Entre Sonrisas

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Si le preguntas a Xichen, donde prefiere estar en estos momentos. El preferiría hacer otro turno en el hospital que estar aquí ahora mismo, pero una promesa es una promesa. Le prometió a su sobrino de cinco años que vendría a su cumpleaños pasara lo que pasara y aquí está saliendo de su auto y tomando una hermosa bolsa que contiene un regalo que sabe que a su sobrino le encantará.


Es solo otro evento familiar en el que enlucirá la sonrisa falsa que ha estado llevando desde hace bastante tiempo ya. Él siempre fue aquel niño y joven que tenía una sonrisa radiante que muchos adoraban, pero durante los últimos años esa sonrisa ya no es auténtica. 


No muchas personas son capaces de notarlo, no pueden distinguir entre esta sonrisa repleta de mentiras y aquella que en algún momento podría rivalizar contra el sol.  Muy pocos notaron la diferencia en el cambio de su sonrisa. 

Fue su hermano y su mejor amigo, los únicos que notaron que sus ojos ya no llevaban su peculiar brillo y ahora portaba una sonrisa falsa. Después de negar todo lo más que pudo y después de decirles que estaba bien infinidad de veces, se rindieron, incluso sabiendo que él estaba mintiendo pues sabían claramente que él no estaba bien. Puede engañar al mundo, pero no a su hermano ni a su mejor amigo. Aún hasta el día de hoy, después de ocho años, no saben qué pasó y él no está dispuesto a compartir su dolor con nadie. Si sus padres notaron algo nunca hicieron mención de ello.


Sin pensarlo demasiado, entró en la casa. La fiesta de cumpleaños se estaba llevando a cabo en el patio trasero y es allí cuando de repente un niño choco con su pierna izquierda. El niño lo miró con brillantes ojos color amatista y ámbar y, con una sonrisa traviesa. El niño miro hacia atrás, soltó su pierna para hacer una reverencia y pidió disculpas para comenzar a correr nuevamente. 


Xichen, por alguna razón, perdió el aliento, se sintió como si estuviera pegado al suelo y su corazón salto uno o dos latidos, aunque él no es capaz de decir cuántos latidos su corazón salto realmente. De repente se despertó de su ensueño cuando otro niño lo agarró por la pierna izquierda. Éste él lo conocía.


'Bófù está aquí.' - El niño dijo con una sonrisa cegadora.

'Él está aquí como lo prometió.'

'A-Yuan está feliz de que bófù esté aquí.'

Xichen lo tomo de los brazos para alzarlo y llevarlo hasta su cintura. - 'Estoy muy contento de que estés feliz.' - Dijo mientras le golpeaba la nariz suavemente.

'Hermano'

'Hola Wangji-' - Saludando a su hermano, colocó a su sobrino en el suelo ya que este se movía pues quería ser soltado para poder seguir jugando con sus amigos. - 'Jamás lo había visto tan entusiasmado.'

'Contento.'

'Me puedo dar cuenta.' - Dijo sonriendo genuinamente al ver a su sobrino correr hacia donde se encontraban sus amigos.


Los hermanos tuvieron una pequeña charla sobre el trabajo. Se ven todos los días en el hospital, así que no hay mucho de qué hablar realmente. Además, Wangji nunca ha sido muy conversador. Después de dejar el regalo de A-Yuan junto con los demás, caminaron hacia una mesa vacía para sentarse.


'¿Dónde está jiě?'

'En el hospital. Se quedo debido a la emergencia de la que hablamos anteriormente. Me habría quedado, pero hice una promesa.'

'Mmn. Debo de volver con Wei Ying, me necesita. - Dice asintiendo a donde se encuentra su esposo. - ¿Deseas algo?'

'No gracias, por el momento estoy bien.'


ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora