44. Ella

256 22 2
                                    


Llegué a mi casa a las 9:30, las luces de la habitación de Dalila están apagadas, posiblemente ya está dormida

Agradecería que estuviera dormida, así tendría tiempo de lidiar con estos pensamientos que me están matando, en mi interior, se que lo que hice estuvo mal, pero hay otra parte de mí, que se siente orgulloso, de aún seguir siendo el macho alfa que folla con cualquiera

No me apresuro en subir las escaleras, subo lentamente, tratando de asimilar, lo que hice y si está mal

Entre a la habitación, no veo nada, las luces siguen apagadas y el silencio profundo, hace que me carcoma más, el sentimiento que aún no logro descifrar que es

—Pandita—dije cerrando la puerta

Ella no respondió, no la veo por ningún lado, creo que probablemente no esté aquí, quizás está en la biblioteca

—Dalila ¿estas aquí?—la llamo nuevamente

Camino un poco más, al interior de la habitación y de la nada, sentí como la presencia de una persona más en la habitación, la sombra de alguien se puede apreciar, gracias al reflejo que produce la luz de la luna

Sin duda podría reconocer su silueta tan perfecta, donde fuera, me doy la vuelta, para alcanzarla y tocar su cintura, se vuelve imposible, porque me toma del torso y me empuja al sillón

Ella es más pequeña que yo, así que tiene que hacer fuerza, pero lo logra, hoy está en un modo salvaje que no le conocía, pero francamente me encanta y se que esta noche la voy a disfrutar como jamás lo había hecho, lo puedo sentir

Me empuja con fuerza al sillón, y se sienta sobre mi, es demasiado sexy, tomo mis manos y las poso sobre su culo, es tan grande y maravilloso, que mis manos no logran cubrirlo por completo

Está en un atuendo demasiado sexy, de esas lencerías, que vuelven loco a cualquiera, una lencería negra, que con su piel blanca, hace que resalten sus curvas

Una tanga que apenas y le cubre algo y su sostén, de encaje que lo cubre todo pero a la vez no le cubre nada y me permite tener una vista maravillosa de sus bellas tetas

Cuando comienza a besar mi cuello y claramente dejar marcas, que el cuello de la camisa no cubrirán mañana, realmente no me importa, que todo mundo vea, lo que ella me hace

—me vuelves loco— le susurre al oído

Y era verdad, desde la primera vez que la vi, me encantó y para mí era imposible negar, que ella provoca en mi, lo que ninguna otra puede provocar, ni siquiera Amaynari, es capaz de hacerme sentir así, ya lo eh comprobado y ahora entiendo todo

Ella está ansiosa por sexo, lo puedo ver en la desesperación con la que quita mi pantalón y mi boxer, no lo hace lento, lo hace violento, y lo estoy disfrutando

Se vuelve a sentar sobre mi, pero me olvidó quitarse las bragas, así que tomo la decisión de romperlas, jalé el elástico de la tanga y con un poco de fuerza la rompí

La conozco hace algunos meses, casi un año, pero hasta ahora, veo esta faceta sexy, controladora y maravillosamente caliente

Se posiciona sobre mi pene, y entra con fuerza, está demasiado húmeda, que no necesita más que resbalarse sobre mi, entra como si nada, esa sensación nos hace gemir a ambos

—estas demasiado húmeda Reyna—le susurro en su oído

Si hay algo que todas las mujeres aman, es que le digan cosas en el oído, saben que eso es demasiado candente para ellas

Comúnmente lo hago, para que me den a mí lo que quiero, y se vuelva mas placentero, pero esta vez lo hago porque de verdad me nace, lo hago inconscientemente

Ella sabe lo que hace y como lo hace, no es necesario que yo la guíe o que le diga cómo hacerlo

Posa sus manos detrás de mi cuello, y comienza a mover las caderas, brindando, girando, hacia adelante o hacia atrás, lo hace como quiere, pero lo está disfrutando, yo lo estoy disfrutando

No hago nada, solo hecho mi cabeza hacia atrás, le acaricio la cintura y la nalgueo de vez en cuando, no necesito hacer nada, solo dejarme llevar y disfrutar del espectáculo que me dan sus tetas, mientras ella brinca sobre mi

Estar aquí, así con ella, me hace entender muchas cosas y por fin logró aclarar el agua de las lagunas mentarles, que traigo en mi cabeza desde hace rato

Es ella, solo ella, no hay nadie más que ella, no quiero a nadie más, no necesito a nadie más, simplemente a Dalila

Me enloquece como nadie y su cuerpo me activa tanto, sus ojos son demasiado bellos y me vuelven loco

Ambos terminamos al mismo tiempo, sincronizados, el orgasmo invade, mi eyaculación queda dentro de ella, siento como le escurren mis fluidos por la pierna

Nos miramos mutuamente a los ojos, hasta que decido abrazarla, sujetarla por la cintura

Este momento ya no es sexy, ya no es ardiente, este momento es tierno, mientras estaba con ella, pude reflexionar muchas cosas, no quiero apartarla, quiero quedarme así con ella, para siempre, juntos, abrazados tiernamente

No soy una persona que ame, las cosas románticas o estar como adolescentes abrazados como monos, pero con ella deseo hacer todas esas cosas y todo lo que sea vainilla, como siempre lo eh considerado

Dalila es todo para mí, ella es la mujer de mi vida

Amo a Dalila

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿SOLO POR OBLIGACIÓN? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora