Capítulo 17.

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Lo que más ansiaba Hyunjin era poder ver a Minho entre esos amigos que le esperaban, tontamente pensaba en ello, una pequeña ilusión que se derrumbó de inmediato cuando solo vió a Bangchan, Felix y Seungmin. ¿En qué estaba pensando cuando se ilusionó de esa manera? Era tan obvio quiénes podrían estar y quiénes no; las heridas del pasado no podían ser simplemente borradas o sanadas en un año, era una completa locura, algo totalmente irrazonable.

— Hola, estoy bien. — fue su poca animada respuesta y no era que no se sintiera feliz de volver a ver a aquellos que fueron parte de su vida por tantos años y de tantas maneras, solo que la sensación amarga y de qué tal vez había sido un error estar en Corea no podía dejar de estar ahí, latente.

— ¿Qué tal si entramos y compartimos un momento? Preparamos una deliciosa comida. — la atención de la madre de Hyunjin fue suficiente solo para dos, que entendían el estado de ánimo de Hyunjin; había uno que no.

— Si me disculpan, tengo un compromiso y no puedo quedarme. — Seungmin pensó que ver a Hyunjin nuevamente sería quizás como en los viejos tiempos, donde habían logrado tener una amistad en sus primeros años de escuela, sin embargo, con el pasar de unos segundos fácilmente pudo notar que algo estaba quebrado y aunque él no estaba involucrado directamente en aquel quiebre, de alguna manera le había llegado todo.

El rostro de Bangchan se tornó con una seriedad que cualquiera al verla sabría que era signo de molestia y es que parecía que al final de todo, sólo él y Felix luchaban por mantener los lazos y amistades del pasado.

— Está bien Seungmin, no te preocupes, otro día ya podrás estar. — Felix siempre se encargaba de entregar calma y esta no había sido la excepción.

— Gracias. — con mucha cortesía, Seungmin se despidió de todos, yéndose rápido del lugar al tomar un taxi.

— No tenias que ser tan amable Felix. — mientras ingresaban al hogar de Hyunjin, Bangchan no pudo evitar expresar a la persona más cercana en su vida sobre lo sucedido minutos antes. — Si iba a actuar de esa manera, mejor no hubiese venido.

— ¿Lo dices por Seungmin? Quizás debía verlo para aclarar si el cariño o amistad continuaba, no quiero juzgarlo.

La comida estaba deliciosa, sobre todo para Hyunjin, extrañaba muchas cosas en Japón y esta era una de ellas, comer platos tradicionales de su país. Después de unas horas, Bangchan y Felix ya estaban pronto a irse, no había sido una mala jornada, pues Hyunjin se animó e incluso entre medio de diferentes anécdotas todos rieron; una clara señal de que entre ellos todo continuaba igual.

— Gracias por venir chicos, lamento haber sonado extraño al verlos, pero alegraron mi día y bienvenida a casa. — sin ellos, Hyunjin se habría sentido aún más vacío.

— No agradezcas Hyunjin, ¿somos amigos, no? Estaremos siempre. — Bangchan sabía cómo confortar muy bien al resto de las personas y esta vez no era muy diferente. Se despidieron con un cálido abrazo.

— Quizás debimos decirle que... — ya estaban esperando el autobús, Felix no dejaba de sentirse inquieto.

— No Felix, ya no quiero que nos involucremos más en esto. — nuevamente esa esencia de molestia se dejaba ver. — ya no somos esos niños de hace un tiempo, ellos deberán saber cómo resolver sus asuntos, pero no más, nosotros no más en esto. El que quiera vernos y compartir genial y el que no, también.

Hyunjin decidió darse un baño, en donde estuvo por largos minutos dejando el agua caer sobre su rostro, tantos pensamientos estaban en su cabeza, que al terminar, simplemente quería caer en su cama y dormir profundamente, necesitaba descansar; reponer energías para los días que vendrían.

Our Song || HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora