XIII

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- Estás bien bebé, estás bien.- La suave voz de Dazai seguí resonando en los oídos de Chuuya.

Le costaba respirar y podía sentir vivamente los temblores que recorrían su cuerpo. Parecía como si la electricidad estuviera impactando cada parte de el.

Saboreo las lágrimas que caían por su rostro. Se sintió horrible, pero también se sintió aliviando, finalmente estaba en los brazos de Dazai.

El alfa sostuvo con firmeza al Omega dentro de su abrazo. Tenía que admitir que, cuando se enteró de que Chuuya había Sido secuestrado, se llenó de irá, pero también sintió una pizca de miedo. Miedo de que su Chuuya resultará dañado, herido... O pero aún, miento, ni siquiera quería pensar en ello. La mera idea le dió ganas de colapsar. Podía perder todo en este mundo; Su poder, su dignidad, su orgullo, su alma, pero jamás a el, jamás a Chuuya.

Lo encontró divertido, para ser honesto, hace apenas unos meses, no le importaba nada, todo lo que existe era simplemente monótono y los desenfoques los bombardeaban desde todos los ángulos. Cómo una criatura perdida en el mar. Buscando, buscando, investigando sin cesar... Solo para descubrir que no tenía a dónde pertenecer.

El pánico a veces lo sobrecogía, lo perseguía, lo acechaba. Pero otras veces, está a entumecido. La esperanza era una ligera brisa que pasaba. Lo sintió, pero nunca puedo atraparlo, contenerlo.

Dondequiera que mirara, en todas partes lo vio. Pero no dónde estaba su casa. No dónde estaba su felicidad. Pronto de perdió; sin rumbo fijo a lo largo de las mareas, sin esperanza ni aspiración. Pero entonces, como sin un oráculo le diera la mejor de las suertes, un camino se materializó frente a el.

Un camino lleno de luz.

Sus ojos se abrieron una vez más y lo siguieron con una aceleración con urgencia, como sin solo tuviera un segundo para llegar al destino al que lo estaba llevando, y finalmente... La criatura llegó a su hogar.

Ya nada era blanco y negro, y en su lugar, gotas de colores brillantes y vibrantes llenaron la página, hasta que pareció que ya nada podía encajar. Un trazo de pincel aquí, un trazo de pincel allá.

Su visión finalmente, finalmente se aclaró, y la belleza de la vida se hizo visible para el.

Dazai apretó aún más su agarre en el Omega sin aliento. Después de un rato, sintió que el pelirrojo dejo de temblar. Dazai lo aparto un poco para mirarle la cara, solo para notar que el omega estaba durmiendo.

El rabillo de sus ojos estaban teñidos de un tono carmesí, al igual que su nariz. Pequeñas gotas de agua colgaban de sus temblorosas pestañas; se veía muy lamentable, pero adorable al mismo tiempo.

Su respiración era ligera y su peso se desplomó en los brazos del alfa. Dazai simplemente se rió un poco, beso la mejilla regordeta de Chuuya y luego lo levanto al estilo nupcial. Chuuya simplemente se acurrucó en el pecho de Dazai y tiro de su fino abrigo.

- Vámonos a la Sade.- Ordenó Dazai a sus subordinados.

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Me sentía enfermo. Mi estómago estaba dando vueltas en todos lo sentidos. Mi cuerpo era como un maremoto, estrellándose y balanceándose en todas las direcciones posibles.

A veces llegaba a la orilla y me sentía tranquilo: sereno, pero al segundo, inmediatamente me sumergía en un movimiento duradero. Mi vista estaba mareada, mi aliento se sentía caliente. Mi cabello naranja brillante floreció a mi alrededor, mientras se extendía debajo de mi, pero algunos.mechones de mostraban reacios y se pegaban a mi frente y sientes con sudor.

SOLD TO HIM // Soukoku OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora