para las fiestas?

Era la mañana y Crouch se había acercado para charlar. Regulus estaba observando todo callado, tenía que procesar muchas cosas y se sentía fatal.

-¡Ey, Regulus! -llamo su amigo Mulciber, él se sobresaltó-. Te estamos hablando, ¿que te pasa?

-Nada, solo de desvele leyendo. ¿Qué es lo que sucede?

-Que Severus fue invitado a casa de la familia de la novia de tu hermano para las fiestas -le dijo, Regulus se movió, incomodo-. Sé que te molesta, pero debes convivir con ella, la quiere todo Hogwarts.

-Y a mi que me importa? Es solo la novia de mi hermano, nada más.

-Wow... ¿que te sucede? -le pregunto Mulciber-. Hasta hace dos días la consolabas y estabas mirándola todo el tiempo cuando pasaba.

-¿Qué? Eso no es cierto. -exclamó el chico-. No la miro.

-Tranquilo, todos lo hacen, es hermosa.

Regulus se levantó furioso y empezó a caminar por los pasillos, cuando vio a Freyja con su rubio y largo cabello besándose con Sirius, idiota. Soltó un bufido y dijo:

-Estoy cansado de verlos todo el tiempo así, ya cansan a la gente. Todo el tiempo a todas las horas estás con las manos sobre ella, Sirius.

No sabía que lo había inclinado a decir eso, le había salido del alma. Los dos jóvenes se separaron y lo miraron con mucha sorpresa. Freyja se sonrojó levemente y Sirius gruñó un poco.

-Perdón, Reg, no sabía que te molestaba -murmuró Freyja.

-Ya, ya -dijo Sirius-. Escúchame, no te metas en lo que no te incumbe, mocoso.

-No lo trates así, Sirius...

Regulus siguió por el pasillo a paso firme, estaba cansado de que ella fuera tan amable todo el tiempo, cansado de saber que era tan amable con todos... estaba cansado de saber que aunque pudiera, nunca se acercaría a la novia de su hermano. Estaba cansado de ella y de que fuera tan buena y hermosa persona, solo quería algo de paz y dejar que su mente solo pensaba en ella.

Las fiestas tal vez servirían para despejarle la mente -pensó él.

Lo que Regulus no contaba era que iba a pasar las fiestas en casa de Freyja. La casa de los Ollivander era característica por ser bastante grande al tener una conexión a un bosque para conseguir las maderas de las varitas, tenía un sendero hermoso y frondoso. Las habitaciones eran espaciosas y corría la luz del sol, todos tenían una habitación separada de todos dado que la casa era más grande que la propia casa de los Black. En la habitación de Regulus había un ventanal que a la mañana, con la luz del sol, lo levantaba apenas salía.

Para mejorar la situación, al lado de la habitación de Regulus estaban las regaderas, y él había descubierto que había un pequeño agujero que daba desde su habitación a ellas. Lo descubrió cuando se le cayó un anillo, se agachó a recogerlo y terminó viendo el trasero de Sirius.

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¿Qué diablos pasó anoche?

Regulus se levantó en su cama, tenía recuerdos confusos. Habían salido a una fiesta, habían tomado demas, pero no recuerda más nada.

Se levantó como pudo y salió de la habitación, se tocó la mejilla y se dio cuenta que le dolía. Corrió hacia el espejo más cercano y observó el golpe en su mejilla.

Una imagen vino a su cabeza como un flash, vio a Sirius furioso y provocandole el golpe en la cara a Regulus. O sea que Sirius lo golpeó, ¿pero por qué?

Camino por los pasillos de la casa y llego a la cocina, no había nadie allí, seguramente todos seguían durmiendo. Trato de recordar y solo pudo observar a Snape mirándolo con desaprobación. Se aproximo al baño y otro recuerdo le surgió en la mente, era una chica de cabellera rubia y larga que saltaba sobre él en el inodoro.

-Ay por dios.