XI

10.3K 855 107
                                    

La mente de Chuuya era un completo desastre, se había se despertaba aturdido.

El Omega despertó lentamente y sus ojos apenas se habían acostumbrado a luz que le rodeaba, estaba en el suelo frío hecho de piedra, eso le había enviado escalofríos por la columna vertebral.

Las caderas le dolían y el brazo izquierdo por hacer estado acostado en suelo. Reconoció débilmente las manchas de tierra y sangre seca a unos centímetros de el, mientras un olor desagradable inundaba sus fosas nasales.

El omega ya ni siquiera recordaba cuántas veces había inspeccionado el lugar.

Estaba acostado en un espacio muy abierto, las paredes oxidadas y las ventanas cerca del techo. Había cajas colocada en las esquinas de la oscura habitación. Supuso que se encontraba en un edificio abandonado.

Trato de moverse, pero tan pronto como lo hizo, sintió un peso que le empujaba de nuevo hacía el suelo duro y helado. Noto que sus manos y pies estaban atados, así como un enorme collar de metal negro adornaba su cuello. El collar estaba conectado a una enorme bola negra con cadenas; lo más probable.es que fuera un peso para mantenerlo en el suelo.

El collar era extremadamente incómodo y Chuuya rápidamente había entrado en pánico, su respiración se había acelerado y su corazón latía con fuerza dentro de su caja torácica.

El típico Lub-dup, del corazón del Omega, se escuchaba sin parar.

Chuuya sentía como si los latidos de su corazón fueran como un reloj, mientras se acercaba lentamente a su desaparición con cada Tick que pasaba.

Antes de que pudiera comenzar a sentir aún más pánico, escucho como algunos pasos se aproximaban a el. Sus ojos se abrieron tanto como pudieron, mientras los pasos se volvían tan resonantes como los rápidos latidos de su corazón. Pronto, observó como dos zapatos negros y lustrados pasaban frente a el. Levanto la mirada y miro a un hombre de cabello largo y plateado.

Llevaba una bata blanca que ondeaba detrás de el y una camisa y pantalones del mismo color, debajo de la ropa blanca llevaba puesta una camisa negra de manga larga con cuello alto y lo que más había llamado la atención del Omega eran esos llamativas orbes carmesí.

Brillaban tan intensamente por la luz de la luna que entraba por las ventanas, como rubíes, le hacía parecer siniestro y malvado. Miro a Chuuya con una pequeña sonrisa en el rostro y una voz ronca salió de sus labios.

— Vaya, Vaya, supongo que el jefe no estaba mintiendo. Realmente eres un Omega muy bonito.— Dijo el peliplateado mientras que Chuuya continuaba mirando débilmente al hombre que se posicionaba por encima de el.

— ¿Quien?... ¿Dónde estoy?.— Dijo débilmente El Omega.

— Ah.— Pronunció el peliplateado.— En ninguna parte que sea de importancia. Solo queríamos ver a quien Dazai Osamu de todas las personas se había interesado. Ahora al verte en persona, puedo ver el por qué está tan fascinado contigo.— Su voz era inquietante y había dejado a Chuuya sudando frío por el miedo y los nervios.— Ahora.— Las orbes carmesí se clavaron en Chuuya. Este último sintió como una mano fría cubría sus ojos.— Solo vete a dormir, porque te quedarás aquí por un tiempo.

Cuando el Omega observó que esa sonrisa escalofriante era opacada por la oscuridad, su conciencia también desvaneció y antes de que perdiera el conocimiento por completo, solo un pensamiento había cruzado por su cabeza.

Dazai... ¿Dónde estás?.— Pensó el omega.

✷━━━━━━✷❍✷━━━━━━✷

SOLD TO HIM // Soukoku OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora