Cuando la edad necesaria llegó, Seokjin se casó, no por obligación sino porque era algo que todos hacían.
Su prometido, un lindo y muy elegante omega de clase alta, Kim Taehyung.
Taehyung quería a Seokjin, demasiado como para considerarlo amor. Seok...
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TaeHyung continuaba muy feliz ese día, la invitación de SeokJin para cenar se había convertido en su fuente de ánimo. Tanto fue así que pasó parte de la tarde escogiendo el conjunto de ropa perfecto para salir.
Todo iba bien, estaba probándose algunas cosas mientras se miraba en el espejo. Fue ahí cuando, por mera curiosidad, quiso ver cómo iba su marca.
Su sorpresa fue grande al ver que estaba sanando muy rápido, estaba casi curada. Aunque algo no estaba bien, pues al mismo tiempo que esta sanaba, también parecía como si estuviera desapareciendo. Sin embargo, no le tomó mucha importancia.
Una vez que se decidió por la ropa que llevaría, se bañó y arregló un poco. Tenía una belleza natural, no hacía falta que hiciera mucho para verse bien.
Miró el reloj y vio que aún era algo pronto, todavía faltaba una hora para que SeokJin llegara del trabajo. Entonces tuvo la idea de ir al trabajo de su esposo y esperarlo para que no tuviera que regresar también, creía que eso iba a alegrar a SeokJin.
Por su parte, SeokJin miraba el reloj con desespero. Ansiaba la hora de salida para poder cenar con TaeHyung, no entendía muy bien el por qué de su emoción solo sabía que no podía esperar a cenar con él.
Por supuesto, también estaba la opción de simplemente salir a la hora que quisiera pues, si bien aún no ocupaba el lugar de su padre en la empresa, seguía teniendo ciertos privilegios. Sin embargo, SeokJin nunca haría algo así, quería demostrar que podía ser responsable sin hacer uso de los privilegios que le habían sido otorgados por el simple hecho de ser hijo del ceo.
Entonces, tomando en cuenta todo, no tenía más opción que esperar, ansioso, su hora de salida.
Siguió observando el reloj, hasta que una voz familiar lo distrajo.
—Dicen que el tiempo pasa más lento cuando lo único que haces es checar la hora —habló su mejor amigo, Hwang SeoJun—. Aunque no entiendo por qué miras el reloj con tanta insistencia como si estuvieras desesperado por salir. Creí que te gustaba quedarte hasta tarde —dijo mientras se acercaba a SeokJin.
—Tengo algo importante después del trabajo —respondió, algo apenado—. Creí que seguías de vacaciones, dijiste que tu viaje duraría un par de semanas —agregó con algo de confusión debido a la repentina llegada de su amigo.
—Tuve que regresar por algunos asuntos —explicó sin mucha precaución—. De hecho regreso mañana, hoy solo vine a arreglar un par de cosas y de paso, quise venir a felicitarte por tu boda y también a disculparme por no asistir —expresó, apenado.
—Está bien, fue solo un evento pequeño —excusó, restándole importancia.
—¿Pequeño? —cuestionó con asombro—. Fue tema del momento y estuvo en las revistas más importantes de sociales.
