Capítulo 4: El juego de los papelitos termina por hoy.
-Estos juegos de los papelitos son entretenidos, pero, ya sé acabo. Fue bueno mientras duró, ¿cierto? - Dijo Senju entre una sonrisa que irradiaba tranquilidad.
Como no sabía como expresarme no dije nada y su mano paso de estar posada en mi hombro a rodearme por completo, colocando su brazo por sobre mi pecho, esto solo logró que me incomodara más y no porque me desagradara, sino porque semejante belleza me ponía demasiado nerviosa, quiero decir, alguien explícitamente hermoso es intimidante... o al menos para mí.
- ¿por qué no dices nada, _____? Ya sé, tengo una idea, a partir de hoy se mi gatita, ¿está bien? Así que, gatita y damisela del paraguas espérame aquí, iré por comida, quiero hablar más contigo después, deja de ser tan tímida conmigo- A parte de decir por primera vez mi nombre, me puso un nuevo apodo y de paso por fin me soltó porque ella irá a comprar su desayuno, mejor oportunidad no puedo tener para escapar, una chica como yo lo que menos quiere es llamar la atención pues Senju sin duda lo hace y no puedo estar así a su lado, porque de lejos ella y yo somos muy distintas y jamás podríamos llegar a llevarnos bien y no porque no sea ella agradable y linda sino porque soy muy estricta conmigo misma. Me di la vuelta para ver como se iba alejando Senju y perdía de vista su cabellera blanca entre los demás alumnos parecía haberse esfumado ante la acalorada hora de ir a buscar comida y pelear con todos para conseguir algo, es sin duda un infierno por eso es mil veces mejor traer tu desayuno y almuerzo.
Me decidí por volver al salón donde no había nadie, incluso mi mejor amiga debe de estar batallando en estos momentos por comprarse algo para desayunar y cabe recalcar que la comida de aquí es rica, no es tan fácil no caer ante la tentación de comprar la comida aquí en vez de prepararte algo, aún así yo prefiero traer mi comida y comer sola en el desayuno y almuerzo, es mucho más pacífico, relajado y solitario. No hablo con nadie a la hora del almuerzo, a veces mi mejor amiga llega solo a comer para hacerme compañía, es sin duda una gran amiga y yo una gran alejada de la vida que me parece demasiado agitada después de todo soy una perezosa y no una busca pleitos.
Minutos después mi amiga no llegaba, al contrario de eso vi una a Senju despreocupada y con mirada seria llegar al salón que estaba totalmente vacío, cerro la puerta del salón al entrar, venía con su comida era una enorme hamburguesa y una limonada con fresa, podía reconocer fácilmente a mi bebida favorita desde unos metros de distancia, ¿cómo logró conseguir eso con el paso en el que iba? En fin, tiene alguna habilidad especial para comprar y salir más rápido de lo que esperaba ya que ni siquiera se apresuró en llegar al despacho donde se vende la comida. Sucesivamente ignore estos detalles y me puse nerviosa al ver como caminaba; caminaba con tal elegancia y confianza que no pude evitar seguirla con la mirada hasta que tomó asiento en la silla que tenía delante, la volteo y se sentó descuidadamente abriendo sus piernas de par en par, realmente pareciera no importarle estos pequeños detalles, ¿o no sé da cuenta?
-Gatita. Decidí llamarte así porque siempre tienes una cara que esta en alerta, como si estuvieras preparada para acechar o irte cuando estas nerviosa, dime, ¿por qué eres así, damisela de los paraguas? Ayer que te vi bajo la lluvia parecías diferente de lo que pareces ahora- Después de decir estas palabras Senju tomó su hamburguesa y empezó a comer cuidadosamente dejando el ambiente pesado puesto yo aún no soltaba ninguna palabra en lo absoluto, simplemente no podían salir de mí las palabras que tanto estaba buscando, después de unos minutos me decidí a contestarle finalmente como se debía.
