Cuando la edad necesaria llegó, Seokjin se casó, no por obligación sino porque era algo que todos hacían.
Su prometido, un lindo y muy elegante omega de clase alta, Kim Taehyung.
Taehyung quería a Seokjin, demasiado como para considerarlo amor. Seok...
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Taehyung despertó a la mañana siguiente y al voltear a su lado, se encontró con el rostro de Seokjin. El hombre tenía una expresión apacible, como si hubiera dormido muy bien.
En cambio él... Todo su cuerpo dolía, pero nada comparado con el dolor que tenía en su espalda baja. Le era imposible levantarse de la cama.
Hizo un gran esfuerzo para poder levantarse y caminar hasta el baño, apoyándose de la pared. Una vez que estuvo en el baño, se miró en el espejo y entonces vio la marca de Seokjin en su cuello, que estaba cubierta por una venda para evitar que se infectara. Se quitó la venda por un momento y entonces pudo apreciar la marca, era bastante marcada y profunda.
Observó su cuerpo por completo y cayó en cuenta de que habían varios moretones en distintas partes.
Cerró los ojos, sintiéndose muy decepcionado. Ni siquiera era capaz de tener una vida sexual sin terminar con morados cardenales.
Decidió darse una ducha y después de eso se vistió con la ropa más conservadora que tenía para cubrir sus moretones y la marca que Seokjin había hecho. Cuando regresó al cuarto, Seokjin ya estaba despierto.
—Veo que estás cansado —dijo al observar que Taehyung cojeaba—. Yo prepararé el desayuno, tú descansa.
—Quiero volver a Corea —pidió de repente, causándole una gran impresión a Seokjin—. Ahora.
—¿Estás bien? —Se atrevió a preguntar.
—Ya usamos los boletos de madre, estuvimos aquí, hicimos lo que deseaba. Quiero irme.
—Se supone que estaríamos aquí dos días —respondió—. Acomodaste la ropa, ¿por qué de repente quieres irte?
—Solo no me siento bien. —Se limitó a responder.
—Entonces nos iremos —dijo con resignación mientras soltaba un gran suspiro. La vida en matrimonio iba a ser más difícil de lo que creía.
—¿Por qué te casaste conmigo? —cuestionó Taehyung de repente y Seokjin no podía estar más confundido. No entendía el comportamiento del menor.
Seokjin dudó en responder. ¿Qué se suponía que debía responder exactamente? Tal vez, solo con la verdad.
—Casi tengo treinta —respondió finalmente, después de unos minutos de silencio—. Mis amigos cercanos estaban haciendo su vida y solo yo no tenía a nadie, no estaba haciendo mi vida como debería. Así que, solo lo hice, me casé contigo. ¿Y tú?
—No iba a casarme, pero me di cuenta de que si no me casaba, no iba a hacerlo jamás, así que acepté. —Taehyung se levantó de la cama y caminó hasta donde estaba Seokjin, solo para tocar su rostro con una de sus manos—. Sin embargo, después de conocerte supe que no había otra persona mejor para mí que tú. Me enamoré de ti, ¿lo entiendes? Que me casé contigo por amor.
