𝐇𝐎𝐂𝐔𝐒 𝐏𝐎𝐂𝐔𝐒 || 𝐌𝐚𝐱 𝐃𝐞𝐧𝐢𝐬𝐬𝐨𝐧

"𝐔𝐧 𝐛𝐚𝐢𝐥𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨"

Salem, Massachusetts
31 Octubre de 1993

Dani comenzó a jalar de la chaqueta de Max con desesperación, de pronto sus lágrimas habían desaparecido y su rostro demostraba sorpresa ante la escena. Nos quedamos pasmados en cuanto ella dijo que miráramos, Binx estaba nuevamente sano y salvo, de vuelta a la vida. Me acerque a este rápidamente quitando una pequeña lagrima que se me había acumulado cerca del ojo.

—Odio que pase esto, ¿que? Se los dije no puedo morir —habíamos olvido aquella parte—. ¿No me digas que estabas llorando?

—Gato tonto, casi me matas de un susto. Y no, no estaba llorando —me excusé rápidamente para suspirar aliviada.

—¿Dani estas bien? —le pregunto al ver su rostro empapado, esta asintió felizmente y un tanto sorprendida—. Bueno, pues vámonos.

No pusimos en marcha hasta llegar a una calle en donde un hombre estaba sobre un artefacto muy atractivo, Max, Dani y Allison gritaron desesperados al verlo. Lo llamaban "oficial", así que eso debía ser.

—Necesitamos su ayuda —expresó Allison.

—¿Cual es el problema? —respondió este.

Nuestras miradas se posaron en Max y Dani lo obligó a hablar.

—Bien, bueno. Acabo de mudarme aquí —se acercó a este, el hombre frente a él solo poseía un rostro de indiferencia—. Verá, se trata de... yo, entré a la casa de las Sanderson y reviví a las brujas de nuevo. Vea incluso tengo el libro.

—¿Encendiste la vela negra? —el oficial preguntó y este asintió. Bajo de su artefacto con ruedas para después pedirle que lo acompañara—. Ven, quiero hablar contigo.

El resto decidimos seguirlo con interés.

—Y es Virgen —agregó Dani.

El oficial comenzó a susúrrale algo al oído, solo observaba como Max asentía repetidamente y se molestaba al verlo.

—Oficial no es una broma, ella. Ella es pariente de las Sanderson —Allison hablo resignada por el comportamiento del hombre.

—En serio... —Dani intentó hablar nuevamente pero este le interrumpió.

—¡Oigan!, arriesgó mi vida para proteger esta comunidad y ustedes vienen con esto, fuera de aquí —nos advirtió molesto—. Y llévense al gato.

En cuanto oí aquellas palabras retrocedí unos pasos para tomar a Binx en brazos. Minutos más tarde habían decido recurrir a personas responsables pero no creyentes en tonterías reales, los padres de Max. Se encontraban en un gran fiesta de Halloween que se daba para el pueblo de Salem, llegamos admirando el lugar y el sin fin de personas que se encontraban dentro.

—¡Max voy a buscar a Mamá! —gritó Dani por el sonido tan fuerte.

—Yo, iré con ella —intente escaparme pero como si fuera costumbre me detuvo pidiéndome que me quedara.

No sabía que decir, así que seguí a su lado. Nos detuvimos buscando a sus padres, no tenía idea de cómo eran estos pero aún así no lograba diferenciarlos con la pequeña descripción que me había dado. Nos detuvimos en un punto intermediario, oí un pequeño grito por parte de Max , un vampiro se acercó a este con la intención de asustarlo.

—Papá —musitó este, sabía que era un disfraz gracias a Max pero aún tenía miedo de los vampiros por alguna razón. Creo que jugar con ellos y después dejarles caer por accidente su sustento de sangre era un pecado.

—No soy papá, soy Drácula. Oh por Dios, ¿quienes serán estas encantadas donadoras de sangre? —se inclinó y besó la mano de Allison con delicadeza, en cuanto se acercó a mi cerré los ojos con fuerza esperando lo peor. Nada sucedió, así que suspire aliviada.