-Es solo que... eres muy bonita y estaba un poco nerviosa, eso es todo. - creo que debí de decir otra cosa, pero, ante todo la sinceridad que se me escapó entre frases repasadas en mi mente para que no sonara tan mal, porque después de todo es como si no pudiera pensar en otra cosa mientras miró sus largas pestañas blancas y sus hermosos ojos azules de un tono profundo y cálido, son sin duda totalmente atrapantes, me declaró culpable, caí presa en su mirada y podría mirarlos para siempre con el fin de contemplar sus hermosos ojos y cada pestañeo que da.
- ¿Puedo quedarme el paraguas que me diste ayer? - Dijo, cambiando de tema nuevamente y haciendo que una vez más saliera de mis pensamientos recurrentes.
-Esta bien, puedes quedártelo. - La verdad, es que ese paraguas solía ser mío antes, pero, prefiero usar el paraguas negro que dejo alguien muy especial para mí...
-Me sorprendió que llevaras contigo otro paraguas, ¿realmente odias la lluvia tú también? - Dijo Senju, fijando su mirada en mí y seguramente esperando una respuesta rápida antes de apartar su mirada de la mía.
-Si, odio mojarme con la lluvia, por eso cargo dos paraguas a todos lados siempre. - Incluso si eso me trae malos recuerdos.
-Ya veo, por eso tenía un olor tan delicioso a menta impregnado en el paraguas, era bastante peculiar y distante, pero, permanecía allí, se notaba que lo llevabas a todos lados contigo. -
-Cambiando de tema, ¿Ya habías venido aquí antes que sabias que nos volveríamos a ver? -
-No, no había venido por aquí antes. - agregó Senju en un tono serio.
- ¿Entonces? - pregunté finalmente levantando la mirada sin separarla de la de Senju, arqueé una ceja esperando respuesta pues me mantenía expectante ante la duda.
-Simplemente suponía que si vivías cerca tendrías que estudiar en esta escuela y que podría volver a verte, o que por lo menos siempre cruzaríamos caminos.-
-¿Y que hacías en un día tan terriblemente gris sola y sin un paraguas?-
Senju agachó la mirada antes de contestar como si buscara unas palabras muy poco específicas pero a la vez claras para dar su respuesta y entonces volteo su cabeza a otro lado desviando totalmente lo que podría haber sido una expresión clara y descifrable en su rostro, al parecer no quería ser delatada por una expresión en especifica en su rostro aún así respondió mientras llevaba su mano izquierda a su cabeza solo para revolver más su cabello...
-Esperaba que la lluvia cesará.-
No entendía a que se refería en ese momento, pero ahora probablemente lo entiendo un poco, después de analizar sus palabras por lo que resto de las clases, para cuando finalmente terminó la jornada completa de clases me dispuse a guardar mis cosas rápidamente, antes de que cayera otra gran tormenta como ayer y entonces para cuando termine y salí allí estaba ella; con su semblante serio y cautivador con el paraguas que le había regalado contemplando la lluvia que comenzaba a caer por sobre todo llevándose el rostro de cosas importantes para nosotras, en mi caso, se llevó a alguien que yo amaba demasiado.
-Hola gatita, volvamos juntas a casa. - me dijo Senju en una sonrisa fugaz, supe que no tenía más opción que volver con ella y para ser sincera, hoy quería tomar el camino largo a casa pero, hoy no era el día indicado.
¿Les está gustando? A decir verdad estoy nerviosa porque es la primera historia que escribo, aún así gracias a las personas que leen, comentan y dejan su voto se les agradece mucho, me pone muy, muy, muy contenta ♡. ¿Les gustaría que en vez de ______, pusiera algo como T/N o un nombre? ¿O lo dejamos como está? En fin, muchas gracias por estar aquí, cuídense y disfruten mi primer fan fic!! Muak jiji
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La damisela de los paraguas-Senju Kawaragi x Tú
FanfictionLa damisela de los paraguas. ¿Le tienes miedo a algo que parece insignificante para otros? Esta historia gira entorno a una chica que detesta la lluvia y carga consigo muchos paraguas para evitarla a toda costa. Un día lluvioso como es de costumbr...