Luego del desayuno, Tony le llevó a un paseo por el jardín, de donde obtenían todo lo que se comía en el lugar que al parecer era una isla muy cerca de la frontera con Canadá. Aún cuando alguien intentara escapar, no sobreviviría. Las corrientes del mar eran muy fuertes y en la frontera canadiense, no dudarían en disparar.
Definitivamente sino ganabas el juego o eras un VIP, morirías.
Pensaba en ello mientras tomaba del brazo de Tony. Con mayor razón no desearía apartarse de su lado fuera de la habitación que compartían.
— Me gusta mucho esta parte de la isla. Después de los juegos, me encantaría llevarte a mi mansión en Malibú. La playa ahí es hermosa. — Tony se veía muy feliz, aquello le tranquilizaba.
— No había pensado qué haría después de esto. — Suspiró.
— Bueno, primero pagaremos tus deudas. ¿Nunca has salido de Brooklyn? Yo nunca he ido ahí, lo que es irónico porque vivo gran parte del tiempo en Manhatan. Podrías darme un recorrido.
— Es... un barrio muy peligroso, Tony... Podemos ir a otro sitio.
— Descuida, tendremos guardaespaldas. — Le llevó debajo de un árbol frutal. — Restan dos juegos. Mañana es el gran final. — Acarició su cabello detrás de la máscara. Ese pequeño gesto le hacía sentir querido. Miró a Tony a los ojos, aún con la máscara puesta, se veía atractivo.
Steve descendió la vista por su pulcra barba y terminó en sus labios. Nunca había besado a alguien, nunca había pensado en ello. Tal vez en algún momento se atrevería a besar a Tony.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una alarma. No era parte de ningún juego. Tony se veía asustado y en ese momento le rodeó con ambos brazos para protegerle.
No sabía qué ocurría.
— Todos los VIP mantengan la calma. Se les escoltará a la sala de reunión.
Un altavoz se escuchó, la misma voz que les guiaba en el juego. Steve se sintió en pánico. Tony no le soltó y le tomó de vuelta por la cintura en cuanto llegaron los guardias para guiarlos.
Llegaron a una sala de estar. Casi todos los VIP se encontraban ahí, sólo faltaban dos.
El resto se veía confundido.
— ¿Qué significa esto? — T'Challa estaba molesto.
— Espero que no se retrase el juego. — Emma Frost se quejó.
— Para nada. Sólo significa que la seguridad va a reforzarse. — Se adentró un hombre con máscara negra. Por lo que Tony había dicho antes, suponía que ese era Strange.
— Dinos qué sucede. — Xavier pidió en calma.
— Un VIP ha muerto y otro más se encuentra herido. — Respondió Strange
Emma se exaltó y Doom comenzó a alzar la voz. — ¿Aún con todo lo que cuesta estar aquí, no tienen seguridad decente?
— Están aquí como invitados, firmaron un acuerdo. Les protegemos de los concursantes y tenemos prohibido ponerles una mano encima como organizadores. No existe una cláusula que especifique que entre ustedes no puedan matarse. — Strange cruzó los brazos detrás de la espalda. — Investigaremos el suceso, mientras tanto, serán vigilados. El festín se servirá antes de que comience la semifinal del juego.
Se marchó y hubo un largo silencio.
— Reed y Fisk. — Murmuró Xavier. — Sólo ellos faltan.
— ¿Se intentarían matar entre ellos? — Cuestionó Doom.
— Como sino tuvieras motivos para acabar con Reed. — Acusó T'Challa.
— Aquí la única loca es Frost. Ayer me apuñaló. — Se defendió Doom.
— ¿Y en qué me beneficiaría matarlos? Además, no es como que a Stark le agrade Reed y Fisk controla Hell's Kitchen, la única ciudad de Nueva York que Industrias Stark no ha atravesado. — Frunció el ceño. Los demás también dirigieron la mirada hacia Anthony.
— Reed es un científico mediocre y Hell's Kitchen un basurero. ¿Por qué tendría que perder mi tiempo con ellos? — Respondió el castaño.
— Haz estado muy callado. Normalmente eres el primero en beber y hacer bromas por todo. — Soltó Xavier su observación.
— Y ese rubiecito no es algo que acostumbras por compañía. ¿Qué ocurre? ¿Es un mercenario? Nos engañó completamente su aspecto inocente. — Doom extrajo de entre su manga una navaja con mango de oro e incrustaciones con piedras preciosas. Se abalanzó contra Steve, quien permaneció inmóvil, temeroso.
El rubio cerró los ojos, sabiendo que daba igual correr. Algún otro VIP le atacaría o un guardia le dispararía.
Pronto sentiría aquella hoja filosa apuñalarle en incontables veces, tal vez en su pecho o un sólo movimiento en su cuello. Se sentía tonto por haber imaginado que saldría de aquella isla con Tony.
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My Greatest Prize
FanfictionMarvel x Squid Game Steve Rogers tiene una gran cantidad de deudas. Desesperado, termina involucrado en un juego patrocinado por un grupo de personas ricas y sádicas con la esperanza de sobrevivir para obtener el gran premio. Sus oportunidades son p...