capitulo 14

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Despertar fue extraño. A Gerard casi le da un ataque al corazón cuando abrió los ojos y se encontró con Frank apoyado sobre la mitad de su cuerpo, reposando su cabeza en su hombro, con el brazo cruzándole el pecho. El pulso se le aceleró de inmediato, y quizá fue eso lo que despertó a Frank, que lo miró medio adormilado, sonriendo. Frank estaba en las nubes, y tal vez fuera porque la primera noche allí la había pasado con Gerard, pero la casa le parecía maravillosa. Se restregó un poco contra su piel, desperezándose, tomando aire para luego volver a acurrucarse entre las sabanas.

- Buenos días...- susurró, escondiendo la cabeza en el cuello de Gerard.

- Me haces cosquillas, Frankie...- rió, encogiendo el cuello, haciendo que Frank se retirara.-Así que... estamos juntos...- sonrió.

- Si...- le devolvió la sonrisa, sonrojándose.- La verdad es que... nunca pensé que acabaríamos así...- confesó, revolviéndose en la cama para sostenerse sobre sus codos, observando a Gerard. Le acarició el pelo, apartándoselo de la cara, observando las facciones, delineándolas con las yemas de los dedos. Tomó aire profundamente y saltó de la cama.

- ¿Dónde vas? Es súper temprano.- dijo Gerard, agarrándolo de la blusa, dando un tirón.

- No, si... ahora vengo...- dejó caer una risilla nerviosa.- Voy a...- lo miró de nuevo y suspiró.- ... darme una ducha fría...

Gerard lanzó una carcajada, soltándolo al fin para dejar que fuera a cumplir su propósito. Lo observó marcharse y cerró los ojos, apretó los labios y miró de reojo bajo las sabanas. Lanzó un bufido de desesperación. Las duchas frías serían unas fieles compañeras en una buena temporada.

Gerard llamó a Donna, explicándole que estaba bien y que todo había sido un malentendido, que solo había salido a despejarse y que, como estaba algo distraído, se le olvidó coger las cosas. Pensaba que le iba a caer una buena bronca, sin embargo no contaba con el factor Frank. A Donna le encantaba el hecho de que estuviese quedándose con él, así que no le preguntó gran cosa ni le echó la culpa por haberlos tenido horas buscándolo (cosa de agradecer), solo le advirtió que tuviera mas cuidado, y que, para mas seguridad, fuese siempre con Frank a cualquier sitio. Claro, como si él quisiese separase de Iero. Lo mismo le dijeron a los demás chicos, así que para todo el mundo, Gerard no había salido con Bert, y la verdad era que, excepto Frank, nadie mas lo había visto con él. Mikey simplemente suspiró aliviado cuando lo supo, de la bronca de Ray no pudo librarse.

- ¡Ya te dije lo que pasaría si te tenía que ir a buscar otra vez!- le gritaba el afro a través del teléfono.

- ¡Pero yo no te llamé, tío! ¡Fuisteis vosotros los que os emparanoyasteis!- se defendió Gerard.

- ¿Y que íbamos a hacer? Sabíamos que estaba ese maniaco que te tiene ganas suelto por ahí... lo raro es que aún no haya dado señales de vida.

- Ya, bueno... olvídalo, Ray...- prefirió evitar el tema.

- No sabes lo preocupados que estábamos, joder... ¿Es que no piensas en la gente?- se oyó suspirar a través del auricular.

- Te lo recompensaré, ¿vale? Además, ya no te voy a dar más problemas... puede que...- miró a Frank, y este le hizo burla, así, porque sí.- Tal vez me mude...

- ¡No me jodas! ¿¿Estas con Iero??- preguntó, exaltándose.

- Claro que estoy con él, llevo en su casa estos dos días.- dijo como si fuera una obviedad.

- No me refería a eso...

- ¿Entonces?- preguntó, intentando aparentar que no se enteraba del tema.

Uno (frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora