"𝐄𝐥 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐒𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧"

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Salem, Massachusetts
31 Octubre de 1993

—Me interesan las brujas, supongo que a ustedes tambien por su disfraces —Allison se acerco con una sonrisa en el rostro evadiendo el tema de hace unos momentos.

—¿De verdad? Yo también, aprendimos de esas hermanas en la escuela —Dani tomó una paleta en forma de bruja, me quede unos segundos admirándola.

—Ah, te refieres a las hermanas Sanderson —abrí los ojos de par en par, existía una posibilidad de que fueran mis tías y madre, por otro lado me sorprendía el interés que la chica desprendía sobre el tema—. Se todo sobre ellas, mamá estaba a cargo del museo.

—¿Hay un museo de ellas? —pregunte.

—Si... pero lo cerraron por que, sucedían muchas cosas raras —susurro esto último.

—Bueno, ¿y por que no vamos a la casa de las Sanderson? —sugirió Max y por otro lado Dani estaba negando al igual que yo. Si existía posibilidad de que el hogar de las Sanderson fuera el mío, estaría perdida. Binx se enfadaría por no cumplir mi promesa—. Vamos, conviértanme en un creyente.

Vi una ligera sonrisa por parte de Allison.

—Bueno, permítanme cambiarme no me extrañarán.

Dijo por último para después volver a subir por las escaleras, desvíe mi vista lejos de la pequeña disputa que Dani hacía con su hermano Max de no llevarla a la casa de las "Sanderson". Mi vista vago hasta posarse en un chico que estaba en el centro del salón, mis mejillas enrojecieron en cuanto nuestras miradas chocaron, vi una ligera sonrisa por la comisura de sus labios y alzó su mano para saludarme con delicadeza. Decidí corresponderle tal acto, segundos después vi como este se dirigía hacia mi.

—Bien el próximo año nos disfrazamos como Wendy y Peter Pan, con mallas o no hay
trato —oía a Dani convencer a su hermano.

—Bien, bien hay trato.

—Al parecer alguien más va a divertirse esta noche... —oí una pequeña risilla por parte de la menor.

—¿Que? No esta noche, vamos turrón de azúcar hay que irnos —sentí una mano sobre mi cintura. El chico que venía hacia mi frunció el ceño y giró sobre su propio eje huyendo de la escena, alce mi cabeza percatándome de Max a mi lado mirándome fijamente—. ¿Fue por que te dije turrón de azúcar?

Negué.

—Tú mano... —aclare nerviosa.

—Oh, acostúmbrate es hora de irnos... Turrón de azúcar —rio.

Salimos de la gran casa de Allison con prisa bajo la luna llena, iba junto a Max observando mi alrededor. Seguía sin reconocer el lugar en el que estábamos.

—La leyenda dice que en estas paredes están los restos de cien niños —Allison señalaba una gran barda de piedra en la que colgaban hierbas, nos contaba acerca sobre la gran leyenda de las brujas.

En cuanto nos paramos fuera de una puerta de madera con una reja detrás, trague hondo, sentí los nervios recorer mi cuerpo rápidamente. Por fin había unido las piezas del rompecabezas en mi mente, nosotras éramos la leyenda o al menos mi tías y madre lo eran. Mire la cabaña a lo lejos un tanto insegura, si los dejaba entrar Thackery me me mataría o si ellos cometían una locura ahí dentro, mi familia se encargaría de ellos.

Max se inclinó tomándome del mentón y alzando una ceja, frunció el ceño para después reír por lo bajo. El comportamiento que fluía conmigo era un tanto diferente, comenzaba a persevir que coqueteaba conmigo, pero con Allison ocurría la misma aura.

𝐇𝐎𝐂𝐔𝐒 𝐏𝐎𝐂𝐔𝐒 || 𝐌𝐚𝐱 𝐃𝐞𝐧𝐢𝐬𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora