10. Mis Espectativas

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Dalila

Amo pasar tiempo con Chris, esto es diferente, todas las ideas que tenía sobre el, superaron mis espectativas

A pesar que solo eh estado con él por unos minutos, me hace olvidar el mundo, una sensación muy distinta,  como jamás me había sentido con alguien

-¿Porque esa cara?- me pregunta al subirnos al ascensor
-¿cual cara?- lo mire
-me gusta cuando me miras así

El ascensor se abre y no me dijo ni una sola palabra más, solo nos bajamos del mismo, comenzamos a caminar y de repente el pone su mano en mi cintura, solo intenté actuar normal

Las miradas de todos estaban sobre nosotros, como si hubieran visto a un extraterrestre o algo así, no soy bonita, pero tan fea tan poco, se les veía muy sorprendidos

-Ale ¿Que tenemos para hoy?- le pregunta a su secretaria
-tenemos mañana libre y tarde también, solo hay una reunión a las 10:30
-bien, entonces hasta las 10:30 sea lo que sea no me molestes

Abrió la puerta de su oficina y me dejó entrar primero, me quedé Parada, sorprendida por ese lugar

-¿Que te parece?- pregunta tras cerrar la puerta
-no era lo que esperaba- respondo
-¿Y que esperabas?- se sienta en su escritorio
-bueno, una foto gigante tuya, con traje, un reloj en la mano y sentado en una especie de trono, colgado sobre esa pared- señale una específico

Él solo respondió con una risa, con esa sonrisa cautivadora, que envuelve a cualquier persona sin duda

-bien vamos a brindar- me entrega una copa
-¿Brindar? ¿Porque o para que?
-pues, para que esto funcione, para que nos llevemos bien, y para que podamos conocernos mejor
-salud!!- dijimos al unisoono al chocar nuestras copas para después beber su contenido

Estuve sentada en el sillón, observando todo a mi alrededor, no estaba aburrida, la sola presencia de Christopher, me hace sentir entretenida, además intentaba esquivar su profunda miraba, que no paraba de observarme

-señor ya son 10:30- escuché a ¿ALE? Y abre la puerta
-esta bien- responde Chris y recoje algunos documentos- más tarde vuelvo princesa

La cara de la secretaria, parecía sorprendida, o algo más, como impactada por la frase que acaba de salir de los labios de él

-no tardes mucho, principe

